Tren de cercanías, a una estación de la realidad

La Gobernación de Cundinamarca anunció que para marzo del otro año se abrirá la licitación de este proyecto, que costará $5 billones.

Redacción Bogotá
19 de diciembre de 2014 - 02:45 a. m.
 Así será el metro ligero, de acuerdo con los estudios realizados por Conconcreto, Vossloh, Torrescamara y FGV.  /  Alcaldía de Madrid
Así será el metro ligero, de acuerdo con los estudios realizados por Conconcreto, Vossloh, Torrescamara y FGV. / Alcaldía de Madrid

El proyecto de conectar a Cundinamarca con Bogotá, que parecía un que iba a quedarse en el papel, esta semana empezó a tomar forma y cada vez está más cerca de ser una realidad. El proyecto Regiotram, más conocido como tren de cercanías, a pesar de los recientes cuestionamientos políticos (por la participación de parientes del alcalde Gustavo Petro), estaría listo para el 2019 y costará $5 billones. Este anuncio lo hicieron hace pocos días la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entidades que agregaron que en marzo por fin se abrirá la licitación para seleccionar el contratista para esta megaobra, que conectará Bogotá con los municipios de Soacha y Facatativá. De esta forma, se espera que en agosto de 2015 ya esté adjudicado el contrato.

Según la ANI, habrá dos proyectos independientes que harán parte de Regiotram. Se trata de las líneas Corredor Occidente y Corredor Sur, que serán recorridas por un metro ligero, rápido, ecológico y seguro. La primera, de 44 km, 19 estaciones y 25 unidades rodantes, conectará a Bogotá y Facatativá, y contará con un ramal al Aeropuerto de El Dorado de 3,4 km. La segunda, de 18 km, 18 estaciones y 26 unidades, conectará a Bogotá y Soacha.

Todas las unidades tendrán capacidad para 447 pasajeros (114 sentados y 326 de pie). Ambas líneas, según los estudios, darán servicio a unos 160 millones de viajeros al año y solventarán gran parte de los problemas viales que hoy existen en las salidas y entradas a la capital.

Esta obra tendrá una particularidad: en los municipios funcionará como un tren de cercanías, con una velocidad de 110 km/h, mientras que en los tramos urbanos trabajará como tranvía, con una velocidad de 60 km/h. Y aunque muchos pensarían que podría ser costoso, el valor promedio del pasaje sólo será, para el corredor de Facatativá de $2.435 y para Soacha de $1.993, de acuerdo con declaraciones de Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).

Pero, ¿quién va a financiar este proyecto? Según Álvaro Cruz, gobernador de Cundinamarca, el 80% lo aportará el sector privado y el 20% el sector público. “De ese último porcentaje, el 70% provendrá del Gobierno Nacional y el restante del departamento de Cundinamarca, lo que equivale aproximadamente a un billón de pesos”, añadió Cruz. En este momento, ya hay un proyecto de ordenanza en la Asamblea Departamental para ratificar lo dicho.

Esta obra se convierte, sin duda, en una de las mejores noticias para quienes viven en los municipios aledaños o a Bogotá, comúnmente, llamados “dormitorios”, pues la mayoría de ellos tienen que durar hasta dos horas para llegar a sus trabajos en la ciudad, debido a las congestionadas vías de acceso de la capital.

Otra ventaja del proyecto es que el metro ligero se unirá con el sistema de transporte masivo de la capital (alimentadores, Transmilenio, SITP), es decir que los pasajeros no sólo llegarán al centro de la ciudad, sino a todos los destinos de ella. De hecho, en la estación de la calle 13 se prevé una conexión con la futura línea de metro de Bogotá. Además, este tren de cercanías le dará empleo a 294 personas, dentro de los que se encontrarán 102 conductores de tren, seis responsables de estación, 130 auxiliares de estación y 22 en puestos de mando.

Para Giovanni Villarraga Ortiz, alcalde del municipio de Madrid, por fin se ven los frutos de los trabajos que vienen adelantando desde hace dos años los alcaldes del departamento junto con el Gobernador. “De este proyecto ya se había hablado, incluso, mucho antes de que los mandatarios actuales estuviéramos en el cargo, pero nada pasaba, aunque las ciudades seguían creciendo. Esto se convirtió en una urgencia, porque de dos horas que gastamos para llegar a Bogotá actualmente, con el tranvía sólo gastaremos 25 o 30 minutos”, afirmó Villarraga.

Por el momento, ya pasó la etapa de prefactibilidad y está en evaluación la etapa de factibilidad. En seis meses, las entidades estatales deben evaluar la propuesta la Asociación Público Privada (APP).

Por Redacción Bogotá

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