La última historia de estos vehículos se registró en mayo de 1996, cinco años después de que salieran de circulación. El modelo rumano número 094 servía de guarida para un grupo de celadores que vigilaban otros 125 buses de ese tipo. Con el paso de los años las administraciones aseguraron que los famosos trolleys —que reposaban entre el óxido y la maleza— volverían a encender sus motores. Hoy, 23 años después, Transmilenio aseguró lo que será una nueva era del transporte público: la implementación de trolebuses modernos que reemplazarán 1.215 vehículos que dejarán de rodar por las calles capitalinas.
Según Sergio París, gerente del sistema, entrarán en servicio entre 2015 y 2019. “Es un avance de tal magnitud, que en Zúrich o Ginebra (Suiza) han continuado con esa línea, porque es un transporte eficaz y limpio”
Los nuevos sistemas operativos, sus diseños y configuraciones buscan enfrentarse a los desafíos tecnológicos y ambientales del siglo XXI. Un nuevo modelo que desde ya empieza a construir la historia del futuro.