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"Es un acto de mezquindad lo que hizo el concejal Javier Palacio con Bogotá"

El cabildante de La U sigue recibiendo críticas de sus colegas por la recusación presentada en contra del proyecto de cupo de endeudamiento.

El Espectador
23 de julio de 2013 - 09:54 a. m.
Los concejales Javier Palacio y Antonio Sanguino.
Los concejales Javier Palacio y Antonio Sanguino.

Desde que el concejal Javier Palacio presentó la recusación en contra de los concejales que aprobaron en primer debate el proyecto de acuerdo radicado por la Administración Distrital, relacionado con el cupo de endeudamiento, ha sido criticado y cuestionado por varios cabildantes, quienes aseguran que el freno a la iniciativa afecta a Bogotá por las obras claves que se deben construir con los más de 3 billones de pesos que buscan ser aprobados definitivamente.

Es una insensatez o un acto de mezquindad lo que acaba de hacer el concejal de Bogotá por el Partido de la U Javier Palacio. Presentó una recusación contra nueve concejales. Lo malo es que logró su propósito. Hacerse visible, enredar el trámite del proyecto en su segundo debate y dilatar su aprobación definitiva. Y más decepcionante aún que la presidenta del Concejo, María Clara Name, le haya facilitado las cosas a Palacio al mandar la recusación a la Procuraduría sin escuchar su negación verbal y sin siquiera esperar la respuesta escrita de los recusados”, dijo enfáticamente el concejal Antonio Sanguino.

Agregó que “es insensato impedirle a la ciudad disponer de un necesario instrumento de financiación de obra pública. Y es mezquino privar a la capital de importantes recursos para disminuir su rezago en infraestructura urbana. Y todo por una oposición ciega al alcalde Petro, quien sería el encargado de utilizar la operación de endeudamiento y contratar las obras”.

“Olvida Palacio que las obras para este cupo fueron el resultado de una concertación entre el Gobierno y el Concejo. Que no son propiamente de la cosecha del alcalde y más bien representan una continuidad en la gestión de la ciudad de los últimos años. Por querer hacerle daño a Petro, Palacio y quienes lo secundan, atrasa la construcción de la Troncal de Transmilenio por la avenida Boyacá, aplaza aún más cerca de 20 obras viales que desembotellarían todo del occidente de la ciudad en donde habitan personas de bajos ingresos y le niega al Distrito 400 mil millones de pesos para el reforzamiento de 40 colegios públicos”, subrayó.

Para Sanguino, el argumento de la recusación es falaz y traído de los cabellos. “Por ello la presidenta del Concejo no debió siquiera considerar el recurso”.
 

Por El Espectador

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