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Un difícil momento de seguridad

Además de los homicidios, también aumentaron los hurtos. La tarde es el horario en que más robos ocurren.

Redacción Bogotá
09 de enero de 2015 - 02:16 a. m.
Un difícil momento de seguridad

Los indicadores de seguridad de 2014 no resultaron ser los más alentadores para la capital del país. Hace tan solo dos días se hablaba de que hubo un aumento en la tasa de homicidios: en lo corrido del año pasado se cometieron 1.344 casos de homicidio, 64 homicidios más que en 2013. Ahora se conoce que el panorama tampoco es mejor en el caso de los hurtos. De acuerdo con las cifras del Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (Ceacs), en 2014 se registraron 1.043 casos más que en 2013 en Bogotá. Es decir, un incremento de 4,1% en un delito bastante sensible para los ciudadanos.

La investigación del Ceacs sobre los robos en la ciudad muestra que la localidad donde se presentan más hurtos es Suba, con 2.769 casos, seguida por Kennedy, con 2.745, y Chapinero, con 2.546. El estudio también reveló que la gente sigue “dando papaya”, pues la modalidad de robo más frecuente es el factor de oportunidad o descuido, con un 43,5%, seguida del atraco, con un 35,7%.

Otro de los datos que causaron sorpresa es que la mayoría de robos se presenta en el día. El primer lugar lo ocupó la tarde, con el 33,9% de los casos . Y el segundo lo tiene la mañana, desde las 6:00 hasta el mediodía, con el 28,4%. En cuanto al día que más roban, el informe arrojó que es el viernes, con 4.515 casos, y el que menos, el domingo, con 2.534. Las víctimas predilectas de los ladrones en los últimos dos años siguen siendo las personas de 25 a 30 años. En 2014, a 5.773 ciudadanos de ese rango de edad les hurtaron sus pertenencias.

Ante este aumento, la Policía ya comenzó a implementar estrategias. Los puentes peatonales son unos de los lugares donde más se presentan los robos, así que este organismo aumentar á el pie de fuerza en estas infraestructuras. Son 800 bachilleres, coordinados por 85 oficiales y suboficiales, los que estarán en los 214 puentes peatonales y 42 vehiculares, desde las 6:00 a.m. hasta las 10:00 p.m.

Además, la Policía y el Fondo de Vigilancia confirmaron que en las primeras semanas de febrero comenzarían a instalarse las 175 cámaras, con tecnología de alta definición, que se implementarán en los puntos más críticos de inseguridad en Bogotá, como la avenida Caracas con Jiménez.

Aunque esta semana el tema de seguridad volvió a sonar en la ciudad debido a que el propio Distrito reconoció que subieron los homicidios, ya en octubre de 2014 El Espectador había señalado el aumento en la inseguridad en Bogotá, cuando contó que los asesinatos y el hurto se incrementaron en al menos la mitad de las localidades. Ahora, las preguntas que dejan estas cifras es qué está pasando con la seguridad en una administración que en 2012 había conseguido la cifra más baja de muertes violentas en los últimos 27 años: 16,1 por cada 100 mil habitantes.

Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (Cerac), dice que definitivamente un factor que influye en estas cifras es la inestabilidad institucional que ha tenido la administración de Gustavo Petro, pues ha tenido cinco secretarios de Gobierno: Antonio Navarro, Guillermo Asprilla, Guillermo Alfonso Jaramillo, Hugo Zárrate y Gloria Flórez (quien ocupa el cargo actualmente). Además, recuerda que el Distrito ha tenido “pésimas relaciones con las autoridades de Policía” y que le falta una adecuada gestión en el tema de seguridad.

Restrepo insiste en que “esta es una situación muy seria y estamos corriendo el riesgo de que se dispare la inseguridad en Bogotá. Ciudades como Medellín y Cali están teniendo reducciones del 20% y 30% en homicidios y bajas en otros indicadores como el hurto. Si bien son leves aumentos, lo que muestran es que nos estamos quedando atrás frente a otras ciudades”.

Una de las principales banderas de Petro desde su posesión fue la política de desarme, a la que le atribuyó el descenso en los casos de homicidio que se reportaba hasta 2013, mientras que algunos sectores recordaban que también tenía impacto el Plan Cuadrantes de la Policía. Ahora, Restrepo señala que esta medida no funciona si no hay control de la policía para que revise en las calles el porte de armas y si no hay judicialización de todas las organizaciones que están utilizando la violencia armada, que son organizaciones criminales.

Por otra parte, Rubén Ramírez, director del Ceacsc, explica que el aumento de homicidios se debe a tres factores. Uno es el sicariato a causa del posicionamiento de nuevos expendedores de drogas en cinco localidades de la ciudad. El segundo es el aumento de riñas relacionadas con el consumo de alcohol. Y el tercero es el aumento de casos de violencia intrafamiliar (como los de padres que asesinan a sus hijos y luego se suicidan).

Ramírez no considera que una mala relación con la Policía o la baja en el presupuesto para seguridad tengan impacto en las cifras de inseguridad. Recuerda que la capital tiene un Plan de Seguridad y Convivencia a 10 años con metas claras. Asegura que el problema son las dinámicas difíciles de controlar, como las disputas entre esmeralderos tras la muerte del ‘zar’ Víctor Carranza, que dirimen sus conflictos en Bogotá. Por ello indica que la opción es fortalecer operaciones de inteligencia en estos procesos.

Otro punto que quizá impacta la seguridad es que aún el gobierno Petro no ha concretado su idea de crear una secretaría para este sector, que maneje directamente el presupuesto. Esta era una de las metas propuestas hace un año por el exsecretario de Gobierno Jaramillo, así como conseguir más recursos por medio de la modernización tributaria para fortalecer la seguridad. De momento, el Fondo de Vigilancia y Seguridad tuvo un recorte de $4 mil millones para este año frente a 2014.

Por Redacción Bogotá

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