Todo ocurrió en la madrugada de este viernes en el barrio Eduardo Santos en el centro de Bogotá.
El policía llegó a su casa enceguecido por los celos y tomó como rehén a su propia esposa, realizó un disparo sin dejar personas heridas.
Luego de tres horas y de la atención de psicólogos de la Policía, el hombre se entregó, la esposa del policía se marchó en una camioneta y el uniformado será atendido pisocológicamente e investigado.
Por El Espectador
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación