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Un trágico corte de luz

Una vela prendida provocó el incendio que acabó con la vida de dos niños indígenas en la localidad de Usme. Llevaban dos semanas sin energía.

Redacción Bogotá
20 de julio de 2013 - 12:04 a. m.
La vivienda incinerada de la familia Chamorro está ubicada en la  carrera 10 Bis Este con calle 86 Sur, localidad de Usme.
La vivienda incinerada de la familia Chamorro está ubicada en la carrera 10 Bis Este con calle 86 Sur, localidad de Usme.

Doña Elvira entró a la casa cuando aún estaba en llamas. Vio a la niña de ocho años sin vida, con la cobija que la cubría ardiendo. Su hermano, un año menor, yacía tendido sin respirar en una esquina del cuarto. Doña Elvira no tenía suficientes brazos e hizo lo que el tiempo le permitió: tomó a las niños de tres y cuatro años que aún estaban con vida y salió corriendo de la casa de la familia Chamorro, perteneciente a la etnia inga y residente del barrio Tocaimita (Usme).

Michel Valentina Chamorro, de 8 años, vivía en la oscuridad con sus tres hermanos desde hace 15 días, cuando, por razones de mora, Codensa les cortó el servicio. Dicen los vecinos de la familia Chamorro que la madre de los menores, Elia Mamayate Macanilla, salía todas las noches a trabajar. Sin embargo, este jueves en la noche la niña mayor de la familia Chamorro dejó a sus hermanos en un cuarto mientras salía a la tienda: “Ella los dejó con una vela y cuando llegó dos de sus hermanos estaban muertos. Claro, otros dos se salvaron porque una de las vecinas salió rápido a sacarlas de la casa”, cuenta Julián Mosquera, vecino de la familia.

A las 8:40 p.m. el Cuerpo Oficial de Bomberos llegó a l lugar. Encontraron sin vida a Carlos Andrés Mamayate Chamorro, de 7 años y a Michel Valentina Chamorro. “El niño era discapacitado y apenas movía los ojos con desespero porque su cuerpo estaba paralizado”, dice Mosquera.
En la mañana del viernes la casa estaba desolada. Todo, desde las prendas mínimas de vestir hasta los objetos más grandes como las neveras, quedó calcinado. Juan Mamayate, hermano de Elia Mamayate, dijo que ella llegó en la mañana y se desmayó. Tuvieron que sedarla: “Ella está en Medicina Legal. Anoche le dio una vela a su hija porque les habían cortado la luz. Mi hermana casi que mantiene todo ese hogar sola y por eso tiene que trabajar cuando le salga cualquier cosa. Uno de los papás está en Puerto Asís y el otro acá en Bogotá, pero ninguno ha aparecido”. Juan Mamayate dice que la familia Chamorro no ha logrado sobrevivir en la ciudad: “Antes ya se nos había muerto un niño... porque estaba enfermo y no teníamos con qué pagarle un médico. A nosotros nos desplazó la guerrilla a eso de 2004-2005. Mi hermana consiguió un arriendo aquí cerquita, pero se quedó sin plata y le tocó irse a la casa de madera con los cuatro niños”.

De acuerdo con un informe de la Secretaría de Integración Social, la familia indígena recibe atención desde al año 2002. “La verdad nosotros recibimos si acaso mercados y eso. Pero la reubicación de la vivienda nunca no la han dado. Por eso fue que ella terminó en esa casa. Y cuando se puso difícil lo de la plata, pues tocó decidir: o la luz o la comida de los niños”, dice Mamayate.

Del incendio fueron rescatadas Sara Ureña (3 años) y Yusmeidi Ureña (4 años). El paradero de ellas sigue indefinido.

Por Redacción Bogotá

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