Carlos Vicente de Roux, candidato de la Alianza Verde a la Alcaldía de Bogotá, quiere que le den el chance de llegar hasta el final. En la más reciente encuesta de Cifras y Conceptos alcanzó el 1% de intención de voto, pero considera que en los meses que faltan para las elecciones es posible mejorar. Sin embargo, a 14 días de que se cumpla el plazo de inscripciones, aún no tiene claro si podrá hacerlo. Eso es lo que, según él, está en juego en los acercamientos de su partido con el Polo Democrático, sobre los cuales se supo el jueves y que impulsaron el rumor de una pronta adhesión de su candidatura a la de Clara López, la aspirante polista, que se mantiene arriba en los sondeos.
De Roux quiere dar las justas proporciones a los alcances del contacto entre las colectividades. No lo sorprenden, porque la dirección de los verdes definió en marzo que buscaría alianzas donde fuera viable. Lo confirma el codirector del partido y concejal de Bogotá, Antonio Sanguino, quien agrega que contemplan coaliciones con el Polo en Nariño y Tolima, por ejemplo. Pero De Roux, en su caso, plantea reparos. “Hay que ir hasta el final”, explica, “para hacer conocer nuestras tesis y nuestra gente. Una alianza me parece un error, porque al partido no le conviene perder protagonismo. Existen las posibilidades de levantar su candidato y fortalecerlo, tanto a él como al partido”.
Al contrario que De Roux, Sanguino da por hecha la inscripción de la candidatura. Lo cierto es que dentro del partido hay posiciones para concretar la alianza de una vez, de tal forma que en el tarjetón aparezca, bajo la foto de López y al lado del logo del Polo, el girasol de la Alianza Verde. Otros apuestan por continuar la campaña y evaluar la viabilidad del candidato más adelante.
A De Roux, por otra parte, le inquieta que los delegados del Polo para esos contactos sean Jaime Dussán y Carlos Romero, de quienes no da buenas referencias, sobre todo porque no los considera garantía de respeto por los recursos públicos.
Ese no es cualquier señalamiento. Aunque son conocidos algunos cuestionamientos hechos en el pasado a ambos personajes —Dussán es cercano a Samuel Moreno y Romero estuvo enredado en el carrusel, aunque salió limpio—, se trata de dos figuras fuertes en el Polo y de la entraña de Clara López: Dussán fue su jefe de debate en la campaña presidencial y Romero es su esposo.
Está por verse si estos dardos afectan una eventual alianza, teniendo en cuenta que los lanza el candidato y no la oficialidad de los verdes. Por ejemplo, en conversación con este diario, Sanguino se abstuvo de opinar sobre Dussán y Romero. Pero las posiciones de De Roux demuestran que, en caso de que se concrete el acuerdo, un sector de la Alianza Verde lo acatará a regañadientes. O simplemente no lo hará.