Usaquén, la localidad con más segregación en Bogotá

Un estudio de la Secretaría de Planeación advierte que más de la mitad de los trabajadores de la ciudad pertenecen a la clase media, lo que indica que Bogotá es menos polarizada que hace 30 años. El Country y Santa Bárbara, algunos de los barrios con más segregación.

William Martínez
03 de noviembre de 2016 - 03:00 a. m.
Usaquén, la localidad con más segregación en Bogotá

Bogotá es una ciudad en la que predominan las clases medias. Éstas, representadas por empleados de pequeñas empresas, profesionales, técnicos y trabajadores independientes, encarnan más de la mitad de los trabajadores que hay en la ciudad, 2’040.000 (54 %). Eso indica que estamos frente a una ciudad menos polarizada que hace 30 años, cuando había una división tajante entre clases altas y populares (norte y sur). Esta es una de las conclusiones de un estudio elaborado por la Secretaría de Planeación, que contó con la asesoría de dos expertos parisinos en segregación urbana.

Precisamente, Edmond Préteceille y Marco Oberti, profesores del Instituto de Estudios Políticos de París (SciencesPo), una de las facultades de ciencias sociales más prestigiosas de Francia, estarán este jueves en un seminario sobre calidad de vida en Bogotá, que organizan el Distrito y la Embajada de Francia. Su propósito: medir qué tan dividida está Bogotá en cuanto a ofertas laborales y, sobre todo, cómo se divide su territorio por estratos sociales. Todo esto analizado a la luz de las cifras del DANE, que describen las dinámicas de las localidades de Bogotá.

La segregación es la forma como se concentran los grupos sociales en la ciudad. Lo ideal, para algunos urbanistas, es que la gente de diferente estrato y diferente ocupación viva mezclada y no aglutinada en una zona, para que el acceso a los espacios de la ciudad —bibliotecas, parques, oficinas institucionales— sea equitativo.

“En los años sesenta, el padre Camilo Torres pronóstico en su tesis doctoral que Bogotá sería una ciudad con una gran masa proletaria y una pequeña élite. Esa previsión no se cumplió. En los últimos 20 años hubo una caída en la demanda de empleos formales (industria y comercio) y un aumento considerable de los pequeños trabajadores (informales e independientes)”, explica Óscar Fresneda, profesor de la Universidad Externado e investigador del estudio.

Sin embargo, el investigador dice que la apertura económica de los noventa, liderada por el expresidente César Gaviria, hizo que el crecimiento de la clase media se estancara. Debido a ese flujo libre para las importaciones y a la tercerización que eso implicaba, cayó el ingreso de los ciudadanos al mercado laboral. Sólo ahora se presenta un leve aumento.

Otro aspecto que llama la atención del estudio es que hay mayor segregación en las clases altas que en las bajas. Es decir, en los estratos dominantes los habitantes viven más alejados del resto de sectores sociales. Y no necesariamente por cuestión de estatus, sino por normas urbanísticas. Los barrios de estrato alto con más segregación son el Country y Santa Bárbara, en Usaquén; Chicó Lago, en Chapinero; La Alhambra y Floresta, en Suba, y Ciudad Salitre Occidental, en Teusaquillo. La clase con menor alcance económico en esos sectores es ínfima: 2,7 % y su densidad poblacional es la más baja de la ciudad: 89 personas por hectárea. En las clases populares, entre tanto, donde hay más segregación es en localidades como Usme, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Suba.

Otro factor es que la expansión de la ciudad a municipios de la sabana no ha incrementado la segregación, porque la composición social de los 20 municipios es similar a la de la capital. Chía y La Calera pueden equivaler a Los Rosales, y Madrid, sitio de fábricas, a un barrio como Las Ferias.

La segregación en Bogotá es superior al de ciudades como París, en donde las diferencias de salario entre un gerente de empresa y un obrero no son tan marcadas. Y hay varios índices que las une: las clases altas son las más segregadas y las menos son la de empleados administrativos y de comercio. El estudio concluye que Bogotá tiene un alto nivel de segregación que se está reduciendo por el crecimiento de las clases medias.

Por William Martínez

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