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Vía libre para que grafiteros pinten en calle 26 entre la Caracas y la NQS

El Idartes otorgó becas de intervención artística urbana para la realización de grafitis de gran formato.

El Espectador
15 de julio de 2013 - 11:18 a. m.

El Instituto Distrital de las Artes otorgó becas de intervención artística urbana en la Calle 26 para la realización de grafitis de gran formato entre la Caracas y la NQS.

Estos proyectos, que se llevarán a cabo a partir del próximo 22 de julio, son el primer componente del desarrollo de un corredor artístico sobre esta vía y serán protagonizadas por cinco colectivos locales con gran trayectoria y conocimientos sobre dicha expresión cultural.

A través de las intervenciones seleccionadas se busca generar acciones pedagógicas en torno a esta expresión plástica en Bogotá y promover el trabajo colaborativo entre expertos de las distintas actividades relacionadas con la elaboración de este tipo de arte.

Por otra parte, el resultado de esta convocatoria promueve nuevas relaciones de los transeúntes con el espacio público, al mismo tiempo se procura mejorar la calidad del espacio urbano.

Los colectivos artísticos ganadores y responsables de las intervenciones artísticas son: Bogotá Street Art, M30, 20.26 DC, Vértigo Grafiti y Bicromo.

Los cinco equipos, conformados por reconocidos artistas de la ciudad, harán partícipes también a grafiteros internacionales, como la ecuatoriana Belén Jaramillo (BLN Bike) o el peruano Elliot Tupac.

Todos los colectivos realizarán en esos días actividades pedagógicas y de socialización a través de las cuales se pretende involucrar a los bogotanos en la responsabilidad y en el entendimiento de estas prácticas culturales.

Cristina Lleras, gerente de Artes Plásticas del Idartes, señaló que existen el Acuerdo 482 de 2011 y el Decreto 075 de 2013. Ambos establecen parámetros para el desarrollo de la práctica del grafiti, como los lugares permitidos y no autorizados, el fomento a la práctica de manera responsable, las acciones pedagógicas y las sanciones para los artistas urbanos que intervengan lugares no permitidos.

“Desde la Secretaría de Cultura y el Idartes entendemos que tiene que haber unos acuerdos de convivencia entre los ciudadanos que ven sus casas o negocios rayados y los grafiteros que pueden aportarle a la revitalización de la ciudad desde su práctica. Estamos hablando de un tema de corresponsabilidad. Por eso se vienen desarrollando estrategias como la conformación de la Mesa Distrital de Grafiti que desde el primer semestre de 2012 convocó a este sector para establecer un espacio de diálogo y trabajo conjunto”, señaló.

El grafiti no es un fenómeno nuevo ni único de Bogotá. Varias ciudades del mundo como Berlín, Londrés, Nueva York, Los Ángeles, Sao Paulo, Santiago de Chile y Buenos Aires, son reconocidas por ser lugares donde el grafiti se ha ganado su espacio.

Un reciente estudio apoyado por Idartes ha mostrado cómo en la ciudad los artistas urbanos y escritores de grafiti donan más de 5 mil piezas de gran formato al año, distribuidas a lo largo y ancho del territorio, lo que supera una inversión en arte público de más de 2.500 millones de pesos anualmente, inversión hecha casi totalmente de manera autónoma por cuenta de ellos, sus familiares y amigos.

Ese mismo estudio señala que en Bogotá hay cerca de 5 mil artistas urbanos y escritores de todas las edades, etnias y estratos sociales, distribuidos en las 20 localidades.

 

Por El Espectador

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