Las 11 familias desplazadas, que fueron desalojadas el pasado jueves del edificio perteneciente al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en el que vivieron dos años y medio, siguen alojadas en el Hotel Bogotá, donde la Secretaría de Gobierno los ubicó, sin que por ahora se vislumbre solución a su situación.
La preocupación es total para ellos, más teniendo en cuenta que la deuda con el hotel ya asciende a $5 millones, según dijeron. Milton Rosales, el vocero de estas familias, declaró que hasta ahora no han recibido ayudas ni de la administración ni de Acción Social, y que están a la espera del subsidio de $300 mil por núcleo familiar que prometió la Secretaría de Gobierno.
Sin embargo, fuentes de ese despacho le dijeron a este diario que la semana pasada entregaron a los desplazados $300 mil por familia, además de kits de emergencia para que los usen, mientras Acción Social los atiende con subsidios.