Vuelve el juego del Pico y Placa

Mientras el Distrito analiza un nuevo cambio, datos oficiales muestran que de 2002 a 2013 el aumento del parque automotor fue de 179%.

Verónica Téllez Oliveros
27 de marzo de 2014 - 02:56 p. m.
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Según los planes del alcalde (e) Rafael Pardo, el viernes podría tener un resultado sobre la posibilidad de volver a tener Pico y Placa durante todo el día en la ciudad, como lo implementó en 2009 el procesado exalcalde Samuel Moreno. De esta forma, quedaría abolida la restricción por fecha y por horas para placas pares o impares que ordenó el exalcalde Gustavo Petro en 2012, que actualmente está vigente.

La idea de Pardo fue consultar este posible cambio con la ciudadanía. Para ello los empleados de la Secretaría de Movilidad esperan tener listo el sábado un sondeo “rápido” de opinión, que se realiza en 15 puntos de la ciudad, como el norte, el occidente, el portal Tunal, el Supercade de las Américas, la calle 100 y el centro. En total, serán 8 mil encuestas.

Pero más allá del anuncio de una medida popular, en medio de la presión política por mostrar resultados en un tema tan sensible como la movilidad, ¿qué tanto le sirve a la capital regresar a la medida durante todo el día?, o mejor, ¿para qué seguir cambiando el Pico y Placa?

En julio de 2012, cuando Gustavo Petro decidió cambiar la restricción, el objetivo fue empezar gradualmente con su desmonte y buscar una fórmula que liberara a la ciudad del exceso de vehículos en horas pico, teniendo en cuenta el incremento del parque automotor. Así que,además de los sondeos que ya había hecho a ciudadanos, la Secretaría de Movilidad hizo un estudio de 121 páginas y planteó diferentes alternativas para modificar el Pico y Placa.

En general, la principal sensación de los ciudadanos luego del cambio fue que la congestión sí aumentó en algunos puntos en las horas valle, lo que Movilidad admitió el año pasado. Sin embargo, esta restricción por fecha y placa par o impar, logró algo que no se había ocurrido desde que Moreno impuso la restricción todo el día: un leve aumento de la velocidad. Mientras a mediados de 2012 la velocidad promedio en Bogotá era de 21,5 kilómetros por hora, el año pasado fue de 24,3 kilómetros por hora, según datos oficiales. Evidentemente, no es un cambio drástico, pero es el primer aumento registrado desde antes de que el Pico y Placa se aplicara durante 14 horas diarias, cuando la velocidad era de 30,6 kilómetros por hora.

El problema que nadie ha podido controlar es el aumento de los vehículos. La realidad del caos capitalino es que hay casi 1’700.000 vehículos y el trancón está en cualquier calle o avenida. Quizá, los únicos que no muestran un gesto de desesperación en su rostro en una hora pico son quienes van en bicicleta, y algunas veces los pasajeros de Transmilenio (aunque a ellos los molestan los apretones).

Frente a esta situación, de poco ha servido el Pico y Placa y el respectivo cambio que cada tanto hace la administración de turno. Por esta razón, si hay un tema en el que coinciden los expertos en movilidad es en que es una medida que no soluciona nada. Esto, porque el lío del aumento de carros y motocicletas no es una consecuencia de la intención de evadir una restricción y comprar un segundo vehículo, como ocurrió con el cambio de Moreno, sino porque también ha aumentado la capacidad de compra de los ciudadanos, con incentivos como bajas tasas de interés y acuerdos para el libre comercio que reducen los aranceles para automóviles, como lo resalta un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Este documento sobre la reducción de la congestión en América Latina, resalta que otras medidas de gestión de la demanda, como los cobros por congestión, son de mucho más difícil aceptación por los ciudadanos y, en consecuencia, de quienes deben tomar las decisiones políticas. El estudio en el que participó el investigador Carlos Pardo, concluye que en general la restricción de placas ha contribuido al aumento de la motorización. Sólo en Bogotá, entre 2002 y 2013, incrementó 179%.

Frente al cambio que propone Pardo, la percepción del ciudadano común puede ser que se va a reducir el trancón al sacar más carros de las vías (como quedó en evidencia en un sondeo que hizo El Espectador en el que el 59% de lectores dijo estar de acuerdo con el regreso al Pico y Placa todo el día), pero las cifras han demostrado que la compra de automotores no cede. Además, cabe aclarar que con la medida actual, la administración quiso sacar de circulación un 50% de los autos particulares, un 10% más que lo logrado con la medida anterior. 

vtellez@elespectador.com

@VeronicaTellez

Por Verónica Téllez Oliveros

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