Hoy a las 12:30 p.m. (hora local) (23:30 GMT del domingo) el cohete Larga Marcha-2F despegó sin problemas desde el centro de lanzamientos de Jiuquan (provincia de Gansu). El objetivo de la misión de China es alcanzar los ambiciosos programas espaciales de Rusia o Estados Unidos y por eso completó este lunes el lanzamiento de su sexta misión tripulada al espacio.
Para esto dos astronautas del país asiático pasarán un mes en el laboratorio espacial Tiangong-2 realizando diferentes experimentos. Los dos tripulantes de la nave Shenzhou-11 permanecerán un total de 33 días en órbita.
Los dos astronautas son el veterano Jing, de 50 años que ya completa su tercer viaje espacial a bordo de la Shenzhou-7 (2008) y Shenzhou-9 (2012) y es quien comanda la nave y el debutante Chen, de 37 años, como acompañante.
A pesar de que las últimas naves espaciales tripuladas de China partieron con tres astronautas, en esta ocasión prefirieron reducir el equipo de abordo para alargar su estancia.
El principal objetivo de la Shenzhou-11 es verificar el correcto funcionamiento de los sistemas del laboratorio Tiangong-2 y comenzar los preparativos para la futura estación espacial china, que las autoridades confían tener operativa hacia 2022.
Jing y Chen realizarán experimentos científicos, entre ellos algunos proyectos en colaboración con instituciones académicas extranjeras y otros propuestos por estudiantes de secundaria de Hong Kong, sobre medicina, física espacial o botánica, junto con observaciones espaciales y mecánicas.
Con el lanzamiento de la undécima nave de la familia Shenzhou -que en mandarín significa “barco divino”-, China cierra un paréntesis de más de tres años sin enviar astronautas al espacio, después de completar dos misiones tripuladas consecutivas en 2012 y 2013.