Científicos creen que las plantas aprendieron a escuchar para defenderse de depredadores

Según una investigación de la Universidad de Misuri, los miembros del reino vegetal desarrollaron sensibilidad frente a las ondas acústicas para protegerse de los animales herbívoros.

Redacción ciencia
05 de abril de 2017 - 01:48 a. m.
Un ejemplar de Arabidopsis thaliana, la planta utilizada en el estudio / Flikr
Un ejemplar de Arabidopsis thaliana, la planta utilizada en el estudio / Flikr

Desde hace años, los científicos saben que el crecimiento y la germinación de las plantas puede ser influenciado por el sonido. La creencia de algunos jardineros, según la cual hablar o cantarle a las matas puede ayudar a que su aspecto mejore, no es del todo descabellada. Sin embargo, las razones por las cuales los miembros del reino vegetal pueden responder a las vibraciones acústicas no eran de todo claras.

Con la intención de resolver ese misterio, científicos de la Universidad de Misuri decidieron grabar el sonido que emitían las orugas al comer hojas, para luego reproducirlo en una habitación en la que había plantas del género Arbidopsis, de la misma familia a la que pertenecen del repollo y la mostaza.

Al ser expuestas al sonido de las orugas masticando, los científicos encontraron que las Arabidopsis thaliana utilizadas en el estudio incrementaban la producción del químico con el que normalmente se defienden de los ataques de las orugas.

En el estudio también se expuso a las plantas al sonido del viento y al canto de los grillos, cuyas vibraciones se asemejan a las emitidas por las orugas mientras comen. Sin embargo, se encontró que el único sonido que desencadenó el sistema de defensa de las plantas fue el que producen las orugas.

Por lo general, las investigaciones que se realizaban para determinar la sensibilidad de las plantas a la energía acústica se hacían fuera del contexto ecológico. Un ejemplo claro son los artículos en los que se describen los efectos de la música clásica en las plantas, como los realizados por Richard M. Klein y Pamela C. Edsall en 1965 y Frank W. Telewski en 2006.

El problema de los experimentos con música es que las plantas eran expuestas a frecuencias y longitudes de onda que no son comunes en su entorno natural.

Con el estudio de la Universidad de Misuri, se puede entender que la sensibilidad de las plantas al sonido es una consecuencia de las necesidades que tienen en su entorno y, por lo tanto, tienen que ver con su proceso evolutivo.

Si consideramos que, dentro de un ecosistema, los insectos son uno de los mayores consumidores de plantas, es apenas lógico que a lo largo de los años, las plantas hayan desarrollado habilidades para detectarlos y defenderse, tanto de ellos como de otros herbívoros.  

En declaraciones concedidas a la página de internet de la universidad que realizó la investigación, Heidi Appel, una de las responsables del estudio se mostró optimista frente a las aplicaciones de este hallazgo: “las orugas reaccionan a la defensa química de las plantas apartándose de ellas, de modo que usar vibraciones para mejorar las defensas de las plantas podría llegar a ser muy útil para la agricultura”.

Por Redacción ciencia

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