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CRISPR, el "cortar y pegar" genético, será probado en humanos por primera vez.

18 pacientes con cáncer serían las primeras personas en ser tratadas con esta revolucionaria herramienta.

Redacción Salud
23 de junio de 2016 - 05:04 p. m.
La NIH ya le dio luz verde a la experimentación.  / Stuart Cale - Flirck
La NIH ya le dio luz verde a la experimentación. / Stuart Cale - Flirck

El año pasado, entre los distintos avances científicos que conoció el mundo, hubo uno que prometió ser la revolución de la ciencia: el CRISPR/Cas9, también conocido como el “copiar y pegar” de la genética, una técnica de edición de genes que permite identificar fragmentos del genoma, cortarlos y pegarlos a la vez.

“Con CRISPR será posible silenciar de manera precisa un gen que funciona inadecuadamente o colocar uno que no funciona, con precisión tal que se asegura no dañar otro gen de los 21 mil que tenemos los seres vivos como los humanos o en cualquier otro organismo vivo”, explicó en su momento a El Espectador el médico genetista Carlos Martin Restrepo, profesor de la Universidad del Rosario. Este mes, advirtió el panel de los Institutos de Salud de Estados Unidos (NIH), sus palabras podrían convertirse en realidad.

Según indica la revista Science, recientemente el NIH, entidad encargada de supervisar todos los proyectos con potencial de modificar el ADN humano, aprobó el primer ensayo clínico que probará un tratamiento contra el cáncer utilizando esta técnica.
Para comprobar si la revolucionaria práctica es segura en humanos, el ensayo, realizado por la Universidad de Pensilvania, el Centro de Cáncer MD Anderson de Houston y la Universidad de California en San Francisco, contará con 18 pacientes con mielomas, sarcomas o melanomas.

De cada uno de los pacientes se extraerán los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos, a los cuales se les modificará a través del CRISPR tres genes, con el fin de que al expresarse en las células inmunes estas puedan atacar selectivamente solo las células cancerígenas y no todas las células del cuerpo, como sucede en la mayoría de tratamientos contra el cáncer.

Aunque la técnica lleva varios meses siendo usada en distintas investigaciones básicas, uno de las incógnitas más grandes y que, se espera, sea respondida con este primer ensayo en humanos, es cuáles son los efectos secundarios que podría tener. Uno de los principales temores que han manifestado los genetistas, es que las “tijeras” que usa la técnica puedan hacer cambios no deseados en el genoma, afectando la respuesta inmunitaria u otros sistemas.

Entre las curiosidades que tendrá este primer ensayo, es que su financiación vendrá de Sean Parker, ex presidente de Facebook, quien ha creado una fundación contra el cáncer que ya tienen 220 millones de euros.

Por lo que ahora, después de que la NIH le dio su aprobación, solo falta el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y de los tres paneles de investigación de las universidades para darle luz verde.
 

Por Redacción Salud

 

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