Se llama efecto tortuga a a ese momento en que el miembro viril se achica y esconde con las bajas temperaturas. Lo cierto, varones, es que no deben preocuparse, cuando llegue un poco de calor volverá a asomarse. O por lo menos, su cabeza.
En casi todas las culturas el pene es objeto de chistes y comparaciones. No en vano, este encogimiento es temido entre los varones porque se asocia con una pérdida de virilidad. Pero esto es falso porque todos los hombres notan este efecto en su miembro, sobre todo si se sumergen en aguas a baja temperatura. Debido al frío el órgano se arruga y se torna blando. (Te puede interesar: "En el festival del pene de Japón, el tamaño sí importa")
Este encogimiento es un efecto natural que no trae mayores consecuencias en la salud. La explicación científica dice que al descender la temperatura, los vasos sanguíneos se contraen en todo el cuerpo para llevar sangre caliente a los órganos internos. Eso hace que inevitablemente el pene disminuya de tamaño.
Una parte se esconde para evitar la pérdida de calor en el tejido graso que recubre el hueso y esto ocasiona una metida hacia adentro. Para salvar espermatozoides, según la ciencia, los testículos también se aprietan contra el cuerpo para mantener el calor y proteger la parte que produce las células germinales. (También puedes leer: "Trasplante de pene para soldados heridos")
Tan escandaloso ha sido esta situación, que en varios países del sudeste asiático se diagnostica un síndrome psicosomático llamado koro. Este quiere decir que los afectados creen que su pene se está reduciendo poco a poco dentro de la barriga y que al final morirán a causa de ello. Aunque se trata de una enfermedad imaginaria, plantea problemas, pues los afectados se cuelgan pesos y hacen estiramientos brutales en su intento por recuperarse.
En Estados unidos se le conoce como turtling o efecto tortuga por la forma en que la cabeza se esconde en el caparazón. después de un tiempo los testículos y el pene volverán a expandirse y recobrarán su forma habitual.