El olor del agua modifica cómo se comportan los peces

Un estudio realizado con el pez tordo indica que estos animales se mueven más rápido cuando perciben depredadores o alimento a través del olfato.

Redacción Ciencia
02 de enero de 2017 - 09:05 p. m.
Los investigadores estudiaron los patrones de comportamiento del pez tordo. / Foto: Nepomuk - Wikipedia
Los investigadores estudiaron los patrones de comportamiento del pez tordo. / Foto: Nepomuk - Wikipedia

El olor del agua en la que están sumergidos los peces cambia su comportamiento. Por lo menos, esto es lo que sucede con el pez tordo, una especie salvaje que suele encontrarse en el mediterráneo y que, cuando se encuentra en agua que huele a alimento o depredador, nada más rápido y hace un mayor número de movimientos.

Así lo concluyó un estudio realizado por varios grupos de investigación, liderado por el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía, en el que exploraron cómo cambiaba el comportamiento de esta especie en cinco tipos de aguas que olían distinto.

Para realizar el experimento el equipo de científicos utilizó un sistema de flujos que permite tener en un mismo espacio dos masas de agua, pero sin que lleguen a mezclarse. Lo que les garantizó que los peces juveniles que estaban estudiando pudieran a travesar dos ambientes y, a la vez, analizar los principales rasgos en el cambio de comportamiento.

En total, los científicos observaron el comportamiento de los peces tordos en cinco masas de agua con olores diferentes: depredador, algas, peces de su misma especie, una planta acuática llamada Posidonea oceánica y un agua filtrada. El comportamiento de los  peces en estas cinco masas de agua fue contrastada con sus movimientos cuando estaban en un agua control, sin olor. Cada uno de los 30 tordos estudiados pasó alrededor de 15 minutos en cada una de las masas de agua y, a través de un software, se analizó su comportamiento. 

“Decidimos medir la velocidad a la que se movía el pez dentro de las distintas masas de agua y el número de movimientos bruscos que hacían dentro de ellas”, explicó Adam Gouraguine, autor principal del estudio, al periódico español El País. “La velocidad a la que se mueven los peces puede ser un indicador de cómo se siente el pez ante cada escenario”, agregó.

Los primeros resultados que arrojó el estudio, publicado en la revista Journal of Experimental Marine Biology and Ecology, estaban relacionado al tiempo que pasaban los peces en cada masa de agua. Concluyeron, curiosamente, que a los peces tordos les daba igual estar en una o en otra.

Sin embargo, en un segundo resultado, donde estudiaron cómo se comportaban según el olor del agua, notaron que cuando el líquido olía a peces de la misma especie no había ninguna alteración en el comportamiento, mientras que cuando se encontraba en aguas con olor a depredador o alimento, aumentaban los movimientos.

“En el agua con olor a su misma especie se sienten a salvo, por eso nadan más despacio. Se sienten tranquilos en comunidad”, contó Gouraguine. Lo que indica, de alguna manera, que cómo reaccionan los peces ante el olor del agua corresponde a un mecanismo de defensa relacionada con la huída y la supervivencia.


 

Por Redacción Ciencia

 

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