La próxima nave que buscará vida extraterrestre será del tamaño de una uña

El microchip llegará a Próxima b, un planeta a apenas 4,25 años luz de la Tierra. Se cree que la zona tiene el potencial para que los humanos lo habiten.

Redacción Ciencia
03 de octubre de 2016 - 05:44 p. m.
Imagen de cómo podría ser Próxima b.  / ESO
Imagen de cómo podría ser Próxima b. / ESO

Su nombre es Próxima b, está a apenas 4,25 años luz de la Tierra, orbita entorno a la estrella enana más cercana de nuestro Sistema Solar y podría convertirse en la zona con más probabilidades de ser habitada por el humano.

Reemplazando a Kepler-425b, que con una distancia de 1.400 años luz se había coronado como el planeta más parecido a la Tierra, en agosto de este año el Observatorio Astral Europeo (ESO) descubrió que la masa de Próxima b, sumada a la zona en la que orbita, podría destronar al primero y convertirse en el primer planeta que lidera la lista para que los humanos vivan en él. ¿Pero es posible que logremos llegar hasta tan lejos?

Para poder dar una respuesta Pete Worden, director del centro Ames de la Nasa, ya está trabajando en la misión Breakthrough Starshot que busca llegar hasta Próxima b. Sin embargo, no sería una nave gigante como las que solemos imaginar cuando pensamos en la NASA, sino un chip del tamaño de una uña que tendría la misión de medir datos importantes del planeta.

“Para alcanzar Próxima b con un cohete convencional falta tanto combustible como masa tiene nuestra galaxia”, explicó el experto esta semana en un congreso que se realizó en Guadalajara, México.

Ante esto, la única vía posible es montar el chip en una vela espacial, de dos por dos metros, que será proyectada desde la Tierra y se alimentará con fuentes de luz láser que saldrán desde el mismo punto. La plata, claro, tiene que venir de un fuerte bolsillo y esta vez será aportada por Yuri Milner, un físico teórico e inversionista ruso que ya ha apoyado varios de los premios científicos más reconocidos del mundo.

La suma que dará son 100 millones de dólares que irán a parar en las ideas que ingenien 30 expertos sobre cómo desarrollar las tres tecnologías necesarias para construir el micro chip.

La espera, claro, será larga. Los materiales necesarios para obtener la vela pueden llegar a tomar cinco años para ser desarrollados. Se cree que el primer prototipo estará listo dentro de 15 años y, en total, Milner financiará 10.000 millones de euros. “Es un coste equivalente al acelerador de partículas”, aseguró Worden al periódico español El País.

Lo curioso, sin embargo, es que el proyecto está enmarcado en SETI, una iniciativa que busca vida extraterrestre y que está impulsado por Milner y el gobierno de Estados Unidos. Por lo que la misión que llegará a Próximo b se unirá a la entrada en vigencia de súper telescopios como el del E-ELT europeo o el mayor radiotelescopio construido por los Chinos. Un próximo movimiento de ciencia espacial que, finalmente, tiene una misión muy sencilla: interceptar una señal de la vida fuera del planeta Tierra.

Por Redacción Ciencia

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar