El Magazín Cultural

38 grados de fiebre y una nave musical de nombre UFO BAND

El libro "Like a Rolling Stone. Historias y perfiles de estrellas del rock", reúne anécdotas, apologías y contextos de artistas como Freddie Mercury, Jim Morrison y Bob Dylan, entre otros.

Ramiro Meneses*
28 de abril de 2017 - 01:10 p. m.
Portada del libro "Like a Rolling Stone. Historias y perfiles de estrellas del rock".
Portada del libro "Like a Rolling Stone. Historias y perfiles de estrellas del rock".

Apenas asomaban los besos en los bailes de rock duro, las caras se ocultaban en la oscuridad de la noche y las melenas de ambos sexos se fundían en alguna habitación adaptada como pista para baile, que servía como punto de encuentro para menear la cabeza, guitarrear en el aire y alejarse de las propuestas de los adultos.

Aún hoy no recuerdo el color de las paredes, ni sus cuadros, ni sus muebles, solo tengo la sensación del sonido atrapado entre sus muros y unas guitarras que desprendían hierro. Pero una de estas bandas venía en una nave espacial que se acercaba a velocidades astronómicas trayendo el sonido galáctico de una de las mejores del hard rock alienígena de 1978. Un único LP en la ciudad de Medellín, un poseedor del tesoro de la época,  un centinela del área 51, “el Nico” , dueño y rey del “No heavy petting” de la banda británica UFO, agrupación musical escasa, rara y por lo tanto de gran placer y curiosidad para el oído interno. Encontrar acetatos en aquella época no era fácil, solo los caminantes y rebuscadores daban con los tesoros discográficos, así que hallar a UFO era de titanes y de suerte. Yo, un privilegiado.

Rock duro, seco, con guitarras viajeras como los ovnis, que traspasaban las habitaciones de los rockeros de los 70, logrando represión (por la pinta y por el pelo) y problemas en las juventudes del entonces. Conocí la banda finalizando los 70 y comprendí su música durante los 80, una mezcla fuerte, hipnótica y liberal, un rock variante, pesado y subliminal.

Phil Mogg, su vocalista, una voz sin falsetes marcados, seca, semidulce con la fuerza suficiente para impulsar la banda a través de los astros psicodélicos de adoración de los terráqueos y que pone en evidencia la genialidad de la alineación inglesa tan poco conocida por muchos y tan apreciada por selectos. Una banda con búsqueda propia que arranca el viaje con Mick Bolton, comandando la guitarra; Pete Way, cabalgando el bajo y Andy Parker, pedaleando en la batería. Una agrupación sólida de hard rock con letras que hablan desde románticos puntos de vista, de personajes y sitios de la Inglaterra setentera. 

UFO emprende en los 70 una búsqueda interestelar por el amplio panorama del rock duro, llegando al siguiente portal de aquel período y renovándose con sonidos más pesados y agresivos, el heavy metal se apodera de sus mentes y se nota en cada una de sus canciones, en las guitarras repletas de distorsión, en los efectos, en el fuego producido por la batería y en la voz privilegiada del vocalista,  la banda despliega raíces en la industria y está lista para hacer estragos en el género rock  heavy de la época.

Los motores de la nave hacen ignición, pero a medida que preparan el terreno para una buena cosecha, llegan los problemas inesperados, sus integrantes son afectados por diferentes plagas y la solidez del grupo musical tambalea, empiezan los reemplazos de 

sus intérpretes y a partir de ese momento se ven condenados a vivir con la dificultad. Bajistas, guitarristas, bateristas y teclado son parte de una larga lista de integrantes que pasan por su formación, la herida está abierta y no hay manera cercana de cerrarla, el desespero de sus fundadores los lleva a refugiarse en aciertos efímeros y constantes, su exploración llega hasta Alemania, allí conocen un prodigio de la guitarra y con él un sonido que los marcará para siempre.

Michael Schenker, único en su estilo, cabe tan perfecto en UFO que se vuelve imprescindible, necesario, un sello difícil de borrar, una marca indeleble que traza un sendero directo al heavy metal. Schenker, rubio, estridente, ególatra, genial, líder, es el que catapulta a UFO BAND a una nueva era, su guitarra Flying V suena en el interior del platillo volador.

UFO toma un camino nuevo de la mano de Michael y su guitarra, él no habla una gota de inglés y ellos ni cinco de alemán, aun así deciden cruzar el hiperespacio haciendo nuevas canciones para los rockeros, el silencio deja de existir, ahora todo es nuevo, agresivo, expresivo, la agrupación se abre camino, taladra el universo y nos pone a escuchar el heavy metal que acaba de nacer.

Ellos van de planeta en planeta, llevando el cambio para el rock duro, ahora llueve heavy metal del más puro, todo funciona bien, sus LP´S se venden, alcanzan volúmenes suficientes para ganarse dos discos de platino, Europa ahora les conoce, cantan sus canciones, los japoneses también los reclaman, llenan sus conciertos, las giras son un éxito, sus músicos son la inspiración de otros músicos, pronto se convierten en la banda a imitar. Años dorados.

Michael es indudablemente uno de los mejores guitarristas de la escena del momento, su fama y popularidad crecen a híper velocidad,  UFO no se queda atrás  y el triunfo los corona para no dejarlos en el olvido del rock pesado, la banda vive su mejor momento.

Pero el resplandor ciega la visión y la agrupación musical cae en el círculo de luz que los irradia, acariciando con problemas el interior de la astronave. Michael sufre una mutación, el consumo de alcohol acentúa su temperamento acelerado y fornido, poco a poco se  transforma en un lío para el grupo, las peleas y los truenos, averían seriamente la nave espacial.

UFO nunca se recobró del incidente, hicieron muchos intentos, cambiaron los tripulantes una y otra vez, lograron estabilizar la nave y corregir algunos daños, pero sucumbieron ante las pocas posibilidades de recuperación. No obstante de manera testaruda  se permitieron varios tanteos sin desfallecer, aun así, nuevos discos, giras y conciertos no fueron suficientes; ya habían entrado en el agujero negro.

Han pasado muchos años, pero en las noches más claras del rock, todavía se escucha su música cuando surca el firmamento, la nave no ha dejado de tocar y aún raya el universo cada vez que pasa por el alma de un rockero.

*Músico. Actor. Director audiovisual. Fotografía. Pintura y arte en general. Escritor del libro El jardín de los sentidos.

Por Ramiro Meneses*

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