El Magazín Cultural

Alta fidelidad: III Muestra de cine documental musical en Bogotá

Más de 40 documentales en exhibición. El miércoles en el lanzamiento se proyectó “We Like It Like That”, un documental sobre el Boogaloo.

Camila Builes
30 de julio de 2015 - 01:47 p. m.
El documental que retrata la expresión de la música latina en EE.UU. / Cortesía
El documental que retrata la expresión de la música latina en EE.UU. / Cortesía

 

La tercera edición de Alta Fidelidad: Muestra de cine documental musical, tendrá una exclusiva selección de títulos que reúne diversos géneros musicales, artistas independientes y comerciales y un sin número de tendencias relacionadas con la música a nivel mundial. Algunas de las actividades académicas y alternativas programadas son el estreno de tres documentales, la celebración del segundo aniversario del Mercado del Vinilo y el concierto, por primera vez en Colombia, del músico neoyorkino Joe Bataan: El Rey del Latin Soul y del Boogaloo.

La resurrección del Boogaloo

1950, Nueva York. La ciudad se preparaba para una caída económica que aumentaría las tasas de crimen en las calles, el racismo llegaba a su pico más alto, el fin de la II Guerra Mundial repercutía en la estabilidad social de todos los países del mundo y la Gran Manzana se llenaba de inmigrantes comprando la recién inventada idea del “sueño americano”.

En El Barrio, el South Bronx Y Brooklyn los jóvenes que salían de los colegios se paraban en el andén de una de sus calles, al frente del perla capó de un Porsche y sus manos negras iniciaban el baile entre el metal del auto y las yemas. Un sonido emergía, como agua: incontenible, algo que sonaba como parte de ellos pero nada parecido a lo que sus papás estaban acostumbrados a oír. Era el nacimiento de algo y -casi siempre- cualquier nacimiento es una rebelión.

“Toda generación necesita su propio sonido, y si esa música la odian sus papás, aún mejor”, sentado dando la espalda a un piano y a unos timbales le cuenta a la cámara de “We Like It Like That” Pete Rodriguez, la legendaria figura del Boogaloo.

¡Boogaloo, qué rico boogaloo!

Las esperanzas de encontrarse en la radio se iba diluyendo entre la segregación social y el racismo. Los jóvenes hijos de latinos y afrodescendientes nacidos en Nueva York encontraron en la Guajira, un género musical proveniente de la región oriental de Cuba, en el Jazz y el Soul, la imagen de sus papás, de sus abuelos, de sus historias; pero ellos necesitaban contar la suya, la propia. Una historia que hablaba en inglés pero con sangre caribeña.

Se dio por sí solo. En la calle 52 y la Avenida 8 en Manhattan, un lugar llamado el Palm Gardens Ballroom. Sitio poco frecuentado por hispanos. Los bailadores le solicitaron al director Pete Rodríguez que agregara Soul a su música. De esa mezcla de Soul y acordes de Jazz con música latina especialmente Guajira y Son montuno, germinaría el Boogaloo”. El primer sonido que era la combinación de los sonidos de sus ancestros pero con letras de sus vidas modernas, de los sucesos de la calle, de la vida real; surgió de un piano.

Vivir muriendo

Nadie esperaba que el Boogaloo se marchitara antes del su florecimiento total. Las grandes industrias de la música estadunidense temían que el nuevo género musical se apropiara de las emisoras y debastó cualquier oportunidad de éxito que alguna canción, a parte de los tres hits ya pegados, pretendiera.

La Fania All Star fue el disparo fulminante para el tercer ritmo creado por los latinos en EE.UU.

Todo vuelve. Regresa por ley natural de la vida. Un día, un Dj de Nueva York en una fiesta en el Central Park reprodujo “Bang Bang” de Joe Cuba. Era el 2013 y el Boogaloo empezaba a resucitar.

 

Para consultar la programación da clic aquí

Por Camila Builes

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar