El Magazín Cultural
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Antesala de una tragedia anunciada

EL PRÓXIMO 6 DE AGOSTO se estrena la película “Antes del fuego”, una cinta de Laberinto Producciones, con el apoyo del Canal Caracol, que desde la perspectiva de los 19 días que antecedieron a la toma del Palacio de Justicia, reflexiona sobre aquellos días trágicos de 1985.

Jorge Cardona Alzate.
20 de julio de 2015 - 02:00 a. m.

El viernes 18 de octubre de 1985 fue noticia de páginas interiores. Las autoridades descubrieron un plan de la guerrilla del M-19 para tomarse el Palacio de Justicia. Salió en El Tiempo, El Siglo o El Bogotano. El país quedó notificado de un hecho que se pudo evitar y que alguien más sabía y por eso murió. En este contexto nace y se desenvuelve el thriller Antes del fuego, que entre realidad y ficción hace memoria sobre los 19 días que antecedieron al terrible episodio que 30 años después aún desgarra la conciencia nacional.

El ambiente era tenso. El gobierno de Belisario Betancur entraba en su fase final y su proyecto de concertar la paz con las guerrillas seguía en crisis. Las Fuerzas Militares eran su principal opositor. Pero ese 18 de octubre la expectativa era más la visita del presidente de Francia, Francois Mitterrand, o la antesala del Reinado Nacional de Belleza en Cartagena. La noticia sobre las intenciones del M-19 fue menor y nada se dijo de las amenazas que el narcotráfico desplegaba contra los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

En este estricto marco histórico, Antes del fuego plantea un capítulo paralelo que desde la ficción refuerza la idea de que lo sucedido el 6 y el 7 de noviembre de 1985 sí fue una toma anunciada y, por eso, tres décadas después, sigue siendo incomprensible que a la hora del ataque guerrillero no hubiera un solo miembro de la Fuerza Pública custodiando el Palacio de Justicia. A los ojos de hoy, “lo que pasó fue una oda a la estupidez y a la soberbia”, concluye el productor general de la película, Alessandro Angulo Brandestini.

Con varios meses de investigación y preproducción, y 18 días de rodaje en 30 locaciones en el centro de Bogotá, la película plantea su propia historia. El mismo día de octubre en que Colombia se entera de los planes del M-19, aparece muerto de un balazo en su oficina particular el periodista Roberto Sepúlveda. Las autoridades lo reportan como suicidio, pero su socio, el abogado Arturo Mendoza, no lo cree y en compañía de la practicante Milena Bedoya empieza a investigar hasta que fatalmente descubren el secreto.

Una hora y 22 minutos que ambientan adecuadamente la Bogotá de los años 80 y sus noches filtradas por luces distintas, con una puesta en escena en la que cada objeto significa esa época. Los carros, los teléfonos, las máquinas de escribir, los uniformes. “Lo único que no tuvimos fue tanques de guerra”, comenta la productora ejecutiva Diana Camargo. Con material de archivo de imagen suministrado por Caracol Televisión –coproductor de la película– y audios originales de Caracol Radio, Antes del fuego constituye un regreso al pasado para asumirlo sin tener que darlo por auténtico.

Es un thriller, pero todos los que participaron en su creación saben que no hay un colombiano que no haya sido tocado por la herida abierta del holocausto del Palacio de Justicia. Su directora, Laura Mora, por ejemplo, tenía apenas seis años cuando ocurrieron los hechos, pero recuerda a su familia escuchando por radio lo que estaba sucediendo en la Plaza de Bolívar. Aunque duró varios años fuera del país, tras el asesinato de su padre en 2002, siente que ahora les devuelve a los espectadores un contexto que se debe confrontar.

El protagonista es el reconocido actor pereirano Luis Fernando Hoyos, quien evoca el día de la toma como el de un paseo a una finca de la familia que terminó en la casa de un vecino, todos viendo y oyendo, “como una película de terror”, las noticias de lo que sucedía a escasa distancia de la casa de gobierno. Hoy admite que encarnar a un periodista de la época sin sentirse tocado por la historia no fue fácil. Sobre todo cuando recalca que es una “vergüenza mundial” que este doloroso momento siga envuelto en verdades ocultas.

La actriz Mónica Lopera, coprotagonista de la película, tenía dos meses de vida cuando ocurrieron los hechos. Cuando creció, creyó entenderlos desde la versión oficial, pero cuando empezó a indagar en el tema y luego le llegó el guión de Mauricio Cuervo, concluyó que ella y buena parte de su generación vivían desinformados. Por eso siente que interpretar a la hija de una empleada de la cafetería del Palacio de Justicia que intuye el horror que llega, fue una experiencia que valió la pena por la reflexión que la acompaña.

“La gente que sigue mirando el tema de manera sesgada no va a cambiar de opinión por ver la película, pero aspiro a que ayude a entender la Colombia de los años 80, con un Estado débil e inseguro tratando de frenar lo imposible y un poder violento y devastador del narcotráfico, capaz de corromperlo todo”, señala Alessandro Angulo, quien insiste en el respeto que plantea la obra respecto a las víctimas, pero no oculta su crítica al periodismo “que siempre juzga y señala pero no investiga lo suficiente y necesario”.

Las tensiones políticas y militares que desde los tiempos de Belisario Betancur caracterizan los procesos de paz, los vasos comunicantes de la ilegalidad donde el poder del dinero carece de límites, lo que se deja de informar porque intereses superiores lo impiden, o la indefensión de las víctimas frente a los excesos de todos los que quieren imponerse desde las armas, son asuntos conexos que Antes del fuego quiere sacar a flote para controvertir, antes que agotar la cronología exacta de los 19 días que antecedieron al holocausto.

“No hubo autocensura en el trabajo creativo y, en cambio, el postulado fue que la trama daba posibilidades de plasmar las hipótesis que existen sobre el tema”, resalta el guionista Mauricio Cuervo. De hecho, sucesos como el atentado al comandante del Ejército, general Rafael Samudio, ocurrido el 23 de octubre; o el asfixiante cerco de los carteles de la droga a los magistrados, también incluido en el argumento, hacen parte de las vidas cruzadas de un periodista y su practicante que también despliegan su saga de amor.

Una película de la productora Laberinto Cine y Televisión que, con más de 20 años de experiencia, ha querido darle a sus últimos contenidos un énfasis en recuperación de la memoria y derecho a conocer la verdad como ejes centrales de sus contenidos. En esta ocasión, con cámaras modernas pero lentes de la época para lograr ambientación natural, locaciones en Bogotá poco exploradas en filmaciones, un reparto profesional para cada secuencia de la historia y una exhaustiva labor de arte y vestuario.

En pocas semanas se cumplirán 30 años de la cruenta batalla del Palacio de Justicia. Un momento que llega antecedido por los sesgos ideológicos que sigue dejando la tardía intervención de la justicia, pero cuyos hallazgos permiten esperanzarse en la verdad. Sin pretensiones de sustituirla o siquiera de complementarla, porque como afirma Alessandro Angulo, “los desaparecidos siguen desaparecidos y el país bordeando el precipicio”, el thriller Antes del fuego se anticipa para recordar que esa tragedia de noviembre pudo ser evitada.

Por Jorge Cardona Alzate.

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