El Magazín Cultural

Camarón de la Isla, “Soy gitano”

El cantaor español grabó su primer disco a los 17 años y en 1979 realizó la producción discográfica “La leyenda del tiempo”, uno de los registros más revolucionarios del flamenco. Perfil de un artista tan innovador como introvertido.

Juan Carlos Piedrahíta B.
11 de diciembre de 2016 - 02:31 p. m.
José Monge Cruz, Camarón de la Isla, murió en Barcelona el 2 de julio de 1992. / Cortesía
José Monge Cruz, Camarón de la Isla, murió en Barcelona el 2 de julio de 1992. / Cortesía

El ídolo del flamenco fue prácticamente un analfabeta. La proximidad de José Monge Cruz, más conocido como Camarón de la Isla, con el entorno  siempre estuvo mediada por las vísceras y no por la cabeza. La muerte prematura de su padre hizo que abandonara la educación formal porque su urgencia más inmediata era colaborar al sostenimiento de su familia.

Por eso antes de cumplir diez años ya cantaba en tabernas, a las que se le permitía el ingreso solo en las tardes y sus ganancias dependían de su capacidad para conquistar el bolsillo del público antes de que naufragara en los ríos de la droga y el alcohol. Su introversión era pasmosa, casi rayaba con el mutismo, y muy pocos afortunados lograron intimar con él a fondo.

Paco de Lucía, uno de los maestros de la guitarra flamenca, fue uno de los pocos que lo conoció en esencia. La amistad entre estos dos personajes sobre los que se fundamenta buena parte del género español se fraguó durante la adolescencia.

Con de Lucía, Camarón de la Isla grabó su primer disco a los 17 años y en 1979 realizó la producción discográfica “La leyenda del tiempo”, en la que invitó a algunos de los integrantes de las bandas de rock flamenco, como Kiko Veneno, para hacer un registro innovador desde cualquier arista analítica. En ese entonces, el joven José Monge Cruz era la esperanza de los puristas del flamenco y hasta ese momento sus álbumes habían estado ligados solo con los palos (estilos) tradicionales del cante jondo. 

La perdición para Camarón de la Isla y a la vez para los cultores de las manifestaciones gaditanas fue el sonido de la banda Emerson, Lake and Palmer. Estos rockeros progresivos comenzaron a determinar la propuesta musical del cantaor español, que se convirtió en la máxima estrella con el agravante de que le huía a las multitudes que lo perseguían hasta en los escenarios más íntimos.

Su exposición a la fama, su misma falta de educación y su carácter introvertido lo llevaron a buscar refugio en las drogas. En 1989 graba “Soy gitano”, tal vez el disco más vendido de la historia del flamenco, en el que colabora el guitarrista Vicente Amigo. Tres años más tarde publica su último registro en vida, “Potro de rabia y miel”, en el que contó con el respaldo de las cuerdas acústicas de Paco de Lucía y de Tomatito.

A mediados de la década del 80, José Monge Cruz se enganchó a la heroína y eso sumado a un agresivo cáncer de pulmón le ocasionaron la muerte el 2 de julio de 1992, a sus escasos 41 años. Dos días antes de la desaparición de otro genio y revolucionario de la música popular: el gran maestro del Mar del Plata, Astor Piazzolla. Palmas flamencas por siempre para Camarón de la Isla, quien nació el 5 de diciembre de 1950 y este mes estaría cumpliendo 66 años.

 

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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