Cine bajo las estrellas

Una de las escenas de la película ‘Amor crónico’, dirigida por Jorge Perugorría, director cubano. /Cortesía

Siete días en La Habana
La piel de La Habana, sus entrañas, aquellos diálogos imposibles de captar, las complicidades, las rencillas y amores y deseos hacen parte de ‘Siete días en La Habana’, una de las película más ambiciosas sobre la capital de Cuba en los últimos años. Son siete días, los siete días de la semana, retratados por siete directores. Julio Medem, Laurent Cantet, Benicio del Toro en su primera aparición detrás de cámaras; Gaspar Noé, Elia Suleiman, Juan Carlos Tabio y Pablo Trapero. Cada uno eligió un tópico, cada uno muestra La Habana que vio. En palabras del escritor Leonardo Padura, “son diferentes formas de ver La Habana, desde dentro, desde fuera, desde muy cerca y desde la mirada asombrada de los que descubren la ciudad por la primera vez. Habla de una ciudad que se muere y vuelve a levantarse. Habla de mi ciudad”. Si José Martí decía “La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla”, en este filme habría que agregar que es la imagen la que debe decir la verdad.

Los rebeldes del fútbol
Éric Cantona fue uno de los mejores futbolistas de la historia del Manchester United, pero más allá de sus dotes deportivas, siempre fue un hombre rebelde. Señalado por el establecimiento cada vez que se equivocaba en una cancha, no se dejó amedrentar, y luego de su retiro de las canchas se dedicó al cine. En Cartagena presentará su documental ‘Los rebeldes del fútbol’, dirigido por Gilles Perez y producido por Gilles Raf. En él, Carlos Caszely, Didier Drogba, Sócrates, Rachild Mekhloufi y Predrag Pasic cuentan sus historias desde sus propias ciudades, historias de rebelión, de enfrentamientos con el sistema imperante en sus países, que en algunos casos acaban en tragedia. En síntesis, son cinco vidas y actitudes que demuestran que los estrellatos no sólo deben servir para alimentar egos y cuentas bancarias, sino para contribuir a crear una sociedad más justa, exponiendo, en ocasiones, la vida misma.

Anina
Diez años atrás, el escritor y dibujante uruguayo Sergio López publicó una novela que llevaba por nombre ‘Anina Yatay Salas’. La obra fue ilustrada por Alfredo Gordeguit, quien quedó prendado de la historia y comenzó a trabajar en hacer de ella una película, su primera película. La trama de ‘Anina’ se desarrolla a partir de las conflictos que una niña tiene por sus nombres, ya que los tres, Anina Yatay Salas, se pueden leer de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Los continuos hostigamientos que sufre la niña la llevan a vivir diversos dramas psicológicos, pero también la ayudan a madurar. Para la crítica del Festival de Cine de Cartagena, y según la reseña de la revista oficial del certamen, “algunas de las secuencias de las pesadillas de ‘Anina’ entran desde ya a la historia de los mejores momentos de la animación latinoamericana”.

Amor crónico
Jorge Perugorría, el director cubano, define su película ‘Amor crónico’ como un docu-mental en el que el segmento del docu son los conciertos de una gira de Cucu Diamantes por Cuba luego de un viaje por los Estados Unidos, y la parte mental es la absurda comedia que se desarrollo en torno a la figura de Diamantes, la primera mujer en presentarse en Cuba habiendo estado en el exilio. Ella, que se define como demasiado cubana para vivir en Nueva York y demasiado neoyorquina para vivir en La Habana, acaba por vivir un romance catalogado por los críticos como “surreal”. ‘Amor crónico’ es docu y mental, pero también música, amor, ritmo, fantasía y magia.