El Magazín Cultural
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La condición humana en movimiento

El montaje coreográfico del Mincultura para 2014 se estrena el próximo jueves en el Teatro Colón, en Bogotá, después de una corta exhibición en Medellín.

Juan Carlos Piedrahíta B.
09 de noviembre de 2014 - 02:00 a. m.
La coreógrafa colombiana Elsa Valbuena, radicada en Estados Unidos, concibió el montaje ‘Impronta en sus ojos’ como una forma de reflexión humana de adentro hacia afuera. / Fotos: Alexander Gümbel
La coreógrafa colombiana Elsa Valbuena, radicada en Estados Unidos, concibió el montaje ‘Impronta en sus ojos’ como una forma de reflexión humana de adentro hacia afuera. / Fotos: Alexander Gümbel

Con cada montaje coreográfico realizado se le multiplican las preguntas a Elsa Valbuena. Las respuestas disminuyen mientras que los cuestionamientos se incrementan con los movimientos que ve ejecutar a su cuerpo de baile. Durante la creación se le aparecen interrogantes a la coreógrafa colombiana radicada desde 1992 en Estados Unidos, pero ella confía tanto en su proceso que decide continuar y toma la situación como una oportunidad para convertir lo que está gestando en una prueba estética de la condición humana.

El hecho de vivir en un territorio ajeno ha provocado en Valbuena una sensación extraña, en la que se mira la realidad social del país con mesura, con sutileza, pero sin perder el sentimiento ni la importancia. Por eso plantea dentro del desarrollo de su trabajo artístico situaciones inquietantes y le gusta defender el componente social en el arte. Ella se fue a complementar su formación como coreógrafa en Estados Unidos, por tener en ese país oportunidades laborales inmediatas con las que podía darle visibilidad a Colombia desde un escenario alterno a la violencia.

La danza contemporánea la ha disfrutado y padecido Elsa Valbuena desde todas las aristas. Ha sido bailarina, directora y coreógrafa, los tres aspectos que involucran el desarrollo artístico en el escenario. Como bailarina sabe a la perfección cuáles son los movimientos y hasta dónde se puede llegar con el cuerpo, como directora es consciente del montaje como propuesta colectiva, mientras que como creadora es capaz de establecer elementos conectores entre el arte y la cotidianidad del ser humano.

“Mi trabajo tiene que ver con la condición humana, y hablo de esto desde las perspectiva que vivo. Puedo abordarlo desde lo que me afecte mundial o localmente, pero siempre he sentido que mi tendencia es a asumir la danza desde la condición humana y lo que de alguna forma está latente en nuestro alrededor. Lo que pasa ahí es que en ocasiones se puede convertir el arte en preocupación o en interés o en una invitación para salir adelante”, asegura Elsa Valbuena, quien en 1982 creó en Cali la compañía Gaudere Danza, cuyos objetivos han sido la creación, la colaboración y la comunicación a través del lenguaje del cuerpo.

Los interrogantes, la realidad social del país, la exigencia estética y, por supuesto, la condición humana llevaron a Elsa Valbuena a crear el proyecto Impronta en sus ojos, el montaje del Ministerio de Cultura durante 2014, para el que se adelantaron audiciones en mayo en Medellín, con el fin de descentralizar la iniciativa, y fueron seleccionados diez bailarines con los que comenzó el trabajo coreográfico.

“Impronta en sus ojos es vida. Para mí era esencial trabajar de adentro hacia afuera en este montaje. No quería hacer sólo la imagen estética y centrarme únicamente en lo que se ve, no era crear una frase de movimiento. Yo quería investigar el movimiento, de dónde sale, los impulsos, las sutilezas; experimentar lo que viene de adentro hacia afuera, porque cuando sale ya es un recorrido distinto. Mi propuesta era abrir la posibilidad de que todos tuviéramos una experiencia común pero distinta a la vez”, cuenta Valbuena, quien tiene en su haber reconocimientos importantes otorgados por entidades nacionales y extranjeras.

La coreógrafa no tenía la idea de contar una historia con un orden, su intención era crear sensaciones a través de posibles relaciones humanas. Sin embargo, mientras iba creando la obra fue encontrando escenas que se podían asignar a una parte específica de la pieza, así como historias interiores que se gestaron a partir de la improvisación.

“Dentro de las partituras de Impronta en sus ojos hay ciertas reglas. Sin embargo, entre esas reglas el bailarín es libre de moverse. La improvisación en ese sentido está estructurada porque se intenta que haya una conversación, que en la soltura o libertad de la que goza el artista tenga también la responsabilidad de contar algo”, concluye Elsa Valbuena, antes de presentar en Bogotá su pieza de danza contemporánea, un experimento con el que las preguntas se multiplican con la misma fluidez con la que se mueven los bailarines en escena. 

* jpiedrahita@elespectador.com 

* Impronta en sus ojos, 14 de noviembre a las 7:30 p.m. y 15 de noviembre a las 11:00 a.m. y las 7:30 p.m. Teatro Colón, calle 10ª Nº 5-32, Bogotá. Informes y boletería: 593 6300 y www.tuboleta.com.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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