El Magazín Cultural
Publicidad

La consentida del batallón

El ciclo de verano de la Ópera Metropolitana de Nueva York presenta este sábado “La hija del regimiento”, obra cómica de Gaetano Donizetti.

Luis Carlos Aljure
01 de agosto de 2015 - 03:25 a. m.

Durante muchos años La hija del regimiento, de Gaetano Donizetti, permaneció en el olvido, pese a que todavía a principios del siglo XX la obra gozaba de popularidad. Desde la década de 1950, cuando comenzó el llamado renacimiento del bel canto, con María Callas a la cabeza, esta y otras piezas de gran factura fueron rescatadas en todo su esplendor dramático y vocal para las audiencias amantes de la ópera. El reconocimiento creciente que hoy tiene La hija del regimiento se debe en buena parte al legendario tenor italiano Luciano Pavarotti, que contribuyó a la divulgación de la partitura al incluirla en su repertorio en la década de 1960. Y la obra le devolvió el favor con creces poco tiempo después, porque el 17 de febrero de 1972, en la Ópera Metropolitana de Nueva York, luego de cantar nítida y cómodamente los nueve temibles dos de pecho del final del acto primero, el público estalló en una frenética ovación ante la hazaña, que además le aseguró al tenor un lugar en la primera página del New York Times.

El do de pecho, que se ubica dos octavas por encima del do central del piano, y que los especialistas prefieren llamar do sobreagudo, suele ser la nota más alta de la tesitura de los tenores (aunque excepcionalmente éstos pueden ser exigidos con notas todavía más agudas). Los agudos estratosféricos, el canto rápido y con florituras, así como el legato, o canto ligado, en el que las notas sucesivas se funden unas en otras para producir un sonido terso y homogéneo, son algunas características esenciales del bel canto, una corriente que se asocia generalmente con los nombres de Rossini, Bellini y Donizetti, los tres grandes maestros de la ópera italiana del primer romanticismo. En este montaje de la Met de La hija del regimiento, los personajes principales estarán representados por dos estrellas de la lírica, la soprano francesa Natalie Dessay y el tenor peruano Juan Diego Flórez, que también ha cautivado al mundo con los dos de pecho que tanto impulsaron la carrera de Pavarotti.

La hija del regimiento fue compuesta en un momento especial de la vida de Donizetti. El compositor había enfrentado la pérdida prematura de su esposa, sufrido algunos reveses profesionales y empezaba a manifestar entonces los primeros síntomas de la sífilis que lo conduciría a la locura. Además, en 1838 se había trasladado de Italia a París con la idea de seducir a la que se consideraba la capital de la ópera en ese tiempo.

Fue la primera obra que compuso sobre un libreto originalmente en francés y la presentó en 1840 en la Ópera Cómica de París. Aunque el éxito no fue inmediato, sí llegó pronto y se propagó por otros lugares.

Esta ópera graciosa de trama sencilla es protagonizada por María, una niña que fue abandonada en tiempos de guerra y que fue criada sin refinamiento por un batallón del ejército. El asunto se complica cuando alcanza la edad para casarse, se enamora de un joven con el que, en principio, no puede unirse, y además aparece a reclamarla su mamá biológica, que resulta ser una rica marquesa. En La hija del regimiento conviven el canto virtuoso, la vena popular, las marchas militares y el gesto cómico, además del instinto escénico y la inventiva melódica del compositor italiano.

Sábado 1º de agosto, 11 a.m. Salas de Cine Colombia en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena.Dirección musical: Marco Armiliato. Producción: Laurent Pelly.María: Natalie Dessay. Tonio: Juan Diego Flórez. Sulpice: Alessandro Corbelli. Marquesa: Felicity Palmer.

Por Luis Carlos Aljure

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar