El Magazín Cultural

Cuando Eduardo Galeano viajó a Colombia por Fals Borda

El 20 de febrero de 1986 la periodistas de El Espectador Ángela González describió un encuentro entre uno de los sociólogos colombianos más insignes del país y el escritor uruguayo para presentar el cuarto tomo de la obra insigne, ‘Retorno a la Tierra; Historia Doble de la Costa’.



Ángela María Gonzales
18 de abril de 2015 - 12:25 p. m.
Cuando Eduardo Galeano viajó a Colombia por Fals Borda

Volvió Eduardo Galeano a Uruguay y está de nuevo en Colombia sin algunos pelos menos, pero es el mismo eufórico intelectual de 'Las Venas Abiertas de América Latina', el de las palabras ordenadas en frases divertidas y amenas, cuya segunda preocupación sigue siendo la calvicie, después de la primera, que es el desarrollo, aclara.

La visita de Galeano obedece a un acontecimiento específico: el lanzamiento del cuarto tomo de la Historia doble de la Costa, Retorno a la Tierra, de Orlando Fals Borda que se realizará en Bogotá con los gaiteros de San Pelayo y el conjunto de danza Santa Catalina, que vino desde Carrillo, Córdoba para empapar de folclor costeño.

Del escritor uruguayo, además, de sus libros (Días y noches de amor y de La canción de nosotros entre otros), una vida ligada con el compromiso político, y sus primeros pasos de pintor a periodista en la redacción del diario Época, supimos de su vida en el exilio, primero en Argentina y luego en España. ¿Pero cómo encontró a Uruguay y a Latinoamérica a su regreso?

“Desde febrero del año pasado volví a mi país. Con Latinoamérica siempre mantuve contacto viniendo cada año” De Uruguay, te digo que encontré un país económicamente arruinado, pero vivo. La dictadura no lo destruyó pero le hizo mucho daño.

“Cuando uno vuelve tiene la sensación de nunca haberse ido. Con el paso de los meses, uno ve que sí se fue, que el país cambio y uno también. El primer impacto fue por la miseria por la política económica que se aplicó, al servicio del dinero y no de la gente. Es un bombardeo. Se ve mucha gente viviendo de la basura”. Galeano sigue animosamente relatando su sentir, y va la segunda expresión: “Otra cosa que me impactó son las consecuencias de ese período de la vida cotidiana: autodesprecio. En el primer supermercado que estuve fui a comprar una carne y tendero me dijo “si tenemos, pero es nacional”, parece que el país fue entrenado para estimar como valioso todo lo que venga de afuera”.

Economía y política

Sobre el proceso, apunta el escritor, “ahora el país va recuperándose así mismo, se empieza a mirar al este sin vergüenza. Pero a través de todos los problemas como el económico que se vive con esto del Fondo Monetario, no consiguieron restituirle lo mejor que era, y es, su capacidad de solidaridad a pesar de la maquinaria del egoísmo.

En pocas palabras no cabe duda de que una de las mayores preocupaciones de Galeano –salta la vista en todas sus emociones- es el factor económico que afecta al Uruguay. Él lo sustenta y va diciendo lo que ve respecto a la incidencia de la economía en la cultura. Cosas que en últimas son realidades de todo el continente.

“La economía estimula la especulación y desalienta la producción” entonces todo el mundo quiere canjear, poner su dinero en donde le dé más pero no producir. Se desalienta el valor trabajo y confirma la idea de los tangos que dicen que el que trabaja es un ‘gil’. Y el daño cultural que se produce es porque también se desalienta la creación. El que crea es un sospechoso y un suicida porque no vende. Se alienta solo del consumo.

¿Cómo ve Eduardo Galeano el proceso Latinoamericano en la política?, ¿se puede hablar de algo conjunto?

“Algunos pasos se están dando frente al problema de la deuda externa, que sería el primer paso común de una acción concertada”.

Y volviendo a la incidencia de la economía en la cultura, el escritor otra vez afirma como en entrevistas anteriores, que “la censura que hace más daño, no es la que se establece por decreto, sino la que impone el sistema con los precios altos de los libros que están al alcance de unos pocos, y con el índice de analfabetismo”.

Si no respira la rompo

Adelantándonos un poco a lo que esta noche hablará Eduardo Galeano en ‘El Portón de los libros’ de la Biblioteca Luis Ángel Arango, y teniendo en cuenta que no todos los interesados del país podrán estar presentes, el uruguayo explicó algunos elementos del último volumen que conforma la trilogía ‘Memoria del fuego’, obra que lleva trabajando desde hace 7 años. “Este volumen, todavía sin terminar, abarca el siglo XX. Es una tentativa de recrear la historia contemporánea. No se puede determinar cómo escrita porque tiene ensayos, crónica, poesía; es una síntesis de los géneros, encaminada a transmitir la historia”.

“Cuanto termino cada página –lleva alrededor de quinientas-, le arrimo la oreja y si no respira, la rompo. Son textos cortos, pedazos de vida, que se integran en una estructura común, en donde narro pequeñas cosas reveladoras de los grandes procesos colectivos de los pueblos en busca de su identidad”.

¿Desde qué ángulo narra la historia?

Citando a Nazim Hikmet, ‘Mi ciudad más bella’ es Ia que toda vía no conozco, -agrega: 'No es mirando hacia atrás sino hacia adelante. La esperanza es más viva que la nostalgia, por eso es también más linda. Y disfruto escribiendo porque los pueblos latinoamericanos están en borrador, no son una cosa hecha".

Huele a recién nacida

Aunque pareciera que se sale del tema, como entre paréntesis, Galeano cuenta una historia, es decir un hecho sucedido en Argentina. "En este país, donde desaparecieron a mucha gente, surgieron las Abuelas de Ia Plaza de Mayo -ya no las madres- con el objetivo de buscar y recoger los niños perdidos. Fueron ellas quienes localizaron Ia hija de una obrera boliviana que se salvó de Ia muerte en prisión argentina por haber entrado antes de Ia dictadura. Cuando salió, once o diez años después, quiso encontrar a Ia hija que había perdido de un año de vida. Las abuelas Ia encontraron.

El reencuentro se produjo entre risas nerviosas ante un espejo en donde madre e hija vieron su semejanza física, en un aeropuerto”. "Ya en casa Ia madre bañó a Ia hija una vez... otra más para quitarle un olor... un olor raro. Lo hizo por tercera vez hasta que fue identificando el aroma… olía a recién nacida…”

Y encadena el relato. "Con América sucede igual y yo quiero recuperar el aroma de una tierra tan castigada, tan vivida, y que sin embargo sigue oliendo a recién nacida."

Dos religiones

Y, puesto que Ia visita de Eduardo Galeano se debe al libro ‘Retorno a Ia Tierra’, de Fals Borda, ¿qué elementos de Ia producción de este investigador colombiano ha recogido para su Memoria del fuego?

"El aspecto de Ia religiosidad popular, sobre los santos que el pueblo inventa. Cuando ellos mismos los descubren, entonces puede decirse que Ia religión no es alienante, no es el opio del pueblo. AI contrario, puede ser el espejo de Ia alegría." "Eso tomé, y lo de la lucha incesante por Ia tierra y por Ia vida. Porque a nosotros nos han contado Ia historia sin luchas ni rebeliones, y por consiguiente, sin dignidad. Hay que rescatar esa historia de lucha, porque allí están las claves de Ia dignidad’.

Tocado el tema de Ia religión, ¿cómo observa Eduardo Galeano Ia Teología de Ia Liberación?

"Yo digo que hay dos iglesias. Una del miedo, y otra de Ia alegría. La Teología pertenece a Ia de Ia alegría".

¿Retornar a Ia tierra?

Le corresponde el turno al sencillo - no simple- autor de ‘Mompox y Loba’, ‘El presidente Nieto’ y ‘Resistencia en el San Jorge’, que le entrega hoy al país su obra concluida, ‘Historia doble de Ia Costa’, con el cuarto tomo: Retorno a Ia tierra. Habla Orlando Fals Borda: "Este tomo contiene un mensaje costeño. Se centra en Ia lucha por Ia tierra que se ha dado en el Sinú y las sabanas desde Ia época colonial hasta ahora, porque sigue, especialmente en playones y ciénagas. Y con Ia ley a su favor, pero ignorada por los latifundistas que insisten en cercar grandes terrenos."

‘Retorno a Ia tierra’ "es un llamado al país para que vuelva a su vocación agropecuaria y pesquera, porque tenemos un modelo de desarrollo importado. La idea es volver a lo nuestro, ya que tenemos una despensa natural. La propuesta es seguir una línea campesinista de desarrollo, revalorando al campesino y su cultura".

Continúa con sus palabras explicando que el libro "está dedicado a los movimientos regionales cívicos y sociales que desconocen a los gamonales tradicionales, para construir el verdadero poder popular, contra los abusos de los grupos dominantes, que en libro quedan bien determinados".

Se oye Maria Barilla rondando….

"a ella Ia nombro porque fue una líder cultural que marcó un estilo en el baile del porro que persiste. Era una humilde lavandera que participó en el movimiento de redención de Ia mujer que presidió Juana Julia Guzmán.'

"Maria Barilla está en dos sentidos: por su representatividad como heroína cultural autentica del pueblo costeño, como lo demuestra el porro que lleva su nombre, que es Himno Nacional de Córdoba. Y por su significación como mujer; fue típicamente costeña, Iiberada pero no prostituta, al contrario de lo que afirman muchos. Otra cosa es que hizo lo que quiso sin mojigatería".

La obra de Fals Borda, aunque reivindica al costeño, reconoce también sus verdaderos desatinos. De ahí el segundo capítulo de ‘Retorno a Ia tierra’ que el sociólogo le dedica al machismo "para que se entienda Ia importancia fundamental de Ia mujer en los procesos históricos".

Por Ángela María Gonzales

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