El Magazín Cultural

Del dicho al hecho: Hollywood toma acciones contra Trump

Luego del discurso de Meryl Streep en los Globo de Oro, gran parte de Hollywood se une en contra de las políticas de Donald Trump. Desde marchas hasta recolección de fondos para los inmigrantes, actores, diorectores y toda la industria dice no a la administración.

CAMILA bUILES
10 de febrero de 2017 - 08:48 p. m.
Del dicho al hecho: Hollywood toma acciones contra Trump

No tuvo que mencionarlo. En el discurso que dio Meryl Streep en la pasada edición de los Globo de Oro, la actriz ni siquiera dijo el nombre Donald Trump. Sin embargo —como era de esperarse — la reacción del presidente de Estados Unidos fue tal que arremetió contra Streep en sus redes sociales tachándola de “una actriz sobrevalorada”. Ese discurso, cargado de insultos gráciles, fue el inicio de una estampida de protestas a las nuevas políticas de Trump. En todas las ceremonias se han escuchado voces en contra del nuevo gobierno estadounidense. Por ejemplo, en la última entrega de los Saga (Premios del Sindicato de Actores), el director David Harbour sentenció: “Es un grito de guerra a nuestros compañeros artesanos y a las mujeres para ir más allá y, a través del arte, luchar contra el miedo, el egocentrismo y la exclusividad de nuestra cultura predominantemente narcisista”, dijo Harbour al recibir el premio a Mejor Elenco en serie de drama por Stranger Things. “Y a través de nuestro arte, cultivar una sociedad más empática y comprensible, revelando verdades íntimas que puedan servir como recordatorio contundente a la gente que se sienta rota, asustada o cansada, de que no están solos”.

Hasta la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, se cubrió del fango de la oposición: “Las sillas vacías en esta habitación han hecho de los académicos, activistas”, resumió durante el habitualmente frívolo almuerzo de los candidatos al Óscar. Sus palabras se referían a los que, como el realizador Asghar Farhadi, candidato por El viajante, se ven afectados por el decreto ejecutivo que cerró temporalmente la entrada en Estados Unidos a aquellos procedentes de países con mayoría musulmana. Joos Weddon o Cynthia Nixon protestaron con miles de personas en los aeropuertos de Los Ángeles o Nueva York. Días antes, Jane Fonda y Barbra Streisand se sumaban a las 750.000 manifestantes que congregó la Marcha de Mujeres organizada en protesta a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Esta vez Hollywood, como industria, quiso hacerse oír ante un gobierno al que se opone.

“Presidente Trump, yo no voté por usted, pero respeto la elección y quiero apoyarlo. Primero le pido, debe apoyarme, a mi hermana, a mi madre, a todas mis amigas y a los hombres y mujeres que estamos aquí esperando ver cómo sus próximas decisiones nos afectarán. Apoye a mi hija que está creciendo en un país que está yendo en retroceso, en vez de ir hacia adelante y que por las decisiones que usted ha tomado, no tendrá el mismo derecho a elegir sobre su cuerpo, del modo privilegiado en que su hija Ivanka pudo", gritó Scarlett Johansson desde el podio durante la marcha contra Donald Trump en Washington.

Los esfuerzos de la industria tienen poco de altruistas: es conveniente oponerse. Una medida migratoria como la de Trump resultaría en una fuga aún mayor de rodajes fuera de Estados Unidos a países como Canadá, donde los estudios pueden conseguir visados con mayor facilidad. También está la amenaza de Trump de eliminar la Dotación Nacional por las Artes, de la que no se nutren ni los estudios ni Broadway sino las escuelas o los programas artísticos dirigidos a los más desfavorecidos. O la posible privatización de los escasos, pero valorados medios públicos estadounidenses como el canal PBS de televisión o la radio NPR.

El próximo 24 de febrero, a solo dos días de la entrega de los Óscar, la agencia de actores UTA —una de las más famosas de Los Ángeles— ha convocado a una marcha que sustituirá la fiesta anual en honor a los premios de la Academia. De lo que se recogía para la celebración se donarán 705 millones de pesos para asociaciones estadounidenses en favor de las libertades civiles y los refugiados. “Las manifestaciones son increíblemente importantes” al igual que las protestas personales, pero todo se reduce a dinero, según la actriz Shailene Woodley: “Trump no podrá hacer nada si no tiene el dinero para hacerlo. Y nosotros tenemos que poner el dinero en lo que defendemos”, instó la actriz en apoyo del futuro app que prepara Divest.org. Woodley no habla de donaciones sino de algo más simple como mirar quién se beneficia con lo que la gente compra. “Me encanta el término de activista de sofá, porque desde tu móvil puedes decir dónde dirigir tu dinero”, añadió.  Uno de los ejemplos más claros de esta iniciativa es la que secundó más de 200.000 usuarios de Uber cancelando su suscripción en protesta por los nexos entre ese servicio y la administración Trump.

Por CAMILA bUILES

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