El Magazín Cultural

Dos obras de arte barroco colombiano llegan al Louvre

La escultura “Santa Bárbara” saldrá por primera vez del país y será exhibida durante tres meses en el museo más visitado del mundo, en París. La custodiará “La lechuga”, una pieza fabricada con 1.485 esmeraldas hace tres siglos.

WILLIAM MARTÍNEZ
23 de junio de 2017 - 04:40 a. m.
“La lechuga” estará en París desde septiembre de 2017 a enero de 2018.  / Fotos: Juan David Padilla Vega
“La lechuga” estará en París desde septiembre de 2017 a enero de 2018. / Fotos: Juan David Padilla Vega

En la noche del 13 de noviembre de 2015, París fue blanco de seis ataques simultáneos. Con disparos a quemarropa y cinturones cargados con explosivos, el Estado Islámico mató 129 personas y dejó 352 heridos. La onda de pánico que sobrevino al ataque, el peor en la historia reciente de Francia, provocó una caída sin precedentes en la asistencia al Museo del Louvre. En 2016, 7,3 millones de personas visitaron el edificio del siglo XII donde cuelga el rostro regordete de la Mona Lisa; 15 % menos que en 2015.

Pero el declive no sólo fue asunto del bajón de turistas extranjeros en París (cerca del 70 % de quienes visitan el museo proceden de Estados Unidos, China, Reino Unido, España e Italia). Hace un año, los directivos del Louvre cerraron el recinto durante cuatro días para trasladar algunas de sus piezas tras la crecida del río Sena a seis metros, el pico más alto en 30 años. Esa semana de inactividad, según un comunicado del museo, representó pérdidas por 1,5 millones de euros y 120.000 visitantes menos. Al cierre de ese renegrido 2016, el Louvre había dejado de percibir cerca de $10 millones de euros.

Este año, el 3 de febrero, la gente volvió a sentir miedo de ir al museo. Un soldado francés fulminó a un joven egipcio que, armado con un machete en cada mano, intentó ingresar al edificio. Pese a todo, el Louvre lleva una década siendo el museo más visitado del mundo y es el más seguido en redes sociales, con 2,3 millones de contactos en Facebook y más de un millón de seguidores en Twitter.

En el Louvre, donde miles de obras de la monarquía y la Iglesia pasaron a ser del disfrute público, donde reposan 300.000 obras anteriores a 1948 y se exhiben 35.000, estarán dos piezas emblemáticas del patrimonio colombiano: la custodia La lechuga y la escultura Santa Bárbara.

“Las dos obras estarán en la sala Murillo, dedicada a la pintura española. Decidimos que fuera allá para mostrar el diálogo entre el arte colonial europeo y la apropiación que hicieron de él los artesanos criollos. La lechuga y la Santa Bárbara no son un simple cortar, copiar y pegar del barroco español, sino la expresión de múltiples mezclas. Somos hijos de ese legado prehispánico y español”, explica Fabián Sanabria, comisario general del Año Colombia-Francia 2017, el programa de intercambio cultural entre ambos países que hace posible llevar las piezas a París durante tres meses, del 19 de septiembre de 2017 al 15 de enero de 2018.

La custodia reposa en la iglesia de San Ignacio, en Bogotá, y debe su nombre al verdor de sus 1.485 esmeraldas. Fabricada por el orfebre español José de Galaz entre 1700 y 1707 y protegida por la Compañía de Jesús de la entonces Santa Fe de Bogotá, sobrevivió en tres ocasiones al destierro de los jesuitas de los dominios españoles. En 1895 fue adquirida por el Banco de la República y abandonó el país por primera vez en marzo de 2015, para ser exhibida en la feria Arco (Madrid). A partir de esta semana y hasta el próximo 3 de septiembre estará en el Museo Nacional de Arte Antiguo, en Lisboa. De ahí partirá a Louvre. 

La Santa Bárbara, en cambio, saldrá por primera vez del país. El Palacio Arzobispal de Bogotá cedió en préstamo la escultura al Ministerio de Cultura para llevarla al otro lado del mar. Tallada en madera en 1740 por el español Pedro Laboria, residente en Santa Fe, exhibe a una mujer de cuerpo entero atada a un tronco. Sus ojos verdes, apuntando hacia arriba, inducen a una elevación extrarreligiosa a pesar del dogma cristiano del siglo XVIII, y esto es rastro de la visión de mundo de la época: antes del Barroco, según la filósofa francesa Christine Buci-Glucksmann, creer estaba asociado a oír; después del Barroco, creer está asociado a ver. La imagen como monumento a lo trascendental: esa noción impregna las obras coloniales que Colombia llevará a París.

La relación del Louvre con Colombia se afianzó en 2013, cuando le prestó al Museo Nacional algunas piezas de cerámica de la Antigua Grecia que no habían tocado suelo suramericano. Ahora, con La lechuga y la Santa Bárbara, los franceses y los turistas podrán acercarse al producto más honesto que puede surgir de una sociedad: el mestizaje.

Por WILLIAM MARTÍNEZ

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