El Magazín Cultural

El folk pop de Laura Kalop

La artista colombiana presenta “Koraje”, su tercer álbum, en el que logra establecer vínculos más sólidos entre la música andina colombiana y estilos sonoros como el góspel, el soul y el pop.

Juan Carlos Piedrahíta B.
10 de febrero de 2016 - 01:24 a. m.

La música de Laura Kalop se viste todos los días de ruana, pero debajo de su atuendo folklórico tiene puesta una indumentaria bien urbana. El tiple es su fibra esencial, es el sonido a familia, el tono cálido sobre el que la compositora y cantante colombiana puede estructurar todas las ideas que transitan por su cabeza. A partir de esas cuerdas locales se da licencias vitales que la impulsan a incorporar otros sonidos de corte internacional con los que también creció.

A los dos años ya tenía varias horas de ensayos musicales. Sabía a la perfección cuándo uno de los integrantes desafinaba o no entraba a tiempo. Esas voces en plena etapa de desarrollo las escuchaba desde el vientre materno y por eso se familiarizó con los ensambles vocales de tal manera que uno de sus primeros contactos con el público se lo debió a su participación, casi estelar, en La flauta mágica, un montaje a cargo de la Ópera de Colombia.

En ese entonces, cuando debutó como imán para atraer miradas y al mismo tiempo entendió que en eso radicaba buena parte del secreto de ser artista, Laura Kalop pensaba que su destino estaba ligado al canto lírico y que los compositores clásicos podían ser sus consejeros en el arduo oficio de la interpretación.

“Todo cambió cuando mi papá, Raúl Castaño, me propuso participar en el Festival de Música Colombiana Mono Núñez, en Ginebra (Valle) como solista. Yo tenía 17 años y recuerdo que me le medí porque tenía el grupo de mi papá como respaldo. Fue un año de preparación, de ensayos todos los días, y ahí decidí que quería fortalecer mucho más las raíces musicales de esta región. Nunca quise vincular el canto lírico con el folklor, pero sí supe que lo que me movía más era la música andina”, cuenta Laura Kalop.

Su padre, un músico tradicional casado con los sonidos de antaño, se encontró con la sorpresa de que su hija no quería hacer folklor solamente, sino que tenía el deseo de aventurarse rumbo a la vanguardia, ese escenario complejo en el que no se identifica muy bien cuándo una propuesta es genuina y cuándo responde a un deseo comercial.

Para ella, el hecho de establecer redes de conexión entre el bambuco y el pop fue todo un proceso duro. Un sector del nicho más conservador a veces se tapa los oídos ante estas manifestaciones, mientras que otra porción la recibe como lo que Laura Kalop quiere que se entienda su estilo: como un aire fresco e innovador, pero siempre respetuoso de los ancestros.

“No puedo decir que ya encontré mi lugar en la música, pero creo que ahora conozco mejor un espacio y me siento segura en él. Ya tengo un sello y mi color ya es fácilmente identificable, pero eso no me impide seguir explorando, porque para eso nací también”, asegura la artista que ya tiene tres trabajos discográficos en el mercado, Laura Kalop, Raíz y Koraje, que acaba de presentar.

En el primer registro fue la responsable absoluta de su sonido. En el segundo álbum, el comandante fue Raúl Castaño, mientras que en este reciente ejercicio musical su intención ha sido ampliar el panorama y escuchar a diversos productores, quienes basándose en el respeto por las inclinaciones artística de Laura Kalop han realizado aportes significativos a una propuesta que está viva y en permanente evolución.

Koraje es un disco que empezó a surgir desde que yo estaba viviendo en Estados Unidos. Allí hice una maestría en teatro musical y a raíz de esta experiencia me encontré conmigo, así que quise plasmar en las canciones todo eso que me sucedió. El registro ha sido guiado por mi intuición, aunque creo que ahora, más que cantante, soy una actriz que es capaz de darle vida a una partitura”, dice Laura Kalop, quien de manera estratégica dividió su disco en dos partes. En la primera plantea su posición como solista, mientras en la segunda, que saldrá al mercado en pocos meses, tendrá interlocutores interesantes.

Desde pequeña ha cantado temas de Celine Dion, Mariah Carey y Whitney Houston, y lo que más le gustaba de ellas es que por lo general estaban acompañadas por coros góspel muy consolidados. Laura Kalop quería profundizar en ese formato, pero el gran planteamiento era cómo meterle un coro de múltiples voces a un bambuco, y encontró la respuesta en temas como Eso que hay en ti y Algún buen día, incluidos en su más reciente grabación.

“La primera parte de Koraje está muy marcada por el pop y el soul. Yo tenía la intención de hacer una fusión más fuerte y agresiva entre el folklor y los sonidos electrónicos. Los productores que trabajaron conmigo entendieron que yo quería llevar mi música a un nivel al que nunca imaginé, porque era como visitar la modernidad y lo contemporáneo con bambucos, pasillos y guabinas”, cuenta la cantante y compositora colombiana.

Para Laura Kalop, uno de sus grandes triunfos con este tercer álbum es que logró descontextualizar el tiple en temas como Me voy, Ven acá y A tu lado. Lo puso a sonar de otra manera y lo vinculó estrechamente con el pop folk, que caracteriza su propuesta musical. Este instrumento es el elemento transversal en un álbum en el que la artista saluda y se despide de la tradición.

“En la música el arte de hacer es muy importante. Es probable que tenga muchas cosas en la cabeza, pero cuando uno se pone juicioso a realizarlas, se da cuenta de por dónde puede recorrer ese camino. Lo que me pasa por lo general es que lo que pienso es lo que hago sin tanta complicación, y así nació Koraje”, concluye Laura Kalop, quien con ruana, jean o blusas exóticas siempre abanderará la música andina colombiana.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar