El Magazín Cultural
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¿El indeciso Hamlet caribeño?

Cubrimiento del VII Congreso Internacional de la Lengua Española.

Isabella Portilla*
17 de marzo de 2016 - 03:01 a. m.
¿El indeciso Hamlet caribeño?

Hay una estrella que no cabe en la bandera de Estados Unidos.
Se llama Puerto Rico.

Isla rica, isla del encanto. Bilingüe desde el jardín de infantes. ¿Autogobernada? Ayer, morena, recibiste a los reyes, no a los del actual imperio. A los de España. Entonces te engalanaste. Peinaste tus crespos y vestiste tus mejores ropas. En el fondo, aunque no pareciera, no era la visita de los reyes lo que te importaba. En el fondo, te acicalaste para ser la casa de tu idioma. Ese mismo, el original. El que, como dijo Jorge Edwards, te dejaron los conquistadores sin proponérselo. Entonces hablaste y diste de qué hablar.

Nos contaste que eres una patria nómada, pues son más los boricuas que viven en el extranjero, que en tu propia isla. ¿Será porque el puertorriqueño no transa la pérdida de su ciudadanía norteamericana? ¿Por qué te cuesta definirte como un Estado Libre Asociado? ¿Desconoces cómo crecer y hacerte, de una vez, independiente?

Nos dijiste, a través de Luis Rafael Sánchez, uno de tus hijos más queridos, que el credo independentista se pierde en las urnas, pero el credo “puertorriqueñista” arrasa en las calles. Y ya que en el congreso estaban presentes los jueces de la Lengua, por qué no gritar clarito: qué hay de malo en pronunciar la palabra “puertorriqueñista” si lo que se siente por dentro al decirla no es otra cosa que amor de patria.

 Pero eso sí, nos hablaste de los peligros del cliché, ese cliché alargado en la vida loca de Ricky Martin y los nocauts de Tito Trinidad. Los que se disparan, cuando al oír “Puerto Rico”, sobrevienen los prejuicios que ponen en duda la creatividad de los boricuas en una “apuertorriqueñada” lengua española. O, quizá, los más perjudiciales: en los que se piensa, según Sánchez, a Puerto Rico como un país entrado en años que aún deshoja la margarita colonial: un Hamlet viejo e indeciso, caribeño y negro preguntándose una y otra vez si es de aquí o es de allá.

* Enviada especial a San Juan, Puerto Rico.

 

 

Por Isabella Portilla*

 

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