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El sueño de la casa de la Filarmónica, en construcción

Se estima que en cuatro años la casa de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que estará ubicada al lado del coliseo cubierto El Campín, estará construida.

Redacción Bogotá
03 de octubre de 2014 - 04:30 p. m.
El sueño de la casa de la Filarmónica, en construcción
Foto: CRISTIAN GARAVITO/EL ESPECTADOR - CRISTIAN GARAVITO

La necesidad de que la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB) tuviera una casa donde realizar sus ensayos y sus conciertos, nació casi con la misma orquesta. Desde que la fundaron en 1966, los músicos han tenido que cargar con sus trombones, violines, chelos y demás instrumentos al hombro para buscar, como judíos errantes, espacios para exponer la música clásica en la ciudad.

Han sido múltiples los lugares de paso que ha tenido la OFB: el teatro Colón, el auditorio de Radio Sutatenza, la casa Antonio Nariño, el teatro Jorge Eliécer Gaitán y el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional. En este último han realizado sus conciertos desde 1982, por un acuerdo al que llegó el entonces director Raúl García con la institución educativa. Sin embargo, esta sede no es de ellos y su única propiedad actualmente es el recién restaurado teatro Cuba, donde realizan sus ensayos.

“Agradecemos haber tenido por lo menos un lugar donde presentarnos, pero la verdad es que nunca sentimos que fuera nuestro. Por la norma de los lugares, a veces no hemos podido hacer los conciertos. Por ejemplo, los viernes cierran la Universidad Nacional y es el día en el que las personas más pueden asistir a nuestros eventos. Y súmele a eso que son sitios que no tienen la acústica adecuada para la OFB”, afirmó David García, Director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Ahora, después de 48 años, por fin se les asignó un lugar para tener sede propia. Se trata de un terreno al lado del coliseo cubierto El Campín, que mide 9.400 mts2. “Por su ubicación, fue un terreno muy peleado, pero el Distrito nos lo dio pensando en la importancia de tener un nuevo espacio cultural. Es la primera vez que una administración se compromete con esta causa”, agregó David García.

Para Clarisa Ruíz, secretaria de Cultura, no solo la Filarmónica se ve beneficiada con este convenio, sino también toda la ciudad, pues la oferta de centros culturales de la ciudad no es proporcional a la demanda de ocho millones de habitantes. A la fecha, en la capital del país hay 90 escenarios para las artes escénicas.

En este argumento coincidió el director de la OFB, quien agregó que no existen teatros que estén en el corazón de la ciudad, ni que tengan una gran capacidad. “En Bogotá solo está el Teatro Colón, el Jorge Eliécer Gaitán, el auditorio León de Greiff Y el Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo. La capacidad máxima la tiene el Gaitán con 1800 sillas. Si te das cuenta, no es un gran espacio. Bogotá adolece de un gran teatro para conciertos. Hicimos decenas de reuniones buscando terrenos por toda la ciudad, que fuera central, que estuviera en el corazón donde todos los sectores puedan asistir”, dijo David García.

Además, según David García, este centro cultural podrá ser utilizado por todos los ciudadanos, es decir, que quienes quieran presentarse allí, podrán hacerlo sin ningún inconveniente, pues aunque la casa está a nombre de la Filarmónica, es de toda la capital. “Nos gustaría ver muchas manifestaciones artísticas, como ballet o teatro, porque quienes viven en Bogotá necesitan más de estos espacios multipropósitos”, añadió el director.

Las peticiones de los músicos de cómo va a estar distribuida su casa son claras : dos espacios grandes, uno de concierto y otro de ensayo, salas pequeñas, salones de música, una fonoteca pública y un museo de la música, donde habrá un banco de partituras.

La verdad es que teniendo el terreno, cada vez está más cerca el sueño de la OFB de contar con un hogar. Ahora los músicos están en búsqueda de financiación para la construcción de un teatro, que según ellos, será el hito cultural de la ciudad. Pero para lograrlo necesitan la aprobación del presupuesto de la obra en el Concejo de Bogotá. Sin embargo, todavía no se sabe cuánto costará la obra, pues eso dependerá de los diseños.

“Esa sería la plata de la construcción, porque los estudios y los diseños ya los tenemos. El Acueducto de Bogotá apropió $2.000 millones para participar en este proyecto, porque con la arquitectura también se quiere fomentar la cultura del agua. La relación entre estos escenarios y el agua viene de mucho tiempo atrás. Incluso hace un tiempo, no sé si aún esté, el teatro Colón tenía un pozo de agua para mejorar su acústica”, aseguró García.

Y aunque aún no saben cómo llamarla, están seguros de que su casa tiene que llevar su apellido: “Sede de la Orquesta Filarmónica de Bogotá”. Después de tanto esfuerzo por llamar la atención de las diferentes administraciones, los músicos sienten que por fin se escucharon sus súplicas y esperan que con el cambio de administración en 2016, el proyecto siga en pie. Hoy García cree que este es un gran paso, pero es consciente que el camino aún es largo: “ojalá que en 3 o 4 años, como está previsto, el director alce su batuta para inundar de música clásica a esta gran ciudad, que hoy nos identifica como su orquesta”.

 

Por Redacción Bogotá

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