Hay algo en el libro Imposible salir de la tierra, de la escritora chilena Alejandra Costamagna, que no deja tranquilo al lector. Dice la autora que crear esa sensación la atrae; le gusta sembrar inquietudes, no entregar fórmulas con su literatura, sino sacudir. Y yo digo que seducir. Este libro contiene once de sus mejores cuentos y será lanzado en la Filbo por la editorial Laguna Libros. Aquí encontrará situaciones impensables, que son a la vez reflejo de lo que nos pasa a todos, todos los días. Hay obsesiones, personajes que bordean la locura, algunas alucinaciones.
Alejandra Costamagna es un referente obligado de la literatura chilena contemporánea, incluso se podría decir que de la latinoamericana. En esta antología conviven algunos de sus cuentos más realistas con otros que habitan una zona más neblinosa, onírica. Y aunque los cuentos a veces agrietan la realidad, dejan entrever temas cotidianos que han pasado por el tamiz de una escritora honesta y auténtica, una que ha dedicado tiempo a pensar el lenguaje y a experimentar con las estructuras. El resultado es una voz literaria que nos invita a revisitar nuestras propias vidas con una nueva mirada.
Alejandra Costamagna ha ganado varios premios, como el Anna Seghers en el 2008 y el del Círculo de Críticos de Arte en 2007. Ha publicado cuatro novelas, entre ellas Dile que no estoy, finalista del Premio Casa de las Américas, y varios libros de cuento y crónica. Imposible salir de la tierra circula en México, Perú y Chile, países en los que ha tenido muy buena acogida por parte del público y la crítica.
Como decía, hay un vértigo que acompaña al lector a través de las páginas del libro. Alejandra Costamagna lo llama “el arte de no resolver el misterio”, de pensar el cuento como una posibilidad abierta. En este juego tienen que ver las atmósferas y los símbolos que configuran sus cuentos.
Sabemos que lo otro, lo desconocido, puede ser desconcertante, y en este caso lo sentimos a través de las apariciones de Japón o del hombre que va a la Luna en varios de los cuentos de esta antología. Japón, al otro lado del mundo, nos hace sentir lejanía, aquello que no conocemos, pero cuya imagen —lo zen, lo minimalista— se desbarata cuando aparecen otras imágenes tremendas, como la de un bebé que muere asfixiado en un carro. La imagen del hombre que pisa la Luna y la bandera de Estados Unidos que ondea simbolizan una época de certezas y futurismo, que son puestos en duda en la medida en que las certezas más íntimas de sus personajes tambalean.
Por eso es que Costamagna dice acerca de sus personajes “esa imposibilidad de salir de la tierra es también una imposibilidad para caerse, perderse o dejarse llevar por las circunstancias”. Y es que a los personajes de Imposible salir de la tierra los conocemos justo en el momento en que sus relaciones se rompen, a veces estrepitosamente, a veces en silencio. Tal vez esa sensación que tenemos de que alguien o algo está por derrumbarse nace de ese lugar en que todos reconocemos que nuestras relaciones también están algo descompuestas.
Es muy probable que no conozcamos a muchas mujeres muy pero muy locas —como dice en La epidemia de Traiguén—, que lleguen hasta Japón persiguiendo un amor no correspondido, pero sí hemos vivido de alguna u otra forma lo que es una obsesión amorosa. O la muerte de alguien. En Imposible salir de la tierra, el cuento que le da el nombre al libro, dos hermanas huérfanas se enfrentan al cáncer agresivo que amenaza con llevarse a una de ellas, a la que menos le entusiasma la vida, mientras que la otra la presiona para que se opere y se arriesgue a quedar como un vegetal. En Are you ready, una chica acompaña a su tío a morir en reemplazo de su madre. Vive de una forma muy humana, como la autora vivió la muerte de una tía, esas últimas agonías en una clínica. El cuento tiene unas pausas, como suspiros, que se detienen en el hecho de morir, en el momento en que dejamos de ser personas y nos volvemos los restos o el cuerpo. En Cuadrar las cosas, una mujer pare un hijo cuando las ideas de su cabeza son tantas que tiene que quitársela para sacarlo de ahí y luego no logra volver a ponerla en su lugar. Aunque esa mujer no existe, ni podrá existir, al menos no de una forma tan bella como en este cuento, es en sí una pregunta abierta acerca de la maternidad.
Estos cuatro cuentos que acabo de esbozar son tan sólo una ventana al mundo amplio que es Imposible salir de la tierra. Esta es mi invitación a leerlo, encontrar las formas en las que nos habla y, sobre todo, disfrutarlo. Tener a Alejandra Costamagna en Bogotá y en la Filbo es un gran privilegio que vale la pena aprovechar. Los lanzamientos del libro se realizan hoy, sábado 29 de abril al mediodía, en la Filbo, y el miércoles 3 de mayo en la librería Casa Tomada, a las 6:30 p.m. También participará en varias mesas de la franja central de la Feria.