Fiesta de la música

Desde Francia Kid Wise, y por Colombia, con T.H.E The Hall Effect y la Sonidera.

El 21 de junio de 1982 Francia celebró por primera vez la Fiesta de la Música, coincidiendo con el día más largo del año, el solsticio de verano. Con el paso del tiempo se ha convertido en una fiesta internacional: en el 2006 se celebraba ya en 250 ciudades de 120 países. Kid Wise, con su fusión de indie, pop y post-rock, desafía las formas, y es uno de los invitados estelares. Entre la honestidad visceral y unos temas electrizantes, el sexteto de Toulouse, capitaneado por el vocalista Augustin Charnet, lleva el indie-pop y el electro- rock a una zona etérea, novedosa y original desde el 2012.

“Queríamos ir a algo nuevo, pero no era tanto una cuestión de la modernidad en la producción o en las composiciones. La base son nuestros propios valores, siempre hay una idea, algo original. Queremos que nuestras canciones se pueden escuchar muchas veces y que siempre se les encuentre algo nuevo, un nuevo sonido, un nuevo concepto o sensación”, explican Clèment Libes (violín) y Augustin (voz / piano, teclados).

El idioma inglés es la lengua vehicular que les permite plasmar la ética sonora de un post-rock subterráneo con el sonido indie-pop que constituye su identidad, y llenar sus conciertos de gente que quiere escuchar un pop postmoderno que suena muchas veces con el buen ritmo del mejor rock.

The Hall Efect, T.H.E., apareció en la escena del rock colombiana en el 2006. Una banda independiente de cuatro integrantes, su convincente fusión de riffs rockeros y su inventiva sónica pronto ganó un apoyo ferviente de fans y de medios importante. Con canciones en inglés, español y francés T.H.E es una de las bandas colombianas más reconocidas no sólo a nivel nacional, sino, internacional.

La sonidera, un proyecto musical que combina sonidos del Caribe colombiano con rock, funk y música electrónica, junto a letras de cantina y de fiesta Fundada en Abril de 2013, cuyo su sonido se transforma entre loops de cumbia colombiana, porro, música de sintetizadores, guitarras, bajo, batería y visos electrónicos, complementa la velada.