El Magazín Cultural

François Dumont: el genio de la improvisación

El pianista François Dumont ha sido reconocido por su “elocuente inventiva” y delicadeza al tocar. Además de su gran interés en Chopin y Mozart, llega al Festival con lo más simbólico de la Belle Époque francesa.

Mónica Rivera Rueda
11 de enero de 2017 - 12:01 p. m.
Wilfredo Amaya.
Wilfredo Amaya.

El tempo es una de las principales preocupaciones del pianista francés François Dumont antes de apoderarse de las notas y mirar más allá para iniciar su interpretación. Su característica forma de acercarse a la música lo ha hecho reconocido en medio de adaptaciones de Chopin, Beethoven, Mozart y Ravel, en las que ha puesto su sello con espontáneas intervenciones. (Vea también: Conciertos gratuitos del Cartagena XI Festival Internacional de Música).

Aunque no proviene de una familia con vena artística, desde muy pequeño estuvo influenciado por los sonidos de la música clásica, en especial por los valses que Chopin escribió especialmente para piano. La corta pero rica historia musical del icónico polaco, caracterizada por el romanticismo de su época, el dolor de un exilio prematuro que le impidió volver a su país y un fuerte nacionalismo, han marcado tanto la vida artística de Mozart, Beethoven y Johannes Brahms como la de Dumont, quien recientemente publicó un compendio de sus obras tardías. (Lea también: Prográmese con el Cartagena XI Festival Internacional de Música)

El piano llegó a su vida a los cinco años, un poco antes de que entrara al Conservatorio de Música de Lyon, su ciudad natal, y nueve años antes de que hiciera parte del Conservatorio Nacional Superior de Música, donde consolidaría su interés por Chopin, al conocer a Fou Ts’ong, reconocido en Varsovia por la interpretación de las mazurkas del compositor polaco.

Más tarde se centraría en los nocturnos, 21 composiciones de Chopin que en su mayoría no duran más de cinco minutos, lo que les permite a quienes las ejecutan jugar con la improvisación, y esta justamente ha sido una de las habilidades que ha aprovechado el pianista para hacerlas tan propias que sus intervenciones a las partituras compaginan con los compases originales.

De Francia, Dumont ha heredado más que un sonido. Entre sus conciertos se destacan los boleros de Maurice Ravel, uno de los principales exponentes de la música moderna de ese país, quien además fue reconocido por Stravinsky como “el más perfecto relojero de todos los compositores”, por su obsesión con el tiempo y la técnica de creación, los principales intereses del artista.

Además de estudiar con gran interés la estructura de sus composiciones y de publicar las obras completas de Ravel para piano, con las que recibió los premios FFF Télérama y 5 Diapason, Dumond ha estado detrás de La Fonction Ravel, una comedia que organizó junto al actor francés Claude Duparfait para mostrar algo del compositor de comienzos del siglo XX, a través de preguntas que responden el actor, el músico y el piano.

Como solista, François Dumont ha tocado junto a orquestas en Francia (Lyon, Montpellier, Córcega, París, Caen), la Orquesta Nacional de Bélgica, la Tokyo Symphony, la Fort Worth Symphony en EE. UU. y Suiza Lausanne. Asimismo ha hecho conciertos con obras de Mozart, Beethoven, Chopin, Schumann, Tchaikovsky, Rachmaninoff y Poulenc y los conciertos de Bach para tres y cuatro pianos, mientras que como músico de cámara hace parte del trío Elégiaque, con el que ha publicado tres grabaciones, una de ellas dedicada a los compositores rusos Arensky, Rachmaninov y Rimsky-Korsakov, y otra de los tríos completos de Beethoven (para piano, violín y violonchelo).

A Cartagena no sólo llega con su renombrada interpretación de las sonatas de Mozart, los nocturnos de Chopin y las obras completas de Maurice Ravel para piano, sino que además pretende destacar a los artistas de la Belle Époque de Francia, de comienzos del siglo XX, que, como Debussy y Ravel, estuvieron detrás de una de los momentos artísticos más prominentes de la historia europea.

Por ejemplo, está planeado un concierto con creaciones del compositor francés-venezolano Reynaldo Hahn y otro con las composiciones de Ravel para piano, con el cuarteto de cuerdas Quatuor Voce, así como un recital llamado “No sólo Debussy y Ravel: la música francesa para piano de principios de 1900”, en los que resaltarán el carácter, la habilidad de improvisación y el control de la técnica que caracterizan a François Dumont.

Por Mónica Rivera Rueda

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