Harvey Keitel llega a Cartagena por primera vez

Harvey Keitel.

Keitel nos ha fascinado, conmovido y sobretodo, sorprendido con sus actuaciones en más de 100 películas. Es sin duda uno de los grandes artistas del cine contemporáneo. Sus personajes, tan complejos como diferentes, han cautivado al público convirtiendo a este newyorkino en una de las joyas actorales de las últimas décadas. Desde su casa en Manhattan Keitel nos contó un poco más sobre su obra y experiencia.

¿Cómo fue crecer en Brooklyn?
Fue una época maravillosa; estudiaba en Coney Island y vivía cerca de Brigton Beach donde solíamos jugar en el verano y en invierno. Recuerdo que cada jueves había un espectáculo de juegos pirotécnicos que nos reuníamos a ver en medio de diferentes grupos étnicos que cantaban sus canciones y bailaban. Fue un época muy colorida.

A lo largo de su vida ha tenido diferentes oficios; ¿Cuándo se dio cuenta que quería ser actor?
Cuando decidí inscribirme como marine tenía 17 años y no sabía muy bien qué rumbo darle a mi vida. En esa época tenía un grupo de amigos que se encontraban en la misma situación, así que decidimos inscribirnos. Fue una experiencia de vida llena de aprendizaje que me fortaleció como individuo y me enseñó a aprender a vivir sin miedo junto a aquello que desconozco. Después trabajé más de diez años como taquígrafo, hasta que un compañero de me invitó a una clase de actuación y decidí acompañarlo.

¿Qué sucede cuando investiga un personaje y se da cuenta que este reacciona en contra de la manera que usted lo haría? ¿Cómo encuentra la manera de “jugar”?
Mi maestra en el Actor´s Studio, Stella Adler, dijo algo maravilloso: "El análisis del texto es la educación del actor." No es difícil encontrar la manera de interpretar a un personaje una vez que se averigua quién es. Siempre es fascinante ponerse a uno mismo en las situaciones de otros y ver cómo se comporta uno en la forma como otro lo haría.

Usted ha interpretado personajes malignos y corruptos. ¿Nunca ha temido reaccionar de la manera como lo hacen ellos?
Dios y el diablo, creo que estas dos fuerzas existen en nosotros, en mí, no en el cielo ni en el infierno. Todos tenemos nuestro propio paraíso y nuestro propio infierno, y para evitar caer en la maldad, cada uno debe saber de qué es capaz. Cuando interpreté al proxeneta en “Taxi driver”, me interesó mucho en el proceso de investigación conocer el entorno de un hombre que vive en la pobreza y no conoce otra forma de vida diferente a esta; sus modelos conductuales y cómo todo esto determina la forma en la que reacciona. Pensar en ese ¿Qué haría si fuera él? Siempre revela algo mío. No soy un demonio pero tampoco un ángel.

Ahora que habla de Martin Scorsese, ¿de dónde surge esa relación tan entrañable?
Trabajar con alguien con quien se comparte la misma aproximación al lenguaje siempre será una fortuna. Martin Scorsese se atreve a explorar esas zonas de conflicto ético y espiritual sobre las que necesitamos aprender. Los dos somos creyentes y hemos experimentado los mismos conflictos religiosos. Él es católico y yo, judío, pero ambos pertenecemos a la iglesia que lucha por lo que está bien. Es más un código moral personal que una religión formal.

¿Cuando coproduce participa del proceso creativo o sólo le llegan los proyectos?
Soy más actor que coproductor, pero en el caso de “Reservoir dogs”, por ejemplo, Quentin Tarantino escribió el guion que llegó a mí a través de una colega en el Actor´s Studio llamada Lillie Parker, quien me lo envió diciendo que ella lo leyó y pensó que me gustaría, y así fue, en ese momento me pareció que era uno de las mejores cosas que había. Quentin y yo nos unimos para conseguir el dinero, para financiar la película, así que me convertí en coproductor en ese sentido.

No se pierda el viernes 22 a las 6:30 PM el tributo que le realiza el FICCI a Harvey Keitel en el Teatro Adolfo Mejía con la proyección de la película El piano de Jane Campion y el sábado 23 el actor dará una conferencia de prensa en las instalaciones de AECID, Centro de la Cooperación Española, a las 11 AM. Ambos eventos son gratuitos, con entrada libre, prioridad para acreditados. Disponibilidad según el aforo de cada escenario.