El Magazín Cultural

“Hay que repensar la cultura”

Amalia Londoño, secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín, habla de los proyectos de la ciudad y del concepto cultura.

Manuela Saldarriaga H.
26 de febrero de 2017 - 11:12 p. m.
“Hay que repensar la cultura”

 

Ha pasado un año desde que en Medellín tomó posesión una nueva administración. La Secretaría de Cultura Ciudadana inauguró su período con un presupuesto de 89 mil millones de pesos y cerró el 2016 con una ejecución de 103 mil millones. La Encuesta de Calidad de Vida Medellín Cómo Vamos, que mide la percepción ciudadana, indicó que la satisfacción con la oferta cultural aumentó cuatro puntos con respecto a 2015, pasando del 66 al 70 por ciento, y que los ciudadanos de los estratos 5 y 6 son los más satisfechos. Sin embargo, el porcentaje en la no participación en actividades culturales es el más alto con un 32 por ciento.

La secretaria Amalia Londoño Duque hace su propio balance atendiendo a otros asuntos coyunturales del sector.

El presupuesto invertido en 2016 en cultura supera al del último año de la administración pasada. La decisión fue reducir la contratación para aumentar la gestión y desarrollo de proyectos, ¿cuáles?

Uno es el Primer Mercado Cultural y Creativo de la ciudad; estamos en un momento de repensar la cultura. Hubo un momento transformador de Medellín y la cultura influyó muchísimo, pero hay que analizar el contexto en el que estamos como ciudadanos y a quiénes hemos olvidado, porque creo que el concepto de cultura debe dejar de hablar de lo culto y de lo inculto para hablar en un mismo idioma: pasar del signo al significado. La otra apuesta es el fortalecimiento de las redes de creación (Danza, Música, Artes visuales, Artes escénicas y de Escritores) y de dos programas valiosos: las convocatorias que por primera vez se abrieron en enero –mayor ejecución durante más tiempo– y es el primer año en que los proyectos de estímulos se van a ejecutar a totalidad. Tenemos además una alianza con Interactuar y Comfama para la profesionalización de artistas mediante pasantías y así el sector podrá ser más sostenible.

De acuerdo, pero son proyectos aún sin ejecución. Sobre lo ejecutado, ¿en qué se representa el aumento?

No solo es concepción, sino también proceso. Este año, además, parte del presupuesto adicional es por la repotenciación de la Biblioteca Pública Piloto.

Sobre el polémico cierre de las bibliotecas y el Museo Casa de la Memoria, si había sido planeado, ¿por qué no se avisó a la comunidad? ¿Quiénes se encargaron de la reformulación de su agenda cultural y académica si no había un equipo contratado? ¿Por qué abrirlas de súbito ante la reacción de un líder de opinión?

Fue un error. Sí, nos equivocamos y no va a volver a pasar. No fue falta de planeación; el contexto económico de 2016 no permitía vigencias futuras porque comprometía la capacidad de endeudamiento del Municipio. Los equipamientos están hechos, al parecer, para mayor contratación y no para optimización de recursos, y si bien la labor del Estado no es ahorrar, creo que hay algo que se nos olvidó pensar cuando construimos todo esto: ¿A largo plazo la Secretaría de Cultura va a convertirse en un pagador de servicios públicos y mantenimiento o en un gestor social? Estamos haciendo un análisis de cómo funcionan. El hecho de que un programa sea exitoso durante diez años no significa que sea óptimo en los recursos. Era necesario que nosotros repensáramos las bibliotecas; nos dimos cuenta de la gran necesidad que tiene la gente de ellas, entonces estamos haciendo la evaluación paralelamente. Este año hicimos la inversión más alta, histórica, con 16 mil millones de pesos. Vamos a hacer compra de colección para las Bibliotecas, que no se hacía hace tres años, y estamos en la renovación de la plataforma tecnológica y el fortalecimiento de programas de promoción de lectura.

El Teatro Lido lleva tres meses sin programación, ¿por qué?

Por obligación de ley debemos sacar a licitación unos programas de operador técnico y operador logístico, así como las convocatorias, sin esto no podemos hacer nada. Históricamente estos tres meses han sido de baja programación en la gran cantidad de equipamientos, exceptuando las casas de la Cultura y las bibliotecas. En el Teatro Lido, además, estamos haciendo unos estudios de infraestructura porque queremos adecuarlo para la Cinemateca.

¿De qué manera avanzan tales estudios y por qué aún no se han reunido con el sector audiovisual para hablar del tema?

Porque los estudios de infraestructura aún no están listos. Tenemos un comité, les hemos dicho a unas cuantas personas que pertenezcan, pero no hemos citado porque no sabemos si efectivamente esto pueda ser posible en el Lido. Si en el Plan de Desarrollo dice que tendremos Cinemateca en 2019, la tendremos.

¿Y con respecto a los estudios estructurales del Teatro Carlos Vieco, cerrado hace más de un año?

El estudio empezó cuando entraron los recursos de Ley de Espectáculos Públicos en 2016 y lleva alrededor de unos seis meses, estamos esperando los resultados. El Teatro Lido y el Vieco son nuestra prioridad para este año. La Ley permite que saquemos a convocatoria unos recursos para infraestructuras privadas, valioso y necesario, pero también nosotros decidimos cuánto se va para infraestructuras públicas. Vamos a sacar una buena distribución del recurso para que empiecen obras de primera fase. Están abiertos los estudios patológicos de los años 2015 y 2016 pero no queremos desechar recursos porque en otras oportunidades se destinaron por la inmediatez y a los seis meses otra vez había deterioro. Queremos que los recursos que se vayan al Vieco sean porque va a quedar bueno, que no sean paños de agua tibia, y que se reabra en esta Administración, si no, que se reabra en otra pero con toda.

Estaba previsto realizar una evaluación cualitativa en formación de públicos; no cuántos sino quiénes “consumen” cultura. ¿Cómo van?

El sistema de información de la Secretaría de Cultura Ciudadana no existía, está en creación y se inaugurará pronto. Es un tema técnico amplio y se demora años en construirlo. Será excelente legado para quien llegue después. En la evaluación de temas cualitativos ha trabajado con nosotros la Mesa de Museos. Hemos llegado a un estado del arte conjunto. Durante mucho tiempo hemos trabajado los mismos, con lo mismo, y para lo mismo, y creo que tenemos que salirnos de esa caja de resonancia y empezar a pensar en el ciudadano desprevenido que se tropieza con la cultura.

Sobre Sergio Restrepo, ¿qué ha pasado ante la aparente tentativa de su salida como director del Teatro Pablo Tobón Uribe?

No hablaría de Sergio Restrepo, hablaría del Teatro que, como otros espacios, requiere también una reformulación en sus procesos, unos análisis y exige cambios.

Ante la renuncia de Juan Diego Mejía, ¿quién se hará cargo de la dirección de la Fiesta del libro?

Buscar el perfil no ha sido fácil. Sin embargo, hay muy buenas noticias para la Fiesta, estamos haciendo negociaciones para celebrar por lo alto que ya superó esos 10 años. No la vamos a transformar, la Fiesta lo viene haciendo muy bien, tiene una línea que es clara, bonita y ciudadana.

Por último, ha sido una homilía de esta Secretaría el tema de ciudadanía cultural, ¿qué le comporta el Nuevo Código de Policía en relación al discurso de la apropiación del espacio público?

Es la ley y nosotros nos tenemos que regir a ella. Como Administración creo que sí podemos hacer más amables las cosas e invitar a la gente a actuar por convicción y responsabilidad ciudadana. Desde la Secretaría lo que tenemos que hacer es una pedagogía.

 

Por Manuela Saldarriaga H.

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