El Magazín Cultural

“Las mujeres necesitamos saber que no tenemos que gritar”: Robin Wright

La actriz y productora ejecutiva de la serie “House of cards”, de Netflix, habló de los episodios que dirigió, del momento más sexista que vivió en Hollywood, del feminismo y las mujeres en la política.

Fabián W. Waintal
08 de junio de 2017 - 04:03 a. m.
Robin Wright ha interpretado a Claire Underwood en la serie “House of cards” desde 2013. / Cortesía
Robin Wright ha interpretado a Claire Underwood en la serie “House of cards” desde 2013. / Cortesía
Foto: Getty Images for Kering - Vittorio Zunino Celotto

Con el mar Mediterráneo asomándose por la ventana, desde el séptimo piso del Hotel Majestic Barrière en la Costa Azul, Robin Wright aceptó la invitación a hablar sobre la discriminación de la mujer en el mundo del cine, dentro del marco de reuniones Women in Motion Talk, organizado por la fundación Kering, en Cannes.

¿Qué opina sobre el polémico paso de Netflix por el Festival de Cannes con dos películas, sin estrenarlas en una sala de cine?

No puedo comentar, porque no sé demasiado sobre el tema. No vivo en Francia, no sé los protocolos que tienen. No sería justo…

Es que ninguna de las películas se llevó ningún premio y, como presidente del jurado, Pedro Almodóvar incluso había dicho que al menos él estaba en contra de servicios streaming como Netflix que quieren seguir compitiendo en el festival sin pasar por una sala de cine.

Yo trabajo en Estados Unidos, donde vemos cine con el sistema streaming, que también es un nuevo formato. Es difícil criticarlo ahora, porque nunca hicimos algo así. Nunca antes habíamos tenido un medio donde podamos tener todo lo que queremos, por el tiempo que queramos, abriéndolo y cerrándolo cuando uno quiera. Nunca tuvimos esa facilidad antes.

¿Pero no le parece importante que una película sea estrenada primero en una sala de cine?

Ah, claro. La sala de cine siempre debería ser la primera opción, seguro. Incluso me parece rudo que la gente vea cine en un teléfono. No es justo para los cineastas.

Mucha gente no sabe que Robin Wright es también directora y que incluso llegó a dirigir tres episodios de “House of cards”. ¿El hecho de ser actriz y directora en cierta forma le lleva a prestar mucha más atención a los actores en comparación con otros directores que no cruzaron del otro lado de la cámara?

Sí. Y la principal diferencia es que el título de directora significa que tengo que dirigir a alguien. Y después de haber vivido como actriz por 30 años, también sé que cada toma y cada escena son un descubrimiento. Y ver las reacciones de las diferentes actuaciones. Para un director, es muy importante dejar que los actores… actúen.

¿Y cómo fue que se decidió a dirigir los diferentes episodios de “House of cards”?

Kevin (Spacey) iba a dirigir uno de los episodios (de House of cards) y cuando dijo “No lo quiero hacer, estoy demasiado ocupado”, yo levanté mi mano y dijeron “Ok, probemos”. Y estoy muy agradecida, el equipo de filmación es de veteranos en esta industria y nos conocemos de toda la vida.

¿Es verdad que en un principio había tenido dudas en participar en la serie de TV como actriz?

Yo había hecho televisión al principio de mi carrera, con telenovelas. Fue hace muchísimos años, pero en la época del renacimiento de la TV, donde solíamos trabajar con tres enormes cámaras donde tenías que actuar con cada una y memorizar 30 páginas de diálogo por día, diciendo palabras muy cursis y melosas. Y por eso no me interesaba volver a ese ámbito. Pero me aseguraron que era algo original, con un personaje femenino que no iba a ser solo la esposa de un político, que querían mi ayuda para crear esta mujer. Y todavía me asombra que estemos hoy hablando del tema, seis años después.

¿Y en qué sentido ayudó a crear el rol de Claire Underwood?

La idea original del show era tener la perfecta unión de diferentes sexos, pero Claire Underwood es lo mejor de ambos sexos. Y empezamos a construirla en ese sentido, desde el principio de la serie. Yo sugerí que el público se diera cuenta de que ella es tan feroz y diabólica (como el esposo, Francis Underwood).

¿Se inspiró en alguien en particular de la vida real?

El primer día que pisé el estudio, me dijeron “Es muy simple. Ella es Lady Macbeth con Ricardo III”.

¿Pero no se inspiró en ningún político actual, como Hilary Clinton?

No. Es un punto de vista diferente, no creo que tengamos que tratar con el lado político. El comportamiento que mostramos es el mismo que en cualquier otro campo. No me parece que tengamos que ser mucho más específicos. Las ideas las conseguimos viendo las noticias del día (risas).

El expresidente Obama solía decir que en su época veía la serie y le sorprendía cuando la ficción se convertía en realidad. ¿Pasa algo parecido con el presidente Trump ahora?

Trump nos robó todas nuestras ideas de la sexta temporada.

¿Ya tienen pensado el gran final posible para “House of cards”?

Sí, lo tenemos.

¿Podríamos saber cuál es?

(Riendo) No.

¿Cree que alguna vez veremos en Estados Unidos una presidenta?

¿Te refieres a mí en House of cards? (Risas) Después de las últimas elecciones, me puse a pensar en el futuro, buscando alguna esperanza y pensé en el año 2024, cuando mis hijos sean adultos y ellos tengan sus propios hijos. Y tuve esta visión… quiero que Michelle Obama esté en ese lugar. Ella será una grandiosa presidenta. Tiene a su favor el elemento del tiempo necesario, porque se necesita tiempo para quebrar el molde y la psicología donde se bloquean las ideas de que un hombre es mejor que una mujer o que la mujer no debería dirigir. ¿Por qué? Se necesita tiempo para aceptar semejante mensaje.

Hablemos de política en Hollywood. ¿Por qué no hay tantos directores mujeres como hombres hoy?

De nuevo, todo es cuestión de tiempo. Hay CEO mujeres en compañías que recaudan billones de dólares todos los años. ¿Por qué no podemos seguir el ejemplo en nuestra industria? Es hora. Y la misma pregunta tenemos que plantearla. ¿Por qué no hay más directores de Asia? Si están en Cannes, pueden estar en Hollywood. Hay que abrir las perspectivas. Eso es todo. Necesitamos perspectivas diferentes. Y es hora de hacerlo. Tenemos que seguir hablando del tema. El feminismo hoy se volvió en una palabra derogatoria o de divas. Pero el feminismo significa igualdad, punto. Igualdad de trabajo, igualdad de sueldos.

¿Y a la hora de pisar la alfombra roja con el mejor vestido es posible encontrar un balance entre el feminismo y la femineidad?

El síndrome de la alfombra roja siempre va a tener que ver con la moda. Por eso está ahí, porque llevamos trajes de diseñadores de moda. Están para venderlos, nosotros les hacemos un favor y ellos nos hacen un favor a nosotros. Femineidad y feminismo… como mujer, usamos vestidos. ¿Por qué no se preocupan por hacer lo mismo con los hombres y sus trajes de esmoquin? Porque todos usan lo mismo (risas).

¿Alguna vez llegó a sentirse discriminada como mujer en Hollywood, con algún momento demasiado sexista?

El momento más sexista que tuve fue cuando tenía 17 años y había ido a una audición pensando que solo me querían ver la cara, hasta que me dijeron “Levántate el top… No, me gustan más las tetitas de la otra (actriz)”. Eso fue en medio de la audición. Y no me dieron el trabajo.

¿Y qué la llevó a generar el exceso de confianza que hoy tanto la caracteriza?

Me llevó mucho tiempo crecer como mujer y crecí demasiado rápido en mi adolescencia. Tuve una sabiduría muy particular en mi juventud. Por un divorcio y mudanzas. Estuve en una escuela diferente cada dos años, en una ciudad distinta, un ambiente diferente. Y tuve que crecer rápido, pero también levanté demasiado la guardia porque al mudarme tan rápido de la gente, no quería envolverme porque tampoco quería herirlos cuando me iba. Y como mujer, con mis hijos creciendo, verlos como jóvenes adultos, también ayuda a crecer.

¿Qué la inspira a mejorar como artista?

La inspiración, el descubrimiento, la exploración del ser humano. La dinámica humana es increíble, porque aprendemos unos con otros, conectándonos. Eso inspira. Por eso quiero contar historias como actriz y directora. Es lo que me hace feliz y me lleva a despertarme cada mañana, tratando de llegar al corazón de la gente.

¿Y en su rol como directora toma en cuenta los trabajos de otros directores con los que trabajó antes?

Por lo general, en ese sentido lo que pienso es lo que nunca haría como directora (risas). Y uno de esos temas es no usar nunca la expresión “No hagas”, tratando de evitar las palabras negativas. Es lo que más quiero evitar de otros directores.

Sabiendo lo que sabe hoy en Hollywood, ¿qué le hubiese gustado saber en su adolescencia?

Las mujeres necesitamos saber que no tenemos que gritar. Podemos plantear nuestra verdad, amplificando nuestra voz de esa forma, porque tampoco tratamos de separarnos, no queremos traer más divisiones. Queremos unir fuerzas y decir lo que pensamos. No es tan difícil… aunque lo parezca.

Por Fabián W. Waintal

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