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“No puedo callar lo que me afecta o duele. Creo que todos tenemos esa obligación cuando se comete una injusticia a nuestro alrededor”: Laura Restrepo se expresa con una voz suave y pausada, -mirando siempre a los ojos de quien la escucha- pero cada palabra está impregnada de una fuerza que deja claro el compromiso social que tiene como escritora y periodista.
La narradora colombiana está en Cartagena, invitada al Hay Festival, para hablar de su más reciente novela, Los Divinos hecha a partir del repudio y asombro que le causó la noticia de la violación y crimen de la niña Yuliana Samboní.
“Esa historia no me dejó opción, tenía que escribirla sí o sí. Me parecía que no bastaba con que la prensa señalara al asesino. Yo necesitaba descubrir qué relaciones familiares se trazan diariamente para que algo así se vaya incubando. El elemento mostruoso que se explotó en los medios era lo que menos me interesaba. Yo me obsesioné con ese ciudadano del que nadie sospechaba nada con su aparente normalidad. Era evidente que antes de matarla ya había una dosis de maldad aterradora. Cuando aparece un crimen así de brutal se hace visible por lo extremo, pero lo que ilumina es mucho más impactante”: me dice al preguntarle acerca de su intención de abordar este hecho real a manera de ficción.
Añade que la novela no da respuestas, ni plantea tesis alguna, es la manera de alzar su voz contra la injusticia, de defender la dignidad de la niña, y la de las mujeres en general. “ Por sobre todo siempre intento reflejar la fascinación por la dignidad humana en situaciones críticas. Eso lo puedes encontrar en todos mis libros. Aun sabiendo que el tema es crítico y puede terminar mal, hay una dignidad al asumir lo que siempre me motiva a escribir”.
Por otra parte, también habló del papel de la mujer en este tiempo: Está convencida de que la gran revolución del siglo XX fue la femenina. “Ahora las mujeres somos muy distintas. Tenemos que seguir en pie trabajando para que nadie nos pueda detener ni silenciar. Somos, absolutamente, conscientes de nuestra autonomía, de nuestra libertad e inteligencia. Claro que en la lucha contra la violencia, debemos involucrar a los hombres; hacerlos socios y aliados. No comparto la visión del feminismo que proclama que hay que dejarlos de lado.
La autora también participó de un club de lectura que se realizó este sábado, 2 de febrero, en la Casa Hay Festival, una nueva actividad que busca fomentar la lectura crítica de los libros de los participantes en esta fiesta literaria que se lleva a cabo en Cartagena de Indias.