El Magazín Cultural

Las pasiones de Colette

Una francesa que se coronó de laureles con la escritura, que desató más de un escándalo con sus devaneos con mujeres, que se casó tres veces, y que vivió como murió, sin la bendición de la Iglesia pero con el aplauso de sus lectores, es una de las pioneras en abordar, sin titubeos ni máscaras, la intimidad de la mujer. Su nombre es Sidonie-Gabrielle Colette.

Alberto Medina López
09 de abril de 2016 - 03:43 a. m.
Colette, fue una novelista, periodista, guionista, libretista y artista de revistas y cabaré francesa.
Colette, fue una novelista, periodista, guionista, libretista y artista de revistas y cabaré francesa.

Willy, su primer marido, un hombre libertino y culto que reconoce en ella el talento y en cuyas correcciones de editor se forja la escritora, es quien la introduce en escenarios de cortesanos y lesbianas y la empuja a los brazos de una actriz que había sido su amante. Por las páginas de sus libros discurre su vida. En la saga de Claudine, la colección de novelas que la lanzan a la fama, Colette dibuja el mapa de su propia existencia, como lo hace en Chéri con la historia de la mujer madura que se enamora de un joven inexperto en materias de amor. La novela, publicada en 1920, cuenta la historia de Lea, una mujer madura que pone fin a una carrera de cortesana cuando se enamora del joven Fred. El primer acercamiento es un beso pedido por él.

“Lea sacudió la cabeza, pero solamente hasta el instante en que sus bocas se tocaron; entonces permaneció ella complemente inmóvil y reteniendo la respiración como quien escucha”. De allí a copar la enorme cama de la mujer sólo faltaban las caricias. Ante el mutismo del amante, ella “recostada contra él, escuchaba con delicia la vibración ligera, el tumulto lejano y como cautivo con que resuena el cuerpo que niega su angustia, su gratitud y su amor”. Viven juntos siete años, pero Fred se casa con una joven de su edad. En medio del dolor, Lea se siente vieja y aunque observa sus brazos juveniles se dice: “¡Bellas asas, para un jarrón tan viejo!”.

Durante seis meses no hacen más que buscarse hasta que él la encuentra y le declara su amor en una escena profundamente erótica en la que ella advierte que “estaba a punto de abandonarse al goce más terrible de su vida. Un abrazo, la caída, el lecho abierto, dos cuerpos que se sueldan como los dos trozos vivos de un mismo animal cortado”. Se aman y al amanecer descubren en un conmovedor encuentro de honestidades que el tiempo ya no es para ellos, que los 24 años que se llevan pesan mucho para el amor. La historia de Lea y Fred es la historia de Colette y Bertrand, el joven de 17 años con el que la escritora sostuvo un romance clandestino y peligroso: era el hijo de su segundo marido y ella ya tenía cuarenta años. Colette murió casi a los 82 años y, aunque la Iglesia no la despidió, Francia le rindió honores de Estado porque su obra había dejado huella en la cultura.

Por Alberto Medina López

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