El Magazín Cultural

Perrine Boyer: El arte de educar con trazos

Perrine Boyer, más que ser una ilustradora es una transmisora de sentimientos y emociones que evocan al color, al amor y a la vida. Una mujer que sirve de puente para educar mediante el arte. No se guarda lo que tiene en su mente, en cambio lo comparte con la gente, en especial con los niños.

Lucety Carreño Rojas (@LucetyC)
01 de mayo de 2017 - 02:00 a. m.
Ilustración: Perrine Boyer
Ilustración: Perrine Boyer

Boyer estudió ilustración en la Escuela Massana de Barcelona. Luego conjugó su talento para imaginar con la docencia infantil, labor que lleva a cabo desde hace más de 10 años. 

La artista crea mundos de personajes coloridos con los que busca transmitir un mensaje. En compañía de la escritora colombiana Adriana Carreño, estuvo durante varios meses recorriendo cuatro ciudades del país: Bogotá, Cali, Villavicencio y Medellín. Entre las dos, dictaron talleres a niños entre 8 y 12 años en el marco del año Francia-Colombia. Se trataba de una serie de actividades que intentaba incentivar la lectura, enseñando a los pequeños la importancia de preservar a los animales en peligro de extinción y romper con los prejuicios.

La joven francesa, de figura delgada y amplia sonrisa, también les imprime poesía a sus historias. Ella sabe que la literatura es la herramienta más poderosa para conocer otros universos y sus culturas. Muestra su amor por los animales, las plantas y su entorno en sus ilustraciones. Les aplica la realidad de manera implícita. También resalta el lazo necesario e inquebrantable entre todos los seres que habitan el planeta.

Refleja la realidad. Las problemáticas de la sociedad: los prejuicios, la intolerancia y la falta de respeto hacia el otro. En sus dibujos priman los tonos vivos en las plantas y animales. Boyer evidencia en sus ilustraciones lo fundamental y necesario que es convivir y aceptar al otro. Al respetarlo y tolerarlo se dignifica y eso es lo que ella intenta enseñarles a los niños.

La misión de un ilustrador y de un artista plástico no es plasmar un dibujo con técnicas complejas; es lograr que hable eso que retrata. Es darle vida al papel sin necesidad de palabras. O si las tiene, que sean tan sutiles como los finos trazos. Eso es lo que consigue Perrine Boyer, al unir la magia de la poesía, el arte de ilustrar con pinturas acrílicas y la vocación por enseñarle a los niños a ver el mundo desde una perspectiva más humana.

Por Lucety Carreño Rojas (@LucetyC)

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