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En tablas con la reflexión

Con una función especial de ‘Si el río hablara...’, dirigida por César Badillo, el grupo teatral conmemora su cumpleaños y estrecha el vínculo entre el arte y los contenidos sociales.

Juan Carlos Piedrahíta B.
06 de junio de 2014 - 03:01 a. m.
La obra ‘Si el río hablara...’ surgió a partir de la pieza ‘Muertos al agua’, del artista Juan Manuel Echavarría.  / Fotos: Cortesía  Teatro La Candelaria
La obra ‘Si el río hablara...’ surgió a partir de la pieza ‘Muertos al agua’, del artista Juan Manuel Echavarría. / Fotos: Cortesía Teatro La Candelaria
Foto: Carlos Lema P

Detrás de la creación de Si el río hablara... está una imagen. Esa visión inspiradora la proporcionó el artista plástico Juan Manuel Echavarría con su pieza Muertos al agua, pero no hay que ir muy lejos para saber que la obra está respaldada, tristemente, por las décadas de violencia rural que ha padecido Colombia.

Tanto la pieza artística como el montaje teatral reflejan una realidad propia y muestran una escena común en un buen porcentaje de las riveras de la geografía nacional. Muchas víctimas de la violencia fueron lanzadas a las aguas de los ríos, y a pesar de la prohibición de los grupos armados al margen de la ley de rescatar los cuerpos, las comunidades encabezadas por mujeres asumieron el riesgo de recuperarlos para darles sepultura en cementerios de tipo artesanal.

Muertos al agua abordó el fenómeno social sin miramientos. Reflejó la vivencia, la crueldad y la iniciativa femenina. Sin embargo, para los actores del Teatro La Candelaria, colectivo fundado por Santiago García hace 48 años, faltaba una parte de la historia y era el padecimiento de las víctimas durante ese tortuoso periplo. Esa es, fundamentalmente, la propuesta de Si el río hablara...: asignarles personalidades, voces y sentimientos a los cadáveres.

“Queremos traer a escena toda la memoria de Puerto Berrío, aquellas imágenes de las tumbas que nos mostró el artista plástico Juan Manuel Echavarría, rendirle un homenaje a la memoria de ese pueblo. Para nosotros fue muy importante el encuentro con este artista y asimilar los videos que nos mostró de los procesos que tienen las tumbas, cómo cambian: todos los días las pintan, llega una señora y les cambia el nombre. Detrás de esta obra hay un hecho cultural muy interesante y es la relación de los pueblos de Colombia con sus muertos”, cuenta el actor César Badillo, mejor conocido en el ámbito de las tablas como Coco, quien asumió las labores de director durante el proceso de gestación y presentación del montaje.

La obra se estrenó en marzo de 2013 con el propósito de dirigir las miradas hacia los ríos y riberas que, debido al abandono del Estado y la crueldad de los grupos guerrilleros y paramilitares, se convirtieron en escenarios importantes para el fomento de la violencia en las zonas rurales.

La tragedia en Si el río hablara... se condensa en cuatro personajes delimitados de forma estratégica. La mujer, una madre que busca a su hija desaparecida; el poeta, un hombre extraño y atormentado que ofrece su ayuda para encontrar a la joven extraviada; la devota, una rezandera que tiene la misión de hablar con los muertos y rescata los cadáveres de los caudales, y el ribereño, que representa al testigo silencioso que, a pesar de haberlo visto y hasta padecido todo, toma la decisión de mantenerse al margen.

“Esta obra ha ido en cambio permanente, incluso cada función trae elementos nuevos. Es una obra que busca dejar una reflexión profunda, dejar muchas preguntas, y eso lo hemos logrado con el público. Algunos nos dicen que la puesta en escena les dejó una sensación de desazón, unos muestran desacuerdos, mientras otros se quedan pensando en el trabajo plástico. En fin, queremos usar todos los recursos que nos da el arte para contar este cuento, sin victimizar ni salvar a nadie y sin confundir al público”, dice el director de Si el río hablara...

Por la relación con el pasado, por el vínculo con el presente y por ser un punto de partida para las propuestas actuales del Teatro La Candelaria, la pieza se escogió para celebrar el cumpleaños número 48 del colectivo. “Esta celebración es muy especial para nosotros porque ya estamos en otra etapa, una etapa que nos exige mucho porque el arte es un espacio en el cual se pueden visibilizar las voces de quienes la historia no se encarga. Es la manera de ver el otro punto de vista que la historia no reconoce”, concluye César Badillo.

 

jpiedrahita@elespectador.com

Viernes 6 de junio, 7:00 p.m. Teatro La Candelaria, calle 12 Nº 2-59 (Bogotá). Teléfonos: 281 4814 y 286 3715. Boletería en la taquilla del teatro.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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