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'Turandot', la flor del canto lírico

Esta versión de la obra de Giacomo Puccini tiene a la soprano italiana Francesca Patané y el tenor coreano Rudy Park en los roles principales. La pieza se exhibe a partir de hoy en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, en Bogotá.

Juan Carlos Piedrahíta B.
25 de septiembre de 2014 - 03:27 a. m.
El tenor coreano Rudy Park interpreta a Calaf en esta versión de ‘Turandot’, creación inconclusa del compositor italiano Giacomo Puccini.  / Cristian Garavito
El tenor coreano Rudy Park interpreta a Calaf en esta versión de ‘Turandot’, creación inconclusa del compositor italiano Giacomo Puccini. / Cristian Garavito

Durante sus primeros años como profesional, Rudy Park sonaba perfecto, pero no era él quien cantaba. Tanto se nutría de los grandes tenores del momento que terminaba acercándose a su interpretación, a veces de manera inconsciente, pero otras con toda la intención del caso.

Cantantes como Franco Corelli, Mario del Monaco y Luciano Pavarotti le transmitían toda clase de sensaciones cuando se paraban sobre el escenario. Si ellos, y muchos otros a quienes seguía con lupa y con los oídos bien atentos, lograban moverle el terreno con sus voces y sus gestos, él también podía hacerlo copiando las técnicas y apropiándose de los buenos hábitos.

La imitación fue el derrotero del coreano Rudy Park en su etapa inicial. Sin embargo, cuando acumuló partituras suficientes, les salió adelante a las presentaciones al aire libre y supo sobreponerse a un olvido de la letra empezó a entender las palabras de sus maestros Manlio Rocchi, un auténtico tenor bel canto italiano, y Ji-Hyun Kim, un gran barítono oriental, quienes siempre le hicieron énfasis en que el estilo viene de adentro y no puede ser el resultado de una postura externa.

“Después de haber realizado todas las etapas artísticas, todas las técnicas que copié se convirtieron en mis técnicas y las absorbí a través de la repetición. En el pasado escuché que mi voz sonaba como este o como aquel, pero en la actualidad me resulta casi imposible imitar a alguien. Por lo tanto, puedo decir que ahora estoy cantando con mi técnica única y con mi color de voz. Antes pensaba que era un honor parecerse a los grandes cantantes; hoy me quiero acercar a lo que realmente soy”, cuenta el tenor Rudy Park, para quien no hay muchas diferencias entre la formación artística recibida en su natal Corea y el complemento académico que adelantó en varios países de Europa.

Giacomo Puccini (1858-1924) y Giuseppe Verdi (1813-1901) fueron los compositores por quienes eligió el arte del canto lírico. En ellos encontró exigencia, sentimiento y una gama completa de posibilidades de interpretación. Tomado de su mano estructuró personajes y entendió que lo más importante sobre las tablas no es la técnica sino la capacidad de convertir la partitura en una realidad. Eso hizo con Rigoletto, que llegó a su vida cuando su nombre no se había consolidado en la escena internacional, y lo mismo hace con Calaf, que se disputa el protagonismo con la propia princesa Turandot.

“Calaf, en la partitura, es sólo uno, pero Calaf en los teatros puede ser cien o más. La razón es que sólo se muestra un personaje en la partitura porque responde al diseño del compositor Giacomo Puccini, pero el personaje en los escenarios puede variar gracias a las indicaciones de los directores de escena o a las genialidades de algún tenor que decida aventurarse inventando un detalle adicional”, asegura Park, quien confiesa que el aria Nessun Dorma, de Turandot, es una de las piezas más exigentes que le ha tocado cantar en sus años de ejercicio artístico.

Nessun Dorma es un reto para cualquier tenor. Es una montaña de emociones para un cantante que recibe por primera vez el rol de Calaf en la piel, pero también es el momento para reinventarse y reencontrarse para quienes, como Rudy Park, ya han asumido el personaje en distintos países.

En el montaje a partir de esta obra de Giacomo Puccini, que regresa a Bogotá después de doce años de ausencia, el tenor coreano comparte honores con la soprano italiana Francesca Patané. Además de estas dos figuras internacionales, la presencia del talento colombiano se destaca con la participación de Valeriano Lanchas, Betty Garcés, Alejandro Escobar y Andrés Felipe Orozco. La Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá, bajo la dirección del maestro italiano Marco Boemi; el Coro de la Ópera y el Coro Infantil Batuta de Bogotá también hacen parte de Turandot, considerada por muchos expertos la flor del canto lírico.

 

Temporada de Ópera

Funciones: 25 y 27 de septiembre, 2 y 4 de octubre, 7:30 p.m. Teatro Jorge Eliécer Gaitán. Información y boletería: 593 6300 y www.tuboleta.com.

 

 

jpiedrahita@elespectador.com

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

 

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