El Magazín Cultural

Un ensayo del engaño detrás del glamour

Aunque la gente crea que lo que le entregan a través de los medios son noticias, se trata, más bien, como en el filme La Cortina de humo (Barry Levinson, 1997), de propaganda política o de montaje mediático.

Luis Carlos Muñoz Sarmiento*
24 de marzo de 2018 - 01:18 a. m.
Una imagen de la película Cortina de humo (1997), de Barry Levinson. A la izquierda, Robert de Niro. A la derecha, Dustin Hoffman.  / Cortesía
Una imagen de la película Cortina de humo (1997), de Barry Levinson. A la izquierda, Robert de Niro. A la derecha, Dustin Hoffman. / Cortesía

Los políticos y los pañales deben ser cambiados con frecuencia… ambos por la misma razón.

George Bernard Shaw

Relata el profesor inglés Jeremy Fox en el libro Valores y héroes de la globalidad (1), coescrito con el colombiano Pedro Agustín Díaz, ex profesor de la U. Nacional, que en feb/1999, el Emperador Bill (o Vil) Clinton, libertino y estrella, fue “realmente rescatado por sus mujeres”: la primera, Mónica Lewinsky, pese a las evidencias y contra todo pronóstico; y Cheryl, una abogada negra que lo asesoró; sin contar con Hillary que en ese momento sólo producía hilaridad, pero con el que se quedó por y pese al escándalo, por una sola razón: la creciente popularidad de su esposo: sin importar que él fuese adúltero ni ella cornuda. Rescate que ocurría poco después de que, a fines de 1998, ocurriera el affaire Clinton-Lewinsky, aventura libidinosa, no amorosa pues no sólo sería pedir mucho sino ponderar demasiado al primero y de paso subestimar a la segunda, que se esforzaba en sacarle el jugo al miembro más poderoso del país: esto, una lúbrica metáfora toda vez que el asunto no da para una hipérbole política.

No. La verdad, se trata de un asunto mundano que sólo gracias a Philip Roth pudo devenir memorable, desde la perspectiva literaria: para el autor gringo/judío, 1998 fue “El año de la Mojigatería”, como muy bien lo sustentará en La mancha humana (2). Historia sencilla y a la vez profunda de la relación entre un robusto profesor negro de origen judío, 71 años, que en su juventud prestó el servicio militar como blanco por el temor a ser rechazado, y su amante Faunia Farley, blanca, rubia, delgada, 34 años, fregona en la U. de Athena de la que a él lo acaban de despedir por “racismo” al preguntar en sus clases de lenguas muertas, y tras leer un pasaje de la Ilíada, si dos de sus alumnos se habían vuelto “negro humo”: Coleman Silk, el profesor, en venganza por su salida y en una suerte de revancha social decide unirse a Faunia, ex esposa de un veterano de Vietnam. En el comienzo Roth ubica, precisamente, el caso Lewinsky que es al tiempo el caso Clinton, evento del cual se cumplen veinte años: 1998-2018.

Una cortina de humo: o unas…

El caso detrás de cuya apariencia se esconde el engaño: no se trata de una noticia, aunque la gente crea que eso es lo que le entregan a través de los medios: radio, prensa, TV. Se trata, más bien, como en el filme La Cortina de humo (Barry Levinson, 1997), de propaganda política o de montaje mediático: ese mismo año EE.UU invade tres países. Pero, para los medios no se trata de invadir, si acaso, intervenir o, por contraste, “contribuir a la paz mundial”. Pues, nunca, óigase bien, se debe pensar mal de EE.UU: también aquí, contra todas las evidencias. Para Fox, es probable que el escándalo Mónica/Bill haya sido el factor más significativo de la política externa gringa durante 1998 ya que condujo a bombardeos de tres zonas: Sudán, Irak y Kosovo. Sin contar con su siguiente incursión en Afganistán, adonde se trasladaron luego del retiro de Irak, en ago/2010, tal como anunció Obama el 1º/mar/2009 y al día siguiente lo reseñó la Agencia Periodística del Mercosur (APM), luego Agencia Periodística de América del Sur (APAS) y hoy, tras el escándalo por el crimen del fiscal Alberto Nisman (1963-2015), medio desaparecido: las verdaderas razones del cierre no se conocen aún.

Hasta el 12/feb/1999 cuando por falta de votos fracasó el impeachment o acusación de alta traición, Clinton tuvo que defenderse contra un doble cargo de perjurio y de interferencia legal a la justicia. A comienzos de ese año se decía que él había sido paralizado e inmovilizado por el escándalo. En realidad, por Mónica y su voraz ansia de movilidad sexual ascendente: en términos coloquiales, arribismo vaginal. Entretanto, Nancy Gibbs (Time, 15/feb/99, p. 30, en Fox: 97) caía en cuenta de que el escándalo estaba ocurriendo un año después de otro, sobre la obtención de dinero para las campañas electorales del Presidente. Éste se hallaba a las puertas de una acusación por mala conducta. Pero, ya tenía preparada su coartada. Lo dicho: el engaño detrás de la apariencia. Hoy agudizado por efecto de la posverdad o de las Fake News fabricadas por gobiernos mentirosos/corruptos a las que pretenden pasar por verdades irrefutables.

El primer bombardeo se produjo el 20/ago/98 y fue ordenado personalmente por Clinton: el ataque inicial de proyectiles Cruise (llamados así no se sabe si en homenaje al actor Tom, ese baluarte de los más típicos “valores morales” al estilo John Wayne), se produjo contra la empresa farmacéutica El Shifa, en la república africana nororiental de Sudán que, siempre es bueno recordarlo aunque sea malo y duela, ostentaba el para nada envidiable título con el mayor número de refugiados del mundo, hasta entonces: cuatro millones. Título que en 2017 le arrebató Colombia en cuanto a desplazados forzados, con una cifra superior: 7.2 millones. Aunque para el oscuro personaje de la vida política nacional y por fortuna ya ex “asesor político” presidencial, José Obdulio Gaviria (JOG) y ex senador quemado el 11/mar/2018, se trate de “migrantes”… es decir, para él, y sólo para él, personas que van de viaje en forma voluntaria, casi de placer: pero, eso sí, sin nada a bordo. Para JOG, unas cortinas vivientes de humo más.

El Imperio desplaza la responsabilidad a un chivo…

Ese mismo 20/ago/98, la Lewinsky debió comparecer ante el Senado para relatar las explosiones fero/mónicas (sic) ocurridas en el Salón Oval u Oval Office, término más adecuado para lo que allí ocurrió. Algo va de oficina a salón cuando de diversiones se trata: mientras la primera impone respeto, así no ocurra con los traviesos Mónica y Bill, el segundo permite una más fácil liberación de efluvios toda vez que es un lugar relacionado con eventos sociales, que ellos confundieron con sexuales; y como erotismo y violencia son interdependientes, cuando de humanos con poder se trata, Clinton no vaciló en ordenar el uso de proyectiles para salvar su pellejo: no una, como con Mónica, sino tres veces en El año de la Mojigatería. Además, en un inconsciente impulso numerológico, lanzó tres acusaciones a la fábrica sudanesa ubicada a las afueras de su capital, Jartum: que en El Shifa no se fabricaban productos químicos ni veterinarios; que allí se empleaba el químico EMPTA, esencial en la producción del gas enervante VX; que la fábrica estaba financiada por Bin Laden, enemigo acérrimo de EE.UU: en realidad, su histórico aliado en el inconfeso crimen multinacional gringo del terrorismo.

El que, de forma sistemática, se presenta desde los tiempos de los poco demócratas hermanos Kennedy (3), como lo confirma Noam Chomsky, uno de los hombres más y mejor informados de EE.UU que lanza una cuestión de mucha polenta para los tiempos que corren, en los que la Adm Obama “ha hecho guiños, por demás significativos, en materia de revisar a fondo la torpe política con respecto a la isla” (4): “¿Por qué el Departamento del Tesoro dedica mucha más energía en asfixiar a Cuba que en la guerra contra el terrorismo? EE.UU es un caso único de sociedad abierta; de ahí que dispongamos de una enorme información sobre la actuación del Estado. Las razones fundamentales se expusieron en un documento secreto hace 40 años, cuando la Adm Kennedy decidió volcar todos los ‘horrores de la tierra’ en Cuba, tal como el historiador y confidente de JFK, Arthur Schlesinger, cuenta en su biografía de Robert Kennedy, quien consideraba al terrorismo su mayor prioridad” (5). Y que junto a John lo puso en práctica cada vez que fue necesario, como cuando decidieron perseguir a M. L. King Jr., con la ayuda del eterno director del FBI, John E. Hoover, homófobo que dedicó su energía a acabarlo, centrándose para ello en la vida sexual del fogoso predicador: hecho que culminó con la entrega del “paquete suicida” a Coretta, que contenía toda suerte de gemidos en la voz de su marido. O como primero los dos y luego, solo, el propio Robert lo ejerció al ensañarse, junto a Hoover, con Malcolm X, el otro líder considerado en forma racista “el más iracundo de los negros”, por el simple/complejo hecho de tener que defenderse del Establishment azul y de la suciedad blanca, como se ve en Malcolm X (1991), de Spike Lee con Denzel Washington, quien para la Academia no merecía un Oscar: se le agradece. Con Malcolm X y su defensa frente al statu quo, ocurre lo que dijo Milhôr Fernandes: “¡Ah, esa manía de la gente de defenderse cuando la atacan!”.

En el caso del bombardeo a Sudán y volviendo al también fogoso Clinton, las agencias de noticias USA fueron unánimes, como el resto del mundo lo es con USA, pese a todos sus atropellos, en una rara solidaridad informativa, con la que sólo se pretende obtener el favor de “la segunda potencia económica mundial” (la primera es China desde 2004): pese a sus problemas domésticos y más allá personales y más allá sexuales, según la óptica mediática el Presidente había actuado en forma decisiva y oportuna. Sin embargo, a los pocos días la Adm Clinton tuvo que negar las tres acusaciones en torno a la fábrica El Shifa. Para desviar la atención se despidió a un agente local de la CIA que según los nuevos informes oficiales había entregado datos erróneos a los gringos: así se desplazaba la responsabilidad del Imperio estadounidense a un simple chivo expiatorio.

Un monstruo real que devino virtual

Sin mayores dilaciones, el 16/dic/98, EE.UU, apoyado por “la supina perrita faldera inglesa” (6), atacó a la capital iraquí Bagdad, otra vez con proyectiles Cruise. La nueva sorpresa mediática no tardó en producirse: al revés del terrorismo, monstruo virtual que devino real, la guerra real devino virtual al transformarse en programa de TV planetario, como sea que los ataques aliados contra el monstruo Saddam Hussein se veían en las pantallas del orbe gracias, entre otras, a la “amabilidad de las autoridades iraquíes” y, claro, a la tecnología mediática USA Made in China. La acción sólo duró cuatro días: desde el 16 hasta el 19/dic, Bagdad y otras ciudades fueron bombardeadas, ante los ojos del mundo que atónitos parecían asistir a una demostración de juegos pirotécnicos, por tropas anglo-estadounidenses, lo que obligó a Hussein a declarar el estado de alerta. Consideró el momentáneo cese de los ataques como una victoria que reafirmaba su política, pero las acciones aliadas prosiguieron al año siguiente, si bien sin la difusión pública que tuvieron las del 98. Muy poco tardarían Clinton y su séquito en estimular un ambiente de pánico dentro de EE.UU, como quiera que estos siempre son las víctimas.

Sandy Berger, consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, llamaba “la cosa más peligrosa” de la amenaza iraquí a las Armas de Destrucción Masiva, en inglés Weapons of Mass Destruction (WMD). Según el consejero se trataba de armas químicas o biológicas y, para reforzar la paranoia generada por su máximo dirigente, en EE.UU se hablaba de nuevas armas biológicas capaces de producir todo tipo de enfermedades incurables. Para incrementar las ventas de la industria farmacéutica, como se hizo tras el auto-tumbe de las Gemelas, se organizó la vacunación contra el ántrax de 2.4 millones de soldados por si tenían que luchar dentro de Irak, tal como relató Peter Pringle en su informe, para un diario inglés, titulado: “Una nube mortal de paranoia flota encima de los Estados Unidos” (7). Mientras tanto, para contribuir al deterioro del planeta, el gobierno gringo usa aviones militares de la OTAN que bombardean cada día los cielos del mundo con aluminio, litio, bario, hierro y estroncio para modificar el clima mientras Donald Hitler Trump insiste en negar el cambio climático (arma de destrucción masiva del futuro, que es ya) para tranquilidad de los sordos/ciegos voluntarios del planeta (8).

Pero, la paranoia volaría más alto a partir del 11-S cuando tras la cinematográfica operación del auto-tumbe de las torres del World Trade Center, el irresponsable sucesor de Bill Clinton, Bush II, puso al mundo en la delirante órbita del terrorismo que él mismo echó a andar. En efecto, señala Chomsky, el pretexto para la agresión de EE.UU e Inglaterra a Irak “fue el llamado derecho de ‘autodefensa anticipada’ que ahora en una perversa utilización del concepto, se denomina ‘guerra preventiva’. El derecho a la defensa anticipada fue expresado oficialmente en la Estrategia Nacional de Seguridad (National Security Strategic, NSS) de la Administración Bush en sept/2002, por la que se declaraba el derecho de Washington a recurrir a la fuerza para eliminar cualquier desafío a su dominio mundial” (2005: 17). Sostiene Chomsky, la NSS suscitó entre la élite de la política exterior una muy fuerte crítica, que comenzó precisamente con un artículo en Foreign Affaires en el que se advertía que ‘la nueva estrategia imperial’ podría ser muy peligrosa. Las críticas aumentaron pero sin hacer énfasis en lo fundamental: no iban dirigidas al fondo sino a la forma de presentarla. En la misma revista, Madeleine Albright, Secretaria de Estado, se sumó a la crítica en forma certera llamando la atención sobre que si bien “cualquier presidente tiene esa doctrina en la recámara” (Chomsky: 18), resultaba una locura hacerla pública y llevarla a cabo indignaría incluso a los aliados. Lo que no advirtió fue que estaba mal hecho amenazar los intereses gringos. Lo dicho, nunca pensar mal de ellos ni, menos, amenazar sus intereses: recuérdese, “la segunda potencia” no tiene aliados sino intereses, pese a lo que diga Gran Bretaña, ya no la única “supina perrita faldera” pues hace rato se sumó Francia, la de Sarkozy y la de Macron, criaturas pavlovianas atentas al menor gesto del tirano para el que la dialéctica hegeliana del amo y del esclavo es su aplicación favorita.

Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en el marco del Consejo de Seguridad, Bush II decidió renunciar a la aprobación de la ONU para una acción bélica y efectuarla junto a otros países dispuestos a tal fin. En mar/2003, una coalición de fuerzas dirigida por EE.UU comenzó la ofensiva contra Irak. “La guerra de los tres billones de dólares”, como la llamó el Nobel Joseph Stiglitz, mediante la cual EE.UU se endeudó con el mundo, y el mundo con EE.UU, por los próximos 50 años. Con una diferencia: este es el país del Banco Mundial, encargado de las cuentas de reconstrucción de Irak, país devastado a través del terrorismo, monstruo virtual que devino real, cuyo saldo se revela en unos datos: 1.3 millones de civiles muertos, según Iraq Body Count, una ONG en Londres; 4.5 millones de desplazados, según la ONU; 2.3 millones de niños huérfanos desde el inicio de la invasión. Antes de ella, el promedio por persona era de US$20 diarios para sustento: hoy el 45% de los iraquíes vive con un dólar diario y reconstruir el país costaría US$36.000 millones (9). Pero, el mundo puede estar tranquilo: el Banco Mundial hará préstamos blandos a Irak, já. Y ahora a Libia, Siria, Egipto, los nuevos destinos de EE.UU en sus “humanitarios” viajes que emprenden tras cada capricho de invasión no virtual sino real como en Alepo: ver la foto del viejo sentado en la cama de su apartamento derruido o la de la niña que le tapa los ojos a su muñeca para que no vea el horror que a ella no le queda más remedio que soportar, frente a la indolencia del resto del mundo, mientras los medios se hartan de nimios escándalos, modas y fútbol.

Un derecho reservado en exclusiva

Lo dicho no significa que Albright desconociera que Clinton tenía una doctrina similar a la de Bush II con Irak, que pregonaba el “uso unilateral de la fuerza militar” para defender los intereses vitales: para “asegurar el acceso sin cortapisas a los mercados clave, a los suministros de energía y de recursos estratégicos” (Chomsky: 18) sin siquiera exhibir los pretextos que Bush y Blair se inventaron: y que junto a Berlusconi, víctima de un virgenzaso en su pómulo ultra/derecho, conformaron el verdadero Eje del Mal que esta vez se escribe con B de Bien, lo que significa, hoy Bien = Mal y si no que lo diga la posverdad de Hitler II, de Trump, cuyos ingredientes básicos son narcisismo y nihilismo. Chomsky: “Si se toma de forma literal, la doctrina de Clinton era más expansiva que la NSS de Bush pero apenas llamó la atención. Se presentó de la manera adecuada y fue puesta en marcha con menos descaro”. O sea, de forma más hipócrita, como cuando de política se trata. El ex secretario de Estado de Nixon, Kissinger, el responsable de tanto horror en América Latina, empezando por su ayuda junto a la ITT en el Golpe a Allende, calificó la doctrina de Bush como revolucionaria y le dio “una calificación crucial”: no puede ser “un principio universal que afecte a todas las naciones”. En su lugar, “el derecho de agresión debe quedar reservado exclusivamente a EE.UU., que puede delegarlo a algunos de sus estados vasallos” (Chomsky, 2005: 18).

Como hoy ocurre con Israel (el único país del mundo que se da el lujo de tener como watchman, guachimán, se dice acá, a EE.UU, mientras este tiene como celador al resto del mundo), que en una especie de ceguera blanca consciente hoy avala tácitamente la actitud de pretender borrar del mapa a Palestina, con un simulado retiro a porcentaje, cuando debe ser total, y con el establecimiento incesante de asentamientos ilegales judíos, sin contar con el dominio de las principales urbes palestinas: Hebrón, v. gr., que hace parte de la Franja de Gaza, zona de litigio en la que no debería haber litigio pues la mayoría de su población es árabe y musulmana, así desde 1967 los israelíes se hayan establecido en ella, para no dejarla jamás, y en las afueras exista un gran asentamiento ilegal judío, Qiryat Arba, en el que a la mayoría de la población palestina se le priva del agua mientras los judíos la derrochan regando sus jardines: así, mientras un 80% de palestinos sufre de sed, un 20% de judíos sionistas disfruta a plenitud el agua potable.

La Franja de Gaza, estrecho territorio que se extiende desde la península de Sinaí hasta la llanura costera mediterránea de Israel, tiene 40 km. de litoral, 11 de frontera con Egipto y 51 con Israel: única frontera en la que los extranjeros están del lado de acá, no de allá, como sería normal: pero, claro, la política es la metáfora de lo normal dentro de lo anormal. Mucho más cuando media la injerencia de EE.UU. El único país del mundo autorizado para intervenir en cualquier otro sin que tenga que respetar disposiciones legales ni acuerdos internacionales. Como luego de Sudán e Irak, invadió a Kosovo a través de uno de sus diplomáticos brazos armados: la OTAN. De repente Irak desapareció de TV y prensa, los que a su vez parecían haber olvidado al “monstruo” Saddam Hussein, luego ahorcado de forma unilateral, o sea, arbitraria, con la anuencia muda del mundo. Las decisiones de EE.UU, sean las más arbitrarias, son las únicas que no se cuestionan. Y así, del modo más olímpico, el conflicto se había trasladado a Yugoslavia. Esta vez el pretexto oficial de Clinton para involucrarse en Kosovo era impedir que Milosevic siguiera resistiendo, el llamado “Monstruo de los Balcanes” por EE.UU: hecho que apenas en 2017 fue desmentido (10); y a los serbios, por contraste, ordenar ejecutar una Ethnic cleansing, una limpieza étnica de los albaneses islámicos que vivían en aquella región ubicada al sur de Serbia y hoy protectorado de la ONU.

El nuevo desorden mundial

Después de Sudán/Irak/Kosovo, EE.UU dirigió las botas hacia Afganistán, nuevo centro estratégico geopolítico, y luego contra Libia, Siria y Egipto, entre otros países. Esta vez, de lazarillo iba el primer presidente negro de su historia, para algunos el primer presidente judío de la historia y ya se puede adivinar por qué no es descabellada la idea: por el hecho de pertenecer al nuevo desorden mundial, el de la “guerra preventiva”, al llamado por muchos “el sueño cumplido de Martin Luther King Jr.” (11), por más nobles y altruistas que sean sus ideales, le quedará muy difícil desentenderse y, más que eso, separarse de las órdenes de la “nueva estrategia imperial” (detrás de cuyos intereses está el poder judío de Wall Street): la que por perverso eufemismo se llama hoy “guerra preventiva” idea con la que Bush II consiguió mayoría entre votantes para su reelección, casi todos de la Misión Carismática Internacional (12), que se declararon preocupados por el “terrorismo”, el que Bush II echó a andar, y por los “valores morales”, los que predica Tom, la estrella de Hollywood que por un rol como el de Misión imposible, de John Woo, parece ser de quien los proyectiles Cruise han tomado su apelativo.

Los inconformes frente a la impotencia

Como preocupados estuvieron en Colombia los seguidores de Uribe (por vía de Clinton y Bush II), y sobre todo él mismo y su séquito de émulos, Uribito y Roy Barreras, y (pese a la apariencia: la del engaño…) no émulos, Germán Vargas y Juan Manuel Santos, por combatir el “narcoterrorismo” de las FARC, lo cual no obedece más que a la insoportable levedad del ser que de una revancha personal hizo un programa de gobierno; y a su inexcusable prurito de seguir contando con el ‘favor’ imperial: con los recursos para el Plan Colombia y la cooperación militar gringa hasta 2012, como lo ratificó en su visita a Bogotá el general Mullen, del Estado Mayor Conjunto, a través de RCN y Caracol (5/mar/09). Con lo cual se garantiza el control sobre los intereses de EE.UU en Colombia que lo es al tiempo sobre los recursos de la cuenca del Atlántico, de los que la inteligencia gringa prevé que su país dependerá en los próximos años: incluido Canadá que por el NAFTA, perdió el derecho al control de sus propios recursos. Los que el Tío Sam pretende controlar mediante el establecimiento de bases militares en aquellos países que considere necesario, Colombia entre ellos con siete bases de las “800 o 900 que EE.UU tiene en el mundo” (Chomsky en entrevista con Correa) (13), y antes que nada en un estado clientelar, de momento Irak, en el centro de la región que entonces tenía las mayores reservas de energía del mundo, reconocida desde la II GM como “la zona estratégica más importante”. Ahora, se aclara, es Venezuela el país que tiene las mayores reservas del planeta no solo en petróleo sino en oro, gas, agua, y, ahora, de thorium o torio, mineral que es 90% más poderoso que toda la energía que produce el uranio en una explosión nuclear (14), lo que de por sí explica el prurito invasor de EE.UU para acceder, vía Colombia/Brasil, a Venezuela. El punto crucial en relación con el petróleo en Oriente Próximo, dos terceras partes de las reservas mundiales y de fácil extracción, no es el acceso sino su control (Chomsky: 29).

El 1º/mar/2009, Obama anunció que en ago/2010 finalizaría “la ocupación de Irak”. En medio del aviso de un enorme gasto militar, el rumbo de “Las aventuras bélicas de Washington”, ya no de “Las aventuras eróticas en la Casa Blanca” (15), gira ahora hacia otro país, Afganistán, el mismo del que los EE.UU sacaron a la URSS, con la ayuda de su “acérrimo enemigo” Bin Laden, en realidad su más potente aliado, por interés, en la lucha por no contra el terrorismo… si no, ¿por qué a Hussein sí lo encontraron en menos de lo que cae un Cruise y, en cambio, se les hizo misión imposible capturar, en once años, al escurridizo árabe que EE.UU mismo ayudó a (de)formar, luego, cuando resultó incómodo, se deshizo de él y cuando lo re-encontró, dice que lo liquidó y tiró al mar y ahora se dice que está vivo y pagado por la CIA? Y conste, durante años se habló de capturar, no de eliminar: faltaba más, semejante pretensión masiva de destrucción.

Tres años después de la plebeya felación lewinskyana, la decisión unilateral de otro Emperador, Bush I, con su NSS tras la caída de las Torres (16), puso al mundo frente al terrorismo y a los inconformes frente a la impotencia con el nuevo sistema de control impuesto por la globalización: a los que quieren resistir la opresión económica impuesta a países del Tercer Mundo; a los que aborrecen la injusticia y la esclavitud del imperio planetario. En respuesta a tamaño despropósito, Chomsky prevé un par de alternativas: “¿Hasta dónde puede ir todo esto? ¿Será verdaderamente posible construir una sociedad internacional basada en un modelo de inequidad, con ínsulas de gran privilegio en un mar de miseria —ínsulas bastante grandes, en los países más ricos— y con controles de naturaleza totalitaria dentro de formas democráticas que se hacen cada vez más ilusorias? ¿O será capaz la resistencia popular —que tendrá que internacionalizarse para triunfar— de desmontar estas estructuras crecientes de violencia y de dominación, para proseguir la tarea intrínsecamente humana de fortalecer la libertad, la justicia y la democracia que es atacada y destruida ante nuestros propios ojos?” (Fox: 85).

Un caos (o dos…) sin normas

Lo único que se le escapa a Chomsky, si se le escapa, es: ¿de cuál democracia se habla: de la de EE.UU o de la que este impuso en países que previamente desestabilizó? En fin, ¿de la que por vía de Clinton, Bush II y Obama se ha inoculado en Uribe/Santos y de la que éstos tanto han aprendido? Porque tras su política se esconde, por vía directa de Hitler a través de Bush II, la aplicación de la teoría del filósofo nazi Carl Schmitt, reconocido (17) como “la verdadera eminencia gris de la administración Bush”… (18): “No existen normas que puedan aplicarse al caos”: ni al de EE.UU ni al de Colombia. No se olvide que este es el país americano más comprometido con la nueva doctrina de la guerra preventiva de los mismos Bush/Obama/Trump y que “el Gobierno colombiano se alimenta de la confusa conceptualización que ofrece el término terrorista, y la aplica, al igual que EE.UU, según su conveniencia” (19). Como todos los citados.

En ese caso, después de la película de la Operación Jaque, se puede hablar de otra, la de Las aventuras en la Casa de Nari, incluido el tenebroso capítulo de Las chuzadas en el DAS a periodistas, fiscales, políticos: incluso a funcionarios del Gobierno, depositarios de la culpa que pretenden denunciar, dados los indicios que, v. gr., recaen sobre JOG por su denuncia en contra de revista Semana (20). Y lo más grave a magistrados de la Corte Suprema; pero esta es otra historia, en apariencia, como el escándalo de Job, falsos positivos, parapolítica, “Acuerdo de Paz” con las FARC, apenas un cese parcial de la guerra: el engaño, que se veía venir (21). El engaño detrás de la apariencia: sí, el de la política, ese “conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios; manejo de los intereses públicos en provecho privado” (22). La política, la que es mala para todos salvo para los políticos: sobre todo, para los que la han pervertido hasta hacerla irreconocible, razón por la que, sobre todo hoy, puedan aplicarse las palabras del humanista/poeta Chaplin para, en coro polifónico, decir con él: “El odio del hombre pasará y los dictadores perecerán y el poder que han usurpado al pueblo, al pueblo volverá. Y en tanto los hombres den la vida por ella [la democracia], la libertad no ha de perecer”. (23)

Antes de terminar, se recuerda a uno de esos hombres que dio la vida por la democracia, la libertad y el Poder que fue usurpado a su pueblo: el líder serbio Slodoban Milosevic, a quien primero el gobierno gringo desfiguró, desvirtuó y utilizó frente a su pueblo y luego de espaldas a él lo llevó al Tribunal de La Haya y allí, en 2006, lo asesinó acusándolo de ser El carnicero de los Balcanes. En 2017, se supo que el Milosevic que EE.UU presentó a través de los medios globales no era, tal como se infiere del texto La demonización de Slodoban Milosevic, de Michael Parenti para Rebelión, citando a un tal Louis Sell, funcionario de Asuntos Exteriores gringo, autor del libro Slodoban Milosevic and the Destruction of Yugoslavia, Duke University Press, 2002, “una obra cumbre sobre Milosevic, cargada con las habituales imágenes prefabricadas y las presunciones políticas del estado de seguridad nacional estadounidense. El Milosevic de Sell es una caricatura, una persona astuta ávida de poder y un loco enfurecido que ataca a confiados camaradas y se aprovecha de las divisiones dentro del partido”.

En tal libro, es a la vez un “socialista ortodoxo” y un “oportunista nacionalista serbio”, un demagogo “segundo Tito” sediento de poder que quiere ser dictador de toda Yugoslavia y en simultánea ejecuta políticas que “destruyen el Estado que creó Tito”. Sell no demuestra mediante referencias a políticas ni programas específicos que aquél es responsable de la secesión yugoeslava, solo repite una y otra vez como quien dice “calumnia, que algo queda”. Podría pensarse, quizás tengan que ver en esto secesionistas eslovenos, croatas, bosnios musulmanes, macedonios y albaneses de Kosovo, y los invasores de EEUU/OTAN. Para Parenti, su pecado fue resistirse al desmembramiento del país y oponerse a la imposición de la hegemonía gringa; lo mismo, “trató de evitar a Yugoslavia lo peor de las despiadadas privatizaciones y reducciones que habían aquejado a otros antiguos países comunistas. Yugoslavia fue el único país de Europa que no solicitó entrar en la Unión Europea, en la OTAN o en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa” (OSCE, en inglés) (24). Como puede verse, así haya uno, dos o tres caos, lo importante es que no haya normas.

De la mojigatería y el glamour a la posverdad

En conclusión, el affaire Clinton/Lewinsky, pasados 20 años, no pasa de ser “una mancha de semen presidencial en el vestido de Mónica”, diría Philip Roth, y detrás de un asunto melifluo pretendió esconderse la invasión de EE.UU a tres pueblos libres del mundo por parte del vil emperador Clinton. Por el escándalo sexual o sex-gate que devino político por conveniencia y luego social/erótico cuando en realidad fue un asunto apenas pornográfico, producido por la vagina trepadora de una mujer necesitada de reconocimiento, Clinton debió defenderse de un doble cargo: perjurio e interferencia legal a la justicia, asunto consuetudinario si se revisa la historia gringa. Aunque aquí, solo se alude al que Philip Roth llamó, no sin razones, el “Año de la mojigatería”, 1998.

Respecto al bombardeo a Sudán, las agencias de noticias USA fueron unánimes, como el resto del mundo lo es con EE.UU pese a todos sus atropellos, en extraña solidaridad informativa con la que solo se pretende obtener el favor de “la segunda potencia mundial” (la primera es China desde 2004): pese a sus problemas domésticos y más allá personales y más allá sexuales, según la óptica mediática el Emperador había actuado en forma decisiva y oportuna. Sin embargo, a los pocos días la administración Clinton tuvo que negar las tres acusaciones en torno a la fábrica sudanesa El Shifa, sobre posesión de armas químicas. Pese a la visión optimista de Chomsky, la administración Obama, aun con sus guiños significativos, jamás revisó “la torpe política con respecto a la isla” de Cuba, en particular lo relativo a Guantánamo: al contrario, aprovechó el “acercamiento” para sacar ventaja sobre el gobierno de Raúl Castro en materia de comercio exterior y turismo. Situación que se agravó con la llegada de Hitler Trump, quien ha ordenado prohibir negocios con empresas cubanas controladas o dirigidas por militares o servicios de inteligencia y, además, regular los viajes de gringos a la Isla (25).     

En cuanto a Irak, jamás hubo armas de destrucción masiva como denunció EE.UU para justificar su invasión al país de Hussein y luego asesinarlo, colgado, a la manera feudal que en pleno siglo XXI sigue usando. El sucesor de Vil Clinton, Bush II, capitalizó la confusión mundial por el auto-tumbe de las Gemelas, para poner al mundo en la delirante órbita del terrorismo de Estado que él mismo echó a andar, no sin antes haber robustecido en la mafiosa operación la industria farmacéutica, de seguros y de tiquetes aéreos: al día siguiente del 11-S, Bush y sus socios Cheney y Rumsfeld compraron American Airlines y el único vuelo comercial autorizado fue el de los familiares de Bin Laden. La ironía radica en que luego el Imperio demoró más de diez años dizque en cazar al líder de Al-Qaeda para luego matarlo y echarlo al mar: nadie vio su cadáver. Hoy, se dice que Osama vive tranquilo en las Bahamas y continúa devengando más de 100 mil dólares mensuales por cuenta de la CIA, como afirma Edward Snowden (26).

Los casos descritos, de Clinton a Uribe pasando por Bush II, Obama y Trump hasta Santos, no son más que casos de propaganda/glamour, montaje mediático, posverdad o Fake News, para distraer de lo esencial mientras al tiempo continúan el pillaje, las conspiraciones internacionales, los crímenes en las fronteras, intentando así seguir justificando invasiones a los pueblos libres y sujetos de autodeterminación. Entonces, los meteorólogos, v. gr., son destituidos, por defender su postura frente al cambio climático, en el que Hitler Trump no cree, para darle paso a mujeres voluptuosas con sus nalgas/senos plásticos, y así desviar la atención, mientras decenas de aviones del Imperio riegan los cielos del mundo con aluminio, estroncio, bario, hierro y metales pesados para modificar el clima, “en Norteamérica, Suramérica, África y Europa” (27).

Antes del fin, este ensayo incluye una nota acerca del informe de Todd Howland sobre “Acuerdos de Paz” y situación actual de DD.HH. El hasta ahora encargado en Colombia de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH se va del país. Clave desde 2012 en los esfuerzos de paz y en su acompañamiento a comunidades, su voz ha sido firme en denunciar a grupos o personas que quieren “hacer trizas” la paz. Cuando iba a presentar el Informe Anual 2017 sobre los DD.HH en Colombia, de forma precipitada, se anunció que deja su cargo y que la discusión pública del Informe “quedará a la espera de la persona que lo reemplace”. Sin embargo, el Informe (pdf, 17 pp.), aún sin editar, ya es público y es una suerte de “retrato hablado del país cuya sociedad civil sufre la indolencia del Estado, la incapacidad de maginar una nueva forma de hacer las cosas, la ambición de empresas legales e ilegales, la corrupción, la impunidad, y la actitud de algunas élites más obsesionadas con la politiquería que con la paz o la calidad de vida de sus habitantes”. Lo que va sin hablar de los 121 asesinatos de líderes, sociales y campesinos, entre ellos 84 defensores de DD.HH, 23 miembros de movimientos sociales y políticos y 14 personas caídas durante las protestas sociales.

La mayoría de asesinatos, cometida por sicarios, dificulta seguir el rastro de los autores reales. Siguen los asesinatos de civiles por parte de la Fuerza Pública: 11 casos en 2017, en Arauca, Bolívar, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, Norte de Santander y Tolima, ocho por el Ejército y tres por la Policía. En síntesis, el dibujo de la justicia transicional, más grave que el de la justicia tradicional, diseñado para los procesos de paz “es muy preocupante”; la justicia, de existir, será incompleta e impedirá saber la verdad de lo ocurrido así como identificar a los actores reales del conflicto; se están dando “amnistías, indultos o tratos especiales a miembros de las FARC-EP y a militares colombianos condenados o acusados de violaciones de DD.HH que en el derecho internacional no son objeto de amnistía”. Todo esto está salpicado “por la politiquería y por la corrupción”; y por último: “No parece que estas cloacas de corrupción y de secuestro del Estado escandalicen a algunos sectores de la élite” (28). Ni a los medios.

Se entiende, aunque no se comparta, la agresividad de los políticos en las elecciones de hoy: el miedo los embarga. El mismo miedo que por más de 200 años de vida “republicana” inocularon en el pueblo, para mantenerse en el poder. El mismo miedo que las élites sembraron en el pueblo al ofrecer maltrato y pésimos salarios, para conservar sus privilegios y riquezas, para obtener sumisión y obediencia. Ha llegado la hora de la revancha, sin venganza alguna de por medio: se trata, simplemente, de justicia poética, la misma que rebasa la capacidad de cualquiera para burlarse de la vida. El miedo más terrible que los embarga es la imposibilidad de realizar un magnicidio, ante el riesgo de una inminente revuelta de ese pueblo del que tanto se han burlado, al que tanto han engañado, al que han convertido en una cloaca de corrupción y saqueo del erario público y en feria del pillaje de los recursos naturales renovables y no renovables.  

Para concluir, es deseable que se cumpla lo dicho por Ignacio Ramonet en entrevista con la revista digital Opera Mundi: “Si Lula gana en Brasil, Petro en Colombia y López Obrador en México, tendremos otra década muy positiva, con una economía que pronto estará comenzando a funcionar” […] “Elecciones en Colombia y en México tienen potencial para cambiar el marco político en América Latina” (29). Y ojalá al tiempo se rediseñe la política que a esta la ha venido afectando desde Clinton, Bush I y II, pasando por Obama hasta llegar a esos ocho + ocho años que, pese a sus desmanes, significaron, qué pena, un (falso) gran colombiano y un político (e inmerecido) Nobel de Paz (30).

 

Notas:

(1) Editorial El Búho, Bogotá, 2000, 221 pp.

(2) Roth, Philip. The Human Stain (2000); La mancha humana, Mondadori, 2008, 431 pp. Premio Médicis 2002.

(3) De forma impersonal decían de sí mismos: “Los Kennedy no son verdaderamente demócratas y con seguridad tampoco republicanos: forman un partido político por su cuenta”, Forjadores del mundo contemporáneo, Tomo 4, Planeta, 1986, p. 257.

(4) El Espectador, 8/mar/2009, p. 32.

(5) Noam Chomsky. La sordera del imperio, Ediciones Izquierda Viva, Bogotá, 2005, pp. 30-31.

(6) Así llama el Nobel de Literatura Harold Pinter al ex primer ministro inglés Tony Blair.

(7) Independent, Londres, 20/dic/1998, p. 15, en Fox: 101.

(8) https://www.bloglenovo.es/aviones-fabrican-lluvia-no-leyenda-urbana/

http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/22/550d55fb22601dc1798b4579.html

(9) El Espectador, 8/mar/2009, p.18.

(10) http://www.foroiu.com/viewtopic.php?t=1516

https://actualidad.rt.com/actualidad/view/123030-monstro-cruel-haria-rt-repasa-dias-barbarie-otan-yugoslavia

https://www.rebelion.org/hemeroteca/internacional/040206milosevic.htm

(11) Entre ellos por quien escribe… idea de la que ya empieza a recular aun con la emoción que le produjo su posesión, el 20/ene/2009: la del primer presidente negro en la historia de EE.UU. Una emoción que devino farsa que devino tragedia: en solo 2016, soltó la frijolada de 26 mil bombas en siete países a los que invadió.

(12) La misma de la que Uribe piensa sacar votos para su segunda reelección, como hacia feb/2009 se pudo percibir por el Canal 1 de la TV nacional.

(13) https://www.youtube.com/watch?v=YFKKxWQz7R0

(14) http://critica.cl/actualidad/descubierta-maxima-reserva-de-thorium-componente-de-energia-nuclear-en-venezuela-el-pais-con-los-mayores-recursos-naturales-y-reservas-energeticas-del-planeta

(15) Cuya historia al filo del tiempo quedó reducida a “una mancha de semen presidencial en el vestido de Mónica”, según el aserto de Philip Roth.

(16) Que el cine prefiguró en El club de la pelea, de David Fincher.

(17) Por el profesor de derecho constitucional Sandorf Levinson.

(18) Chomsky, 2005: 9.

(19) Alexander Montero. “Política exterior de seguridad estadounidense en la post guerra fría y el mundo post 11 de septiembre”, revista Hojas Universitarias, U. Central, No 60, abr/2008, p. 20. “Esto no son chuzadas, es el espionaje más horrendo y repugnante del mundo, con atentados terroristas”, señala Juan Gossaín al revelar documentos secretos del DAS. https://www.youtube.com/watch?v=bPhqqFB8Xgw&feature=share

(20) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=222754

http://www.semana.com/nacion/articulo/asi-fue-la-conspiracion/121785-3

(21) Ambrose Bierce. Diccionario del diablo (originalmente publicado bajo el título El vocabulario del cínico, en justicia con el sentido primigenio de este término que, con el tiempo, fue pervertido por los malos cínicos, entre ellos los políticos, claro), Edimat Libros S. A., Barcelona, 1998. Traducción: Rodolfo Walsh.

(22) Charles Chaplin. Fragmento del discurso final de El gran dictador: “¡Soldados, no peleen por la esclavitud, peleen por la libertad! […] Y ustedes, el pueblo, tienen el poder, el poder de crear máquinas, de crear felicidad, de hacer esta vida libre y hermosa, de hacer de ella una aventura maravillosa. Entonces, en nombre de la democracia, ¡ejerzamos ese poder, a unirnos todos ya! Peleemos por un mundo nuevo, decente, que le dé al hombre la oportunidad de trabajar, a todos, un futuro y a todas las edades, seguridad. Fue prometiendo estas cosas, que las bestias llegaron al poder. Pero, mienten, no tienen intención de cumplir la promesa. ¡Nunca lo harán! ¡Los dictadores se hacen libres a ellos mismos, pero esclavizan al Pueblo! ¡Luchemos nosotros ahora para cumplir la promesa, luchemos para hacer al mundo libre! Para acabar con las fronteras nacionales, para acabar con la avaricia, el odio, la intolerancia. Peleemos por un mundo en el que reine la Razón, en el que la Ciencia y el Progreso conduzcan a la felicidad de todos los hombres”.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235875

https://www.youtube.com/watch?v=3cFTJ9q5ztk

(23) https://www.rebelion.org/hemeroteca/internacional/040206milosevic.htm

(24) https://www.lanacion.com.ar/2040163-donald-trump-endurece-la-relacion-de-eeuu-con-cuba   

(25) https://diarionoticiasweb.com/bin-laden-esta-vivo-y-reside-en-las-bahamas-asegura-snowden/  

(26) https://www.lanacion.com.ar/2040163-donald-trump-endurece-la-relacion-de-eeuu-con-cuba

(27) https://www.youtube.com/watch?v=Joj6mI1nTEE

http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/22/550d55fb22601dc1798b4579.html

(28) https://colombiaplural.com/howland-se-despide-describiendo-las-cloacas-estado-secuestrado/

(29)http://operamundi.uol.com.br/conteudo/noticias/49049/Eleicoes+na+colombia+e+no+mexico+tem+potencial+para+mudar+quadro+politico+na+america+latina+diz+ramonet.shtml?utm_source=akna&utm_medium=email&utm_campaign=boletim_OM_21_03 (La traducción es del autor, LCMS)

(30) https://www.elespectador.com/noticias/politica/si-el-nobel-santos-fue-politico-articulo-659174

* (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Colaborador de El Magazín de EE. Mención por su obra sobre MLK, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Autor, traductor y coautor en el portal Rebelión.  E-mail: lucasmusar@yahoo.com

        

                         

Por Luis Carlos Muñoz Sarmiento*

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