El ambiente de negociación entre Grecia y sus acreedores parece haber mejorado. Los mandatarios de Alemania y Francia han señalado que siguen dispuestos a llegar a un acuerdo, sin embargo advierten que para que esto suceda se requieren propuestas creíbles.
La promesa de Grecia de que plasmará en papel sus propuestas para un posible acuerdo le han hecho ganar tiempo. Pero no mucho, porque se espera que para este miércoles en la mañana los acreedores discutan por medio de videoconferencia los alegatos de este país.
Que la mejora del ambiente de negociación se convierta en un acuerdo dependerá del primer ministro griego, Alexis Tsipras. Aunque cuente con el 61% de apoyo de los ciudadanos helenos que van en contra de las políticas de austeridad, “el camino que se debe seguir es el de las reformas”, explicó Ángela Merkel, primera ministra de Alemania.
La expectativa de los acreedores griegos y de toda la Unión Europea es que las propuestas del gobierno heleno sean de largo plazo y permitan una solución definitiva.
Sobre todo porque las estrategias de corto plazo han convertido la crisis económica de Grecia en una tragedia humanitaria, provocando que la tasa de desempleo y de pobreza de este país ya supere el 25%.
Aunque se especula que Rusia podría intervenir por Grecia como un aliado dentro de la Unión Europea, la necesidad de un acuerdo definitivo se hace cada vez más necesaria por el apretado cronograma de pagos del país heleno.
Además el choque más grande se podría dar el próximo 20 de julio, día en el que tendrá que pagarle alrededor de 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE).