Alemania, entre la espada y la pared

Por un lado debe cuidarse de no entrar en recesión, y por el otro, proteger a sus vecinos.

El Espectador
01 de agosto de 2012 - 11:25 p. m.
Ángela Merkel,  la canciller alemana,  tiene bajo su responsabilidad no sólo el futuro de su país, sino  el del euro. / AFP
Ángela Merkel, la canciller alemana, tiene bajo su responsabilidad no sólo el futuro de su país, sino el del euro. / AFP

Alemania es un actor fundamental en la recuperación de Europa, que vive una de las crisis más agresivas de su historia. Es grande el reto que enfrenta la economía germana, que no sólo debe salvar la estabilidad propia, sino ayudar a la del Viejo Continente.

Un ambiente de tensión invade al mundo, que ve cómo las economías más fuertes luchan por salvarse, y Alemania no es la excepción ya que se prevé sufra un fuerte freno en su crecimiento, acercándose a una recesión. En los últimos seis meses el país ha presentado una clara desaceleración, situación que se refleja en índices como el del Producto Interno Bruto (PIB), que viene de un 5% registrado en el primer trimestre de 2011, a un crecimiento de tan sólo 1,7% en el mismo período de 2012.

“Pero indicadores como la tasa de desempleo se mantienen constantes entre el 7% y el 6,8%, la cual comparada con países como España muestra que la economía germana se mantiene al margen, sin negar que ha sido inevitable que se resienta, pero aún así mantiene su liderazgo”, explica Diego Franco analista de la firma Asesorías e Inversiones.

Con el fin de aliviar los coletazos de la crisis, “Alemania, aunque resentida, ha manifestado su interés de continuar ayudando a la Eurozona, ya que no le interesa que el euro desaparezca. Sin embargo no será a costa de cualquier iniciativa, pues los países deberán comprometerse a sanear sus finanzas y a tener unas políticas económicas coherentes”, según lo afirma Julián Cárdenas analista de ING. “Europa lucha por unirse cada vez más, en este momento con tasas de desempleo tan altas, problemas en las entidades financieras y tensiones en los mercados de bonos, existe el riesgo de que las economías más débiles entren en recesión y los países que ya están en este estado entren en depresión”, añadió.

Por eso, autoridades monetarias como el Banco Central Europeo (BCE) luchan por hacer frente a esta debacle, por medio de encuentros como el de hoy, en el que se decidirá cómo afrontar la crisis de endeudamiento soberano de la zona euro. Cabe destacar que el mercado descarta una reducción en los tipos de interés, pero espera claras señales de estímulo.

Por El Espectador

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