Las cifras sugieren que si bien Alemania se encuentra lejos de estar en problemas, Berlín todavía debe enfrentar presiones por parte de sus socios en la Unión Europea (UE) para estimular la estancada Eurozona. Las cifras más recientes llegan un día después de que el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, respondiera a llamados anunciando un aumento anual modesto de 3.300 millones de euros para las inversiones públicas de 2016-2018.
Según el Ministerio de Economía, la producción industrial cayó 1,4% en septiembre con respecto al mes anterior, que es menos del pronóstico de 2% que habían hecho los economistas encuestados por Bloomberg. No obstante, la cifra para agosto se revisó al alza, de negativo 4% a negativo 3,1%, lo cual ayudó a limitar el declive por el trimestre a 0,3%.
Las cifras indican que Alemania podría ver un ligero aumento en el Producto Interno Bruto en los tres meses anteriores a septiembre, luego de la sorpresiva caída de 0,2% en los tres meses anteriores a junio. El país entonces evitaría una recesión, definida como dos trimestres consecutivos de declive en el Producto Interno Bruto.
Andreas Rees, el principal economista de Unicredit para Alemania, dijo que “una recesión técnica con dos trimestres consecutivos de disminución en la actividad económica es improbable”. Ralph Solveen, de Commerzbank, señaló: “Aunque la tendencia en las manufacturas aún apunta a una caída, las cifras de hoy han reducido el riesgo de que la economía de Alemania se contraiga de nuevo en el tercer trimestre”.
Los economistas del Barclays Bank predijeron que las cifras del Producto Interno Bruto para el tercer trimestre, que serán publicadas el próximo viernes, permanecerían planas, con una “modesta expansión del valor añadido por el sector de servicio, para equilibrar la contribución negativa del sector industrial”.