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Alfa, con un pie en Pacific Rubiales

Luego de que la junta directiva aprobara la venta de la petrolera, sólo falta que la Asamblea de Accionistas dé el otro sí. La reglamentación de la Bolsa de Toronto limitaría la reacción de los “bolichicos”, que se oponen.

Redacción Negocios
22 de mayo de 2015 - 02:32 a. m.
En la foto, uno de los operarios de Campo Rubiales, operado por Pacific, empresa que aporta la cuarta parte de la producción de crudo nacional.  /Gustavo Torrijos
En la foto, uno de los operarios de Campo Rubiales, operado por Pacific, empresa que aporta la cuarta parte de la producción de crudo nacional. /Gustavo Torrijos

La oposición a la venta de Pacific Rubiales por parte de los “bolichicos”, un grupo de empresarios venezolanos que acumulan poco más del 20% de la participación accionaria, no ha sido suficiente, hasta ahora, para que el proceso avance.

La petrolera privada más importante de Colombia anunció que su junta directiva aprobó la transacción de manera unánime y les recomendó a los accionistas de la compañía “votar a favor del acuerdo en la próxima reunión extraordinaria de la asamblea”.

Uno de los puntos que más tensiones ha generado entre la canadiense y los accionistas del país vecino es la oferta, aceptada también por la junta directiva, de 6,50 dólares canadienses por acción, pues consideran que el valor de Pacific es mayor. En todo caso, este proceso ya hace parte de la historia y la atención está centrada en la asamblea extraordinaria de accionistas que se llevará a cabo a principios de julio, según informó la compañía.

Las condiciones consignadas para la transacción son que “el arreglo debe ser aprobado mediante resolución de la Asamblea por al menos las dos terceras partes (66%) de los votos ejercidos por los accionistas, además de una mayoría simple (50% más un voto) de los accionistas minoritarios, siendo estos accionistas distintos a Alfa o sus afiliadas”.

Aunque se ha dicho que los “bolichicos” podrían ser el palo en la rueda para que finalmente Alfa se quede con la petrolera, Diego Franco, trader de Valoralta, aseguró que “la reglamentación canadiense siempre hace un corte cuando se hace una intención formal de compra. Al conocerse la postura de Alfa, los “bolichicos” habrían obtenido 9% más de participación accionaria (quedando con el 19,50% de las acciones), pero, si se tiene en cuenta la normatividad, durante la asamblea tendrían autorizado solamente el 11% para oponerse”.

Así las cosas, la única posibilidad que tendrían sería la de lanzar una nueva oferta por un monto superior al que ofreció Alfa, que dice Franco no es la intención de ellos, o formar un bloque con los accionistas minoritarios para bloquear la transacción.

“Solo queda esperar que la asamblea apruebe el acuerdo. A pesar de que los venezolanos tengan más de 19% de participación, esto no es suficiente para obstaculizar la venta. La única posibilidad sería que los demás inversionistas se unieran para impedir la adquisición”, explica Ómar Suárez, analista de Alianza Valores.

Entre tanto, si las cosas se mantienen como hasta ahora, es decir, con un único oferente y un opositor que va perdiendo los dientes, el precio de la acción no tendría una variación importante.

“Los inversionistas que están comprando la acción de Pacific no deberían esperar que suba por encima de los 6,50 dólares canadienses. El proceso de valorización será más suave de ahora en adelante, a menos de que otro postor haga una mejor oferta”. Sin embargo, expertos también han dicho que el mercado podría castigar levemente el precio de la acción pagándola por debajo de los $13 mil en los que oscila hoy.

Sin concluir, esta transacción ya es vista con optimismo por el sector de hidrocarburos. El expresidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, Alejandro Martínez, asegura que “la operación debe generar tranquilidad al mercado, porque la compañía, que es la principal operadora del país, recibe capital fresco”.

La fracción mexicana comprará una activo que a pesar de que no está en su mejor momento, como quedó demostrado en su informe financiero del primer trimestre, en el que se evidenció una reducción de sus ingresos en 19% en comparación con el mismo período de 2014, opera una cuarta parte de la producción del país.

Por su parte el presidente de Campetrol, Rubén Darío Lizarralde, dijo que el hecho de que la compañía sea adquirida en medio de una crisis petrolera demuestra que “el país tiene posibilidades en el sector y aunque no somos ricos en ese recurso, aún estamos por explorar. Acá hay muchos centros de operación que no han sido trabajados y que ofrecen posibilidades para cualquier empresa, es un muy buen mensaje”.

La venta de Pacific Rubiales, al parecer, solamente les incomoda a los inversionistas venezolanos. En Colombia el sector está feliz, mientras el proceso avanza.

Por Redacción Negocios

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