Apuesta por el emprendimiento

Colombia necesita una red de ecosistemas para crear negocios innovadores.

Redacción Negocios
15 de noviembre de 2011 - 10:00 p. m.

“El BID no busca firmar una cantidad de convenciones de cooperación técnica”, esta es la advertencia hecha por Carlos Novoa, delegado de este organismo y el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) para la región, durante el foro “Ecosistemas para el emprendimiento dinámico en Colombia”, al anunciar el financiamiento en el país de un proyecto de emprendimiento en red para implementarse inicialmente en tres ciudades.

La Feria de Creatividad, Innovación y Emprendimiento, que organiza la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, sirvió como escenario a Novoa para explicar las condiciones bajo las cuales el Banco declarará la viabilidad del proyecto, el cual será puesto en marcha a principios de 2013 con la participación de la Presidencia de la República (Colombia Joven), el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Confecámaras y centros de investigación.

“Una de las condiciones será arriesgar de forma compartida, vinculándose como socios los organismos públicos y privados relacionados con políticas de servicios financieros y no financieros. Contamos con US$37 millones para financiar operaciones innovadoras, ojalá una por país, que movilicen al menos US$18 millones en contrapartidas y se evaluará su impacto sistémico”, explica Novoa.

Agregó que “además del acompañamiento y la asesoría especializada que se deberá ofrecer, hay que movilizar a los actores del sector financiero, entre éstos los fondos de inversión, ángeles inversionistas, capital semilla, banca privada”.

En Colombia lo que sobran son emprendedores, sobre todo los que están a la espera de un ángel inversionista que corra riesgos y que sea optimista frente a las ideas grandiosas de negocios, pero desarrolladas por personas con ganas de tener empresa propia aunque sin experiencia y apoyo financiero.

La carencia de capital de riesgo es uno de los factores que impiden el desarrollo de un buen negocio y sucede porque el emprendimiento no es un potencial único a desarrollar a nivel individual, es el inicio de la cadena; también debe ser una característica del entorno competitivo del país, una capacidad de las empresas y de la cultura inversionista.

Y la única solución es, según académicos y economistas, inyectarle una sobredosis de educación para el emprendimiento a los estudiantes, para que cada vez más personas lleguen a empresas de diferentes sectores de la economía y a cargos gubernamentales siendo emprendedoras e innovadoras.

Salomón Kalmanovitz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, explica que la globalización ha marcado la pauta en la educación y que “el mundo necesita de personas más creativas. Colombia tiene que educar a sus nuevos empresarios. Y las universidades tienen la responsabilidad de fomentar estas aptitudes en los estudiantes; los profesores deben ser más experimentales, propiciando espacios como juegos digitales en los que se simulen las labores que se hacen en una empresa”.

De manera que el profesional de la nueva era —que es ahora— deberá tener el olfato para identificar buenas oportunidades de negocios y correr riesgos con el fin de constituir su propia empresa. “Todo esto comenzará cuando les enseñemos a los jóvenes que ambicionen la buena vida. Muchos de ellos no tendrán el perfil de emprendedores, pero hay que fomentarlo en quienes sí lo tienen”, explica Kalmanovitz al referirse al papel de la educación como base fundamental para un país que quiere ser emprendedor.

Por Redacción Negocios

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