Las remesas de trabajadores han sido un elemento de ingresos estables. Sin embargo, desde finales de 2008 su papel se atenuó, ya que los ingresos por este concepto registraron una reducción trimestral anual de 11,6%, cerrando el año con un aumento anual de 9,5%, alrededor de la mitad del observado en 2007, revela un informe del Banco de la República.
Destaca el estudio del Emisor que se calcula que la reducción del flujo de remesas podría afectar a 2,9% de los hogares colombianos, y su importancia relativa en relación con el ingreso disponible de los hogares, que en 2007 fue del 3%, también será menor.
Precisa el informe que el impacto se sentirá de mayor manera en los departamentos del Valle, Antioquia, Cundinamarca, sobre todo en particular Bogotá, y Risaralda, región donde se concentra el 72% de los ingresos de remesas.
Admite el informe del Banco Central que esta disminución es el resultado del deterioro económico de los Estados Unidos y España, de donde provienen el 73% del total de las remesas.
Para este año, se prevé una mayor reducción en los ingresos de remesas, dado el permanente aumento de las tasas de desempleo y pérdida de riqueza asociados con la desvalorización de la vivienda en esos países, concluye el informe.
Dice el Banco de la República que la devaluación del peso, sin embargo, contribuye a aumentar el poder adquisitivo en pesos de quienes reciben remesas.
Revela el informe que otras transferencias como las relacionados con las ayudas otorgadas a Colombia por gobiernos y organismos internacionales, así como ONG, sufrirán un retroceso debido a la menor capacidad de gasto de las principales economías de donde provienen estas ayudas.