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El continente asiático ha sido presa de la incertidumbre y víctima de la recesión que vive Europa. La crisis ha dejado a su economía con un menor espacio fiscal, una constante presión en los bancos y crecientes niveles de desempleo.
China, uno de los mayores importadores de materias primas del mundo, informó que su economía creció a su menor ritmo en más de tres años durante el segundo trimestre de 2012, puesto que la demanda interna se desaceleró, lo que llevaría al país a presentar sus peores cifras en trece años. Y al parecer datos como el de la inversión extranjera directa, que en julio cayó 8,7%, confirman que el panorama puede tender a empeorar.
Por su parte, Japón registró en julio un déficit comercial de €5.236 millones, con lo que regresa a terreno negativo tras reportar un superávit en junio. A ello se suma que las exportaciones de la tercera economía del mundo sufrieron su peor caída en seis meses, al registrar una baja anual del 8,1%, producto de los problemas en Europa y el desplome de las ventas a China.
“El tema de crecimiento económico se ha visto rezagado por parte de EE.UU y Europa, gran parte de esa carga ha sido asumida por Asia con China a la cabeza; han sido tomadas varias medidas para estimular el crecimiento. Lo más importante de esto es ver como el banco central chino ha flexibilizado su política monetaria dándole un mayor respiro a la economía”, afirma Eduardo Bolaños, analista de la firma Asesores en Valores.
“Mientras que una de las mayores desventajas de Japón radica en la revaluación del yen, que no le conviene a su sector exportador, en estos momentos los mercados toman al yen como un refugio natural, creando una desventaja a la hora de competir con exportaciones de países como Corea del Sur o China”, añadió.
Los datos elevan las preocupaciones de que la demanda no muestre mejora, por lo que se esperan estímulos adicionales desde China para beneficiar el sector exportador, teniendo en cuenta que el país es uno de los más grandes consumidores mundiales y además es la segunda economía del planeta, de la que se espera en algunos años se convierta en la mayor potencia económica.