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Las bolsas de las monarquías del Golfo registraron fuertes bajas el domingo, primer día laborable después de la decisión de la OPEP de mantener los actuales niveles de producción, lo que causó una fuerte caída del precio del petróleo. (Vea un contexto sobre la situación en: OPEP, un fracaso anunciado)
La bolsa de Arabia Saudita, la más grande del mundo árabe, perdía más de 6%. A media jornada, la bolsa de Dubái cayó más de 6,5%.
En Abu Dabi, por su parte, el índice de la segunda bolsa de los Emiratos Árabes Unidos, perdía un 1%; la bolsa de Kuwait retrocedió un 3%, la de Omán 5,6% y la de Qatar 4,4%.
El ministro de Petróleo kuwaití, Ali al Omair, llamó este sábado a los países productores de crudo no miembros de la OPEP a cooperar para ayudar a estabilizar el mercado.
Citado por la agencia oficial Kuna, el ministro exhortó a los productores no miembros a "cooperar con la Organización de Países Exportadores de Petróleo para garantizar la estabilidad del mercado y evitar importantes fluctuaciones de los precios del crudo".
El jueves, Omair declaró a la salida de la reunión de la OPEP en Viena que la decisión de mantener sin cambios el techo de producción en 30 millones de barriles diarios (mbd) pese a una oferta superabundante era la correcta y que los precios "se reajustarán en función de la oferta y la demanda". El precio del petróleo ha caído un 30% desde junio.
Los efectos también se han sentido en países vecinos como Venezuela, un recorte presupuestario es la respuesta del gobierno venezolano a la caída del precio del petróleo, acentuada tras la decisión de la OPEP, en un contexto de debilidad fiscal y pese a que el presidente Nicolás Maduro ha asegurado que la economía es sólida.
"Estamos en condiciones de resistir la baja del petróleo", dijo Maduro durante un evento este viernes con trabajadores afectos al gobierno. No obstante, ordenó revisar sueldos de altos funcionarios y formó una comisión para "la racionalización y reducción del gasto público".